"Mi nombre es Juan Carrillo, represento a la formación Acción Murcia, partido de corte regionalista que se fundó en 2017 en Murcia y que está activo desde el año 2018. Somos un partido pequeño, somos un partido humilde, somos un partido de vecinos [...]. Acción Murcia pretende ser un puente entre la sensatez y la clase política".
Tales palabras las pronunció Juan Carrillo, líder de Acción Murcia, con motivo de las elecciones municipales de 2019, cuando presentaba su candidatura a las alcaldías de Totana y Cieza. Cinco años después, la Policía Nacional ha detenido al fundador de este partido regionalista, como el supuesto cabecilla de un grupo armado que le envió a un empresario una carta con fotos de sus familiares y un cartucho del calibre 9 milímetros, solicitándole -bajo amenazas- el pago de 100.000 euros.
En aquel acto electoral, celebrado en marzo de 2019 en Totana, el fundador de Acción Murcia, Juan Carrillo, aseguraba que su partido inspirado en el Movimiento 5 Estrellas que creó en Italia el cómico Beppe Grillo, lo conformaba "gente sana". De momento, la Policía Nacional tiene claro que este líder político no entra dentro de ese perfil sanote del que hablaba el propio Carrillo porque en su domicilio han intervenido un taller donde supuestamente confeccionaba artefactos explosivos caseros.
La trayectoria política del partido Acción Murcia paso sin pena ni gloria por aquellas elecciones municipales de 2019 y todo apunta a que Juan Carrillo, posteriormente, se situó al frente del autodenominado: Grupo de Acción Ciudadana. Este grupo emulaba -supuestamente- el estilo extorsionador que la banda terrorista ETA empleó en los años ochenta y noventa, cuando enviaban cartas a empresarios vascos para exigirles un impuesto revolucionario, a cambio de no atentar contra ellos.
De hecho, la Jefatura Superior de Policía ha emitido un comunicado donde explica que la investigación sobre la figura de este líder político regionalista se inició en abril, cuando la Brigada Provincial de Información de Murcia tuvo conocimiento de que el Grupo de Acción Ciudadana, exigía al dueño de una firma de material sanitario, el pago de 100.000 euros bajo la amenaza de tomar represalias contra él y su familia.
La carta amenazante al empresario, iba acompañada de varias fotografías tomadas a su familia en distintos lugares durante un año, lo que ponía de manifiesto que habían sido sometidos a una vigilancia, como solía hacer ETA. Unas semanas después de que el empresario recibiera esa primera misiva para extorsionarle, el Grupo de Acción Ciudadana se puso en contacto con sus familiares, haciéndose pasar por supuestos negociadores de la organización armada, con el objetivo de iniciar una negociación para el cobro de la cantidad exigida: 100.000 euros.
El equipo de negociadores de la Comisaría General de Información de Madrid se ocupó de asesorar a las víctimas durante toda la investigación, marcando la estrategia de negociación a seguir, para ganar tiempo, con el objetivo de desmantelar a los integrantes del Grupo de Acción Ciudadana.
La personalidad aparentemente ególatra y narcisista del político Juan Carrillo fue el hilo del que tiró la Brigada Provincial de Información. Los agentes descubrieron que supuestamente creó en Internet la Plataforma Ciudadana de Resistencia para difundir su ideología, captar adeptos y solicitar donaciones para sufragar lo que el político denominaba la "lucha".
El comunicado de la Jefatura Superior de Policía de Murcia detalla que en esa plataforma se pueden encontrar vídeos en los que señalan los objetivos de la organización. Tales como "la eliminación de los partidos políticos nacionales" y "la intervención de las Administraciones públicas". Incluso se llegó a detectar una grabación en la que aparecía Juan Carrillo, luciendo un pasamontañas y hablando con la voz distorsionada, "con una puesta en escena que evoca a las difusiones realizadas por grupos armados de carácter terrorista" -como ETA-.
Durante la investigación, los agentes también tuvieron conocimiento de que el Grupo de Acción Ciudadana envió una carta en 2020, a un medio de comunicación, en la que se presentaba como una "organización civil, armada e independiente, actuando al margen de una justicia, inactiva, inexistente y arrodillada a intereses partidistas o personales". Lo que suponía en la práctica que no reconocía a los tribunales ni acataba sus resoluciones.
Objetivo: el Gobierno regional
En la citada misiva, el Grupo de Acción Ciudadana situaba en la diana de sus acciones a los siguientes objetivos: "directivos y socios de empresas satélites vinculadas al Gobierno regional de Murcia", a "personas físicas que actúen en beneficio propio aprovechando los bienes o fondos que pertenecen al pueblo", y a "todas aquellas personas que aprovechando su condición de personas ligadas al Gobierno regional o municipal, ya sea por cargos o por intermediación en operaciones de contratación con las instituciones, se lucren ostentosamente".
De modo que durante la madrugada de este lunes se procedió a la detención del político Juan Carrillo. En el operativo se arrestó a un total de cuatro personas y se practicaron dos registros domiciliarios en Murcia y pedanías.
En el registro realizado en el domicilio del fundador del partido regionalista Acción Murcia, se han intervenido dos artefactos explosivos con sendas garrafas de gasolina, cuatro tarros con mechas, multitud de material pirotécnico, dos armas de fuego y gran cantidad de munición y cartuchería. Además, se han localizado dispositivos de seguimiento de las víctimas, como un localizador tipo GPS, un distorsionador de voz, lazos de detención, gafas de visión nocturna, once teléfonos móviles y material informático que se está analizando.
"Los investigadores han podido constatar cómo este grupo había realizado seguimientos también a otras familias, distintas a las que motivaron el inicio de las investigaciones en un primer momento, eligiendo a sus objetivos en base a que sus empresas o negocios hubiesen obtenido licitaciones a través de la Administración pública regional", tal y como advierte la Jefatura Superior de Policía en su comunicado.
El político Juan Carrillo ha ingresado en prisión tras su detención. En su chabolo ya no tendrá tiempo de emular el modus operandi de ETA ni de acceder a manuales como el del Grupo de Anarquistas Coordinados: autor del atentado a la Basílica del Pilar de Zaragoza en el año 2012.