Una persona conduciendo con el carné en la mano

Una persona conduciendo con el carné en la mano iStock

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Adiós al carné de conducir: estas son las enfermedades que te impiden renovarlo según la DGT

La Dirección General de Tráfico informa y recuerda que hay una serie de problemas de salud que son incompatibles con la conducción y a través de los cuales podríamos perder nuestra licencia por un tiempo determinado. 

5 abril, 2024 18:29

El carné de conducir es una de las llaves más importantes de nuestra vida. Todos o casi todo esperamos a cumplir los 18 años para poder examinarnos y que nos concedan la licencia de conducción. Tan importante es que la mayoría lo hace incluso sin tener un coche en propiedad, ya que en algún momento aparecerá ese vehículo en el que poder transportarnos, ya sea de un amigo o de un familiar. 

Es por ello que el carné de conducir nos abre muchas puertas. Sin embargo, tener esta licencia durante toda una vida implica tener que renovarlo de manera frecuente. Y es ahí donde surge uno de los principales problemas: que no nos concedan esa renovación. Esta situación se puede deber a varias circunstancias. 

La más frecuente es la edad. Sin embargo, también puede surgir otro tipo de contratiempos como pueden ser algunas enfermedades. Padecer determinados trastornos de salud puede hacer que no se nos permita renovar nuestro carné de conducir y, por lo tanto perder el derecho a poder llevar un coche sin cometer una ilegalidad. 

¿Qué enfermedades impiden renovar el carné de conducir?

Renovar el carné de conducir es un proceso que en España suele realizarse, por norma general, cada diez años. Se trata de un trance complicado, ya que hay que superar varias pruebas, un test psicotécnico e incluso un reconocimiento médico para acreditar que estamos bien de salud para poder conducir sin generar riesgos tanto a uno mismo como al resto de usuarios de la vía. 

Si conseguimos superar estas pruebas, y pagamos la correspondiente tasa, la DGT validará nuestra renovación del carné de conducir. Sin embargo, si por el contrario no acreditamos un buen estado de salud, no podremos renovar nuestra licencia por otros diez años más. Y es que hay una serie de problemas, es decir, de enfermedades, que impiden que podamos llevar a cabo este trámite. 

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Una persona puede padecer ciertos problemas de salud que sean incompatibles con la conducción. Desde problemas de visión o audición severos hasta aquellos que tengan que ver con la movilidad o con la posibilidad de mantener una cierta estabilidad al volante. Las autoridades y la DGT realizan una división de las patologías que sufre una persona. 

Unas enfermedades pueden ser vasculares, mientras que otras serán por ejemplo las de corazón. También hay enfermedades psiquiátricas y neurológicas. Y por último están los pacientes de problemas endocrinos, oncológicos o incluso respiratorios. No obstante, todas las enfermedades serán tratadas por un médico y los pacientes acreditarán su estado a partir de su supervisión.

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Por ello, aunque no puedan conducir por un tiempo, si un médico posteriormente lo acredita, podrán volver a presentarse a la renovación del carné de conducir. A continuación presentamos una lista con algunas de las enfermedades que con más frecuencia impiden renovar la licencia de conducción. 

  • Aneurisma.
  • Arritmias que conllevan la implantación de un marcapasos.
  • Pérdidas de conciencia.
  • Accidentes isquémicos.
  • Cánceres agresivos.
  • Insuficiencia respiratoria.

A pesar de que estas son solo algunas enfermedades que nos llevarán a decir adiós al carné de conducir por un tiempo, lo cierto es que todas quedan a revisión de un médico para poder recuperar el derecho a renovar nuestra licencia. Sin embargo, el problema no solo está con las enfermedades, también con los tratamientos. 

La DGT tiene una lista de medicamentos que son perjudiciales para la conducción. Ahí se incluyen analgésicos, ansiolíticos, antidepresivos, antihistamínicos o los psicoestimulantes. Estos pueden dar positivo en las pruebas de THC al ser derivados del opio. Tomar algunas sustancias puede provocar en el conductor episodios de somnolencia, visión borrosa, euforia o incluso mareos. Además, podríamos tener un problema por ejemplo en un eventual control de drogas ya que hasta con un ibuprofeno se podría dar positivo.