Mark Mateschitz es el joven treintañero más rico de todo el planeta. Con tan solo 31 años su fortuna alcanza los 34.700 millones de euros. Una cuenta corriente que hace pequeña a la de muchos millonarios, más aún a los de su edad. Esta inmensa cantidad de dinero viene de la empresa que fundó su padre, Red Bull.
El millennial más rico de toda Europa y el heredero de la empresa de bebidas energéticas por excelencia posee el 49% de las acciones, recibidas tras la muerte de su padre, Dietrich Mateschitz, en octubre de 2022. Ahora es el hombre más rico de Austria y el joven más multimillonario de todo el mundo; el cuarto menor de 40 años.
Red Bull fue fundada en 1987 por su padre, junto al fallecido empresario tailandés Chaleo Yoovidhya, que murió en 2012 y fue sucedido por su hijo, Chalerm, el cual posee el resto de las 51% acciones restantes de la compañía. Una empresa que pasa de padres a hijos, pero mantiene su esencia a pesar de las distintas generaciones; no por ello se dejan de introducir nuevas formas de hacer las cosas.
El joven austriaco estudió Administración y Dirección de Empresas y tenía puestos de responsabilidad en la empresa antes de que su padre muriese. Siempre ha querido mantener el papel de accionista, por ello, cuando heredó el imperio renunció a la división de bebidas orgánicas y a la administración de los otros negocios de su padre.
Mark Mateschitz junto a su padre invertía en acciones en un negocio de propiedades austriacas, entre ellas una con helipuerto y viñedo propio. El nuevo magnate de las bebidas energéticas lanzó un negocio en 2018 de bebidas que fabrica cerveza y limonada con agua de uno de los manantiales más antiguos de Austria. También es miembro de la junta directiva de una fundación de investigación de la médula espinal creada por su padre y dirigida por su madre, Anita Gerhardter.
Hasta el momento no se sabe si ha heredado todos los bienes de su padre, que no son pocos. Entre ellos, están las escuderías Red Bull Racing y Toro Rosso, el equipo de fútbol Leipzig RB, además de otros equipos de fútbol y otras inversiones en el deporte. Está claro que “Red Bull te da alas” aunque a Mark Mateschitz también le ha dado una de las fortunas que no dejan indiferente a nadie.