Un centenar de personas se congregó en la tarde de ayer en Ferraz para manifestarse en contra del presidente del Gobierno. Varios sectores de la derecha y la ultraderecha española acudieron a los aledaños de la sede del PSOE en Madrid para pedir la dimisión de Pedro Sánchez.
La protesta fue convocada a las 20:00 horas del sábado por el partido de extrema derecha Democracia Nacional, después de que un juzgado de Madrid admitiera a trámite la denuncia del sindicato Manos Limpias contra Begoña Gómez, la mujer del presidente, por un supuesto delito de corrupción y tráfico de influencias.
Al grito de "Sánchez Preso y no en el Congreso" o "PSOE traidor, ni obrero ni español" dio comienzo la última manifestación de la jornada, que contó incluso su propia 'mascota': 'Politicorrupto', un hombre disfrazado con una cabeza gigante que caricaturizaba al presidente y que se describe como "el primo" del pelele que se apaleó en Ferraz en enero.
"Tardé 3 días en hacer el disfraz"
'Politicorrupto' se convirtió en el centro de todas las miradas. Como si fuera un héroe de masas, apareció de entre el gentío dispuesto a animar la fiesta. Puso la nota de 'humor' en lo que se estaba tornando como un evento tenso. Tan tenso, que hasta los propios manifestantes se enzarzaron entre ellos.
"Psicópata" o "mentiroso" fueron de las lindezas más suaves dedicadas al presidente. La manifestación empezó fuerte, con retahílas de cánticos hostiles contra Sánchez y su esposa. Un hombre y una mujer con un megáfono lideraban el movimiento.
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Cientos de banderas de España ondeaban en lo alto de una calle Ferraz que no había sido cortada al tráfico. Las protestas de los asistentes al grito de "que corten Ferraz por seguridad", hicieron a los agentes de Policía Nacional que se encontraban conteniendo a la muchedumbre ordenar a los vehículos dar media vuelta y cerrar el tráfico.
Los manifestantes pudieron entonces desplegar todo su potencial y agitar, más fuerte si cabía, sus banderas. Algunas lucían el águila y otras eran de la Falange. De repente, al sonido de lo que parecía un cencerro, apareció 'Politicorrupto'.
Concedió cientos de fotos y dedicó algún que otro baile. Ha ido "la mitad de los días" a las protestas, "desde noviembre", pero ayer fue la primera vez que se disfrazó. Este hombre de 33 años tardó 3 días en hacer el disfraz. "Es el primo de 'Piñatín', el muñeco de Sánchez que colgaron en Nochevieja. Me he inspirado en él", declaró a EL ESPAÑOL.
Sale a la calle porque "España está patas arriba y ya no podemos aguantar más". Decía que "tenemos un Gobierno criminal, y como nosotros no tenemos armas, usamos el disfraz". "Puede parecer una tontería, pero es lo único que podemos hacer", contaba entre el bullicio.
Rápidamente, se alejó para volver a la carga, en la que presidente, medios de comunicación y primera dama salieron escaldados. "Aunque Begoña es el menor de los problemas", comentaba una manifestante.
Los asistentes a la protesta poco a poco se crecieron. Quisieron avanzar, pero el cerco policial se lo impedía, por lo que nunca pudieron llegar ni a acercarse a la sede socialista. Lo intentaron entonces en dirección contraria, dispuestos a invadir la calle principal Marqués de Urquijo, de nuevo sin éxito.
Sabían que eran menos que las 12.500 personas, según la delegación de Gobierno, que horas antes habían transitado esas mismas calles, pero se erigían como más auténticos. "A nosotros no nos ha pagado nadie. Ni nos han dado bocatas gratis para venir", vociferaba una mujer, en claras alusiones a las masas socialistas que llegaron en autobuses fletados por el PSOE desde distintas partes de España.
Caía la noche en Ferraz, y los pocos que aún quedaban se fueron radicalizando. El Cara al Sol y gritos de "Franco persiste" pusieron fin a una larga e intensa jornada para los vecinos del número 70.
Un rosario para Sánchez
Como cada tarde desde hace meses, las puertas del Santuario del Inmaculado Corazón de María, que hace esquina en calle Ferraz, acogieron a decenas de personas que rezaron un rosario para "salvar a España y al mundo entero".
A partir de las 19:30, gentes ataviadas con banderas rojigualdas y pancartas contra Sánchez se reunieron para pedir a la Virgen María, a Cristo Rey y a San Miguel Arcángel, príncipe de la milicia celestial, "que el pueblo español se convierta".
Esta oración no se vio perturbada tampoco hoy, por lo que a ojos del párroco que guiaba el rezo se trata de "sucesos extraños en Ferraz", y los fieles de siempre han acudido a la convocatoria.
Entre ellos, un hombre iba vestido de manera peculiar. Llamaba la atención sobre el resto, y es que su enorme bandera que predica por la unidad de España, su sombrero rojo y amarillo a juego y su cartel con mensajes poco cariñosos para el que todavía es presidente del Gobierno llamaban la atención sobre el resto.
Tiene 65 años, "aunque parece que tengo más por la barba". Ha contado a EL ESPAÑOL que acude al llamamiento "desde el primer día", y que no se pierde ni uno. "Bueno, a veces fallo porque me coincide con una misa mozárabe, y claro, no puedo estar en dos sitios a la vez", explicaba entre risas.
Comentaba que él no va a Ferraz por Sánchez, sino por la "reconversión al cristianismo" de la sociedad española. "Ahora hay mucho ateo, que te lo digo yo que lo he visto", exclamaba preocupado.
A pesar de no acudir en contra del presidente del Gobierno, no tardó en sacar a relucir los bártulos que lleva guardados en un archivador de plástico transparente. "Mira, mira, me he hecho una lista con 300 adjetivos que describen a Pedro Sánchez. ¡Y más que me faltan porque todavía no se me ocurren!". Recitó unos cuantos, evidentemente, ninguno bueno. Y entre adjetivo y adjetivo, sin más, desapareció.
Día 177 en Ferraz
Desde que se iniciaran las protestas en noviembre del año pasado, Ferraz se ha convertido en un constante terreno de conflicto. Las manifestaciones contra la amnistía que se iniciaron en 2023 fueron el caldo de cultivo para las manifestaciones que se están sucediendo estos días, y que tienen como objetivo conseguir la dimisión Sánchez, que parece más cercana que nunca ante las zozobras que ha manifestado recientemente.
"Sánchez vete ya, no esperes al lunes", versaban algunos en pancartas y camisetas. Así hacían frente al día número 177 en la sede socialista, en lo que también se convirtió en una forma de plantar cara al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
"Nos dijo que íbamos a durar 4 días y aquí seguimos", gritaban algunos de los manifestantes. Y para no perder la cuenta, Ana, "una chica delgadita de gafas", como la describieron algunos de los asistentes, dibuja cada día en una de las farolas de la calle el número de jornadas que se han celebrado en contra del actual presidente.
"Y aunque las de la limpieza nos lo quiten, aquí estará ella mañana para volver a ponerlo", contaban. Por lo que todo pinta a que este domingo Ana volverá de nuevo a Ferraz.