Francisco Javier y José David están acorralados por sus propias palabras en la investigación abierta por el Instituto Armado para localizar a Ivo: el joven búlgaro de 16 años que suma veinte días desaparecido en el Mar Menor. Los dos supervivientes del naufragio le contaron una 'película' al guardia civil y al policía local que evitaron que muriesen ahogados.
Aquella madrugada del Día de Reyes, tras ser rescatados a 500 metros de la costa de Los Alcázares, el frío de la hipotermia que sufrían Francisco Javier, de 22 años, y José David, de 17 años, no afectó a su agilidad mental. De hecho, le aseguraron a los agentes que Ivailo Petrov estaba perdido en la albufera después de haber sufrido un naufragio con dos tablas de paddle surf. No dijeron 'ni pío' de que navegaban sobre una piragua y mucho menos que la embarcación que zozobró era robada.
EL ESPAÑOL ha accedido al contenido de las versiones ofrecidas a la Guardia Civil y a la Policía Local, antes de que trascendiera que el naufragio se produjo en la piragua de un jubilado que sufrió un robo con fuerza. Aquella madrugada, cuando todavía se desconocía ese dato, esto fue lo que afirmaron Javi y José David a los agentes que les evacuaban al Club Náutico de Los Alcázares: "Una vez rescatados, en una primera manifestación declaran que pudiera encontrarse una tercera persona en una tabla que iba delante de ellos, desconociendo su paradero".
Ivailo Petrov es esa tercera persona que se adentró en el Mar Menor, en plena noche, y sobre una tabla de paddle surf. Tal versión expuesta por Francisco Javier y José David contrasta con el relato de la familia del desaparecido y una amiga: Ivo no sabía nadar a sus 16 años porque le tiene pánico al agua. El joven búlgaro no sabía desenvolverse en el medio acuático ni practicaba deportes náuticos, solo iba al gimnasio y montaba en bicicleta. Sin embargo, Javi incide en ese primer relato ante los agentes que le rescatan, al detallar que en una de las dos tablas iba él junto a José David, mientras que en la otra navegaba Ivo a solas con tal pericia que hasta les sacaba distancia.
"De camino al club náutico, uno de los rescatados, Francisco Javier, manifiesta a los agentes que la tabla donde iban ellos dos subidos se había partido y el tercer desaparecido llevaba una tabla e iba por delante, dejándolos atrás". Tras llegar a las instalaciones de Los Alcázares, mientras que Javi recibe asistencia médica, se añade un dato trascendental al relato que inicialmente habían ofrecido ambos supervivientes alertando de que Ivo estaba desaparecido: José David directamente ya le da por fallecido.
"El agente le pregunta reiteradas veces a José David si es posible que el desaparecido haya llegado a tierra, manifestando que 'está muerto'". Tal afirmación se produce cuando el operativo de búsqueda se acababa de iniciar y por el tiempo transcurrido todavía se rastreaba con esperanza el Mar Menor. Prueba de ello es que se llegó a inspeccionar la isla de la Perdiguera por si el joven búlgaro pudo llegar nadando.
Aquella noche todavía faltaban por escucharse más versiones sobre el motivo por el que se echaron al mar tres adolescentes que no son buenos nadadores ni tienen conocimientos en navegación. Así consta en la investigación: "Rocío, la mujer de Francisco Javier, manifiesta que su marido había salido a pescar con dos amigos, José David e Ivailo".
La pareja de Javi echó por tierra el relato inicial de los supervivientes en el que aseguraban que el naufragio se produjo en dos tablas de paddle surf, ya que Rocío llega a detallar que zarparon en plena madrugada del Día de Reyes en un 'barco' que por supuesto no habían robado: "Habían utilizado una embarcación abandonada que se encontraba cerca de la orilla y que supuestamente la embarcación la habían estado observando durante todo el día con síntomas de abandono".
