El sicario francoargelino, en el momento de su detención en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz)

El sicario francoargelino, en el momento de su detención en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz) Cedida

Reportajes

Intermediarios para matar: sicarios argelinos de la Costa del Sol "ajustan cuentas" para los narcos

Recuperan la droga robada por otros narcos y también abortan los vuelcos, debido a pérdidas millonarias agudizadas porque ahora hay alijos con fardos que parecen de hachís y son de cocaína.

7 julio, 2024 02:31

Lo dejaron tirado de madrugada en una rotonda a las afueras de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). Tenía nueve balazos en la pierna derecha y otros cuatro en la izquierda. También le colgaba un trozo de oreja. El hombre llevaba 12 horas secuestrado y lo habían torturado. Podría decirse que con él tuvieron hasta piedad, porque lo dejaron muy cerca del hospital. Para dejar claro que aun queriéndolo vivo, no la había, lo empujaron del vehículo. Luego de caer al suelo, uno de los secuestradores le pidió que extendiera las dos manos en el asfalto. Le descerrajó otros dos tiros, uno en cada una de ellas.

Lo habían secuestrado cinco hombres la víspera, en febrero de este año. Le cortaron el paso con un vehículo, lo sacaron del suyo y se lo llevaron. Lo torturaron durante 12 horas. Fue, según fuentes consultadas vinculadas a la investigación, por un vuelco de droga que llegó a tierra desde el río Guadalquivir: la víctima le había robado a un narcotraficante de Sanlúcar.

Fue al líder del Clan de Los Candela, Eloy. Si no aparecía la droga, el narco sanluqueño tendría que responder por ella ante un narco mayor. Nada más empezar a rascar, lo detuvieron inmediatamente, pero no a quienes secuestraron, torturaron, y pagaron una docena de tiros a quien le había volcado la droga a Eloy. Hasta este jueves.

"Le intentaron cortar la oreja. Pero podría haber sido un dedo, o dos. Además de en las manos, también suelen disparar sendos tiros en las nalgas". Es, según las fuentes consultadas, la marca de la casa de los ajustes de cuentas que perpetran los sicarios franco argelinos

Porque el viernes, en Málaga, la Policía Nacional detuvo a dos ciudadanos franceses, también de origen argelino, por secuestrar a un hombre. Le cortaron una oreja. Ocurrió en Torrox (Málaga), y lo hicieron mientras lo grababan en vídeo y exigían un pago de 1,6 millones de euros. 

Pero el caso de Sanlúcar marca un antes y un después. La investigación, liderada por la UDEV de la Brigada Provincial de Policía Judicial y la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Sanlúcar de Barrameda, ha revelado por primera vez que existe una relación profesional entre narcos autóctonos y sicarios de origen extranjero. " Son mucho más crueles, y más efectivos, porque aquí no conocen a nadie", precisa una fuente policial. Son más peligrosos porque no les afectan las súplicas ni tienen más vínculo con cada trabajo que el dinero que les pagan.  

Hasta ahora, los narcos del Sur contrataban a gente del mismo pueblo, vinculada a la organización. Asentados en la Costa del Sol, desde Estepona a Marbella, los sicarios de nacionalidad francesa pero de origen argelino provienen del sur de Francia. Están siendo contratados por los narcos desde Huelva a Málaga para recuperar la droga que se roban entre los mismos narcos."Haber dado un pasito más contratando a expertos externos indica que se acabaron las bromas", cuenta una fuente de toda solvencia vinculada a las investigaciones contra el narco.

El primero de los sicarios franco argelinos vinculados al secuestro de Sanlúcar cayó en Marbella (Málaga), tras meses de seguimiento y vigilancias, complicadas debido a la ubicación de la vivienda. A quien le disparó en las dos manos lo detuvieron el jueves en la misma localidad gaditana, en una zona llamada Las Piletas, cerca de la desembocadura del Guadalquivir. Fue una macrooperación de la Policía Nacional que desplegó a 80 agentes, hasta detenerlo.

