Los fallos en el dispositivo de seguridad de Trump, según los expertos: "Pudo haber sido una catástrofe"
Tres expertos de élite en diseñar dispositivos de seguridad para dirigentes internacionales explican los fallos en el sistema desplegado durante el mitin del candidato republicano.
15 julio, 2024 01:48Thomas Matthew Crooks (20 años) disparó a Donald Trump desde un tejado a unos 120 metros del lugar del mitin, este sábado en Butler (Pensilvania). Efectuó ocho disparos y fue abatido por el servicio secreto en cuestión de segundos. El joven utilizó un arma semiautomática, propiedad de su padre: un AR-15, fabricado por la norteamericana Colt's Manufacturing Company.
Se trata de un rifle de repetición, con una enorme capacidad de hacer daño en el mínimo tiempo posible, debido a la capacidad de sus cargadores. Y eso es lo que señalan los tres expertos en seguridad, con amplia experiencia en el diseño de dispositivos de seguridad para dirigentes internacionales, consultados por EL ESPAÑOL. No sólo indican que ha habido fallos, sino que subrayan que el resultado "podría haber sido una catástrofe".
En este tipo de actos públicoa al aire libre, "un equipo de seguridad debía encargarse de proteger a Donald Trump o a cualquier otro dirigente político. Y otro equipo debía proteger y poner en marcha el plan de actuación del gentío ante un tirador activo, así como la evacuación del lugar de las personas que estaban allí, y llevarlas a las zonas seguras". Fallaron ambos, según las fuentes consultadas.
Hay un error inicial "básico", detalla uno de estos expertos. "Sobre todo, en el control de accesos a la zona de público cercano", porque el joven "logró situarse a 120 metros de su objetivo, con una semiautomática. 120 metros es estar muy, muy cerca".
"Evidentemente", precisan, "no existe la seguridad al 100% y siempre puede haber fallos. Pero un tirador solitario, a una distancia relativamente cercana para un alcance de un fusil medio, es bastante increíble que un servicio de seguridad como es el servicio secreto norteamericano se haya dejado sorprender por algo así".
Se trata "de un fallo de seguridad grandísimo". Porque, precisan las fuentes, "para este tipo de nivel de protección, y hablamos de un alto representante político de Estados Unidos, es necesario comprobar previamente todos los posibles lugares o localizaciones que puedan suponer un peligro. Si se puede, esos puntos se clausuran, y se establece una seguridad fija en cada uno de ellos. Todo ello además de la vigilancia