Tales cambios en las versiones del naufragio se produjeron en solo dos horas. Entre las 2.33 de la madrugada, cuando el 112 recibe la llamada de un chico desde el paseo marítimo que alerta de que piden auxilio desde el Mar Menor, y las 4.45 horas, cuando Francisco Javier y José David ya estaban en el Hospital de Los Arcos con síntomas de hipotermia. Durante ese lapso de tiempo se modificó el guion de la 'película' en más ocasiones.
Así lo demuestra el hecho de que a las 3.48 horas: Emergencias introduce un nuevo cambio en las circunstancias del naufragio. Javi, José David e Ivo no iban en dos tablas de paddle surf, solo navegaban sobre una que se partió y el joven búlgaro acaba a la deriva agarrado a una parte de la tabla. No es hasta las 5.26 de la madrugada, cuando se deja constancia de que Francisco Javier Medina y José David admiten haber naufragado en un "bote robado" y que su amigo Ivailo no sabe nadar. En su última versión, evidencian sus nulos conocimientos náuticos: hablan de un "bote" porque no saben precisar que se adentraron al Mar Menor en una piragua.
Toda esta información obra en poder de la Guardia Civil que mantiene abiertas dos líneas de investigación. Una en el Mar Menor, coordinada por los buceadores del Grupo de Actividades Subacuáticas para dar con el cuerpo de Ivailo Petrov. Y otra en tierra firme, a cargo del Grupo de Homicidios, con el objetivo de esclarecer las circunstancias que rodean a este naufragio que afecta a un menor de edad que suma 20 días desaparecido.
EL ESPAÑOL ha confirmado que Rocío, la mujer de Javier, salió aquella madrugada de su casa a pedir ayuda, lo que evidencia que debía saber que su marido, Ivo y José David no andaban pescando. Horas antes del naufragio, el jueves 4 de enero, una fuente del Ayuntamiento de Los Alcázares resalta que la Policía Local "dio el alto" a los 'tres mosqueteros', para comprobar si llevaban encima "algún objeto robado" o "alguna sustancia" porque "son conocidos por sus trapicheos" por el pueblo.
A sus 22 años, Francisco Javier Medina cuenta con varios antecedentes por robo con fuerza y tiene pendiente un requisitoria de un Juzgado de lo Penal. Este padre de cinco hijos también suma un intento de ocupación de una vivienda y en su último trabajo de camarero en un bar, su dueño explica que solo "duró unos días" sin querer entrar en los detalles de tan corta relación laboral. El otro superviviente del naufragio, José David, de 17 años, también cuenta con antecedentes policiales.
La madre de Ivo ha admitido que su hijo se había desviado del buen camino desde que dejó los estudios en el Instituto Antonio Menárguez Costa. Miglena reconoce que su hijo pudo participar en el robo de la famosa piragua, pero recalca que actuó con la ayuda de alguien más porque la embarcación mide 3,5 metros de eslora. En casa sospechan de que el chico andaba metido en asuntos turbios porque no saben dónde compró una PlayStation 3 y en su cuenta de Instagram tenía una foto con 300 euros en metálico: una suma elevada para un crío de 16 años, cuyos padres son unos humildes jornaleros agrícolas.
A la una y media de la madrugada del Día de Reyes, tras escaparse de casa, Ivo todavía permanecía en tierra firme: en la Plaza del Espejo de Los Alcázares. Los buzos de la Guardia Civil buscan el iPhone del búlgaro por el Mar Menor, como si fuese la caja negra de un avión que aclara todas las incógnitas de un accidente aéreo. De momento, la última señal que han recuperado del móvil del búlgaro, le sitúa dentro de la albufera, manteniendo una conversación telefónica antes de naufragar en la piragua.
Lo que viene después son más piezas del rompecabezas, como las capturas de WhatsApp que Ivo le envió a una amiga. Tales chats ponen de manifiesto que aquella noche José David llamó y guasapeó a Ivo, advirtiéndole de que debía estar a la una en casa de Javi porque los tres debían "hacer cosas" en plena madrugada. Para el Grupo de Homicidios esas "cosas" podrían ser la clave de la inquietante desaparición de este menor de edad.