El que vivía temporalmente en Sanlúcar, a sueldo de Los Candela, es extremadamente peligroso. Sus antecedentes son gigantes, tanto en España como en Francia. Secuestros, extorsiones, intentos de asesinato, tenencia ilícita de armas. "Es malo. Malo, malo. Estaba en la Comisaría detenido y no paraba de mirar las mesas, observando los objetos, buscando alguno que le pudieran servir de arma. Mirando posibles vías de escape".  

La primera detención de uno de los sicarios de la banda tuvo lugar en Marbella (Málaga).

La primera detención de uno de los sicarios de la banda tuvo lugar en Marbella (Málaga). Cedida

La organización de sicarios no sólo extorsionaba a miembros de otras organizaciones de narcos. También daba cobertura en los alijos. Porque al alijar "se transporta, se guarda... pero quienes hacen eso no son los propietarios de la droga". De ahí, los vuelcos. En los últimos tiempos, demasiados. Los narcos están contratando sicarios porque están perdiendo dinero.

"Se ha llegado a un momento en que las pérdidas están afectando a los grandes capos, que están en Francia o Bélgica". Porque está habiendo incluso "vuelcos amañados", es decir, acordados de antemano entre las organizaciones de narcos autóctonos, engañando al propietario último de la droga. "No importa ni que se sea familia: ha habido vuelcos hasta entre cuñados".

La deuda económica por la droga perdida que querían recuperar los sicarios ascendía 600.000 euros, una cifra muy elevada que fundamenta que la droga sustraída era cocaína y no hachís, opacada también ésta última en los últimos tiempos por el cultivo de marihuana, que controlan en Francia. 

Cocaína por hachís

A estas alturas, las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado saben que por el sur además de hachís y de cultivarse marihuana, está entrando cocaína. Mucha. Y que entra desde Marruecos y hasta por narcosubmarino, procedente de Colombia. En Cádiz, "ya sabemos que hay presencia de mafias colombianas", indica otra fuente policial. Vinculados a la cocaína, también hay presencia de clanes mexicanos en Sevilla, "pero estos le pegan a todo: al narcotráfico, a las armas, a la prostitución..."  

La mayor entrada de cocaína está influyendo también en el tráfico de hachís tradicional, porque al llegar a tierra en narcolancha se trasporta igual, pero sin que quienes la transportan sepan que llevan cocaína en lugar de hachís. "Los que hacen la logística en tierra no cobran lo mismo por alijar, transportar y guardar hachís que cocaína. Se paga mucho más por manejar cocaína. Y lo que está pasando es que los narcos no están diciendo que lo que la colla tienen recoger es cocaína, porque tendrían que pagarles mucho más. El problema viene cuando el vuelco de droga que otros narcos hacen, piensan que lo que roban es hachís, cuando realmente es cocaína".

La situación es inédita. Porque antes "si te pillaban se perdía la droga. Antes eran más contrabandistas: eran los padres y abuelos de los que operan ahora en el Guadalquivir. Y si pierdes o te roban un alijo, pues se perdió. Pero que ahora vayan con AK-47, es algo impensable hace unos años". Ahora, "hasta el más tonto del pueblo, el que en la colla hacía de punto, controlando si llegaba la policía o la guardia civil, se ha reunido con 4 más y está dando vuelcos".  

Con armas van todos. "Si hay un dispositivo de agentes policiales o de la Guardia Civil, que vayan de paisano, disparan. Porque no saben si son agentes u otros narcos que van a darles un vuelco". Pero los sicarios son otra cosa. La banda franco argelina actuó por primera vez en diciembre de 2023, cuando dispararon contra un equipo de la Unidad de Prevención y Reacción de la Policía Nacional de Jerez de la Frontera en medio de un operativo. Usaron contra los agentes un fusil y un arma corta, tratando de escapar, disparándole a los dos vehículos "sin dudarlo ni un segundo. Les dio exactamente igual". Dejaron abandonada la furgoneta en la que transportaban la droga.

Los dos sicarios franco argelinos detenidos fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de Sanlúcar de Barrameda. Su titular decretó este viernes el ingreso en prisión para los dos. La investigación continúa abierta, para localizar y detener a los tres miembros que faltan de la organización criminal que ha mostrado que en el narcotráfico hay un antes y un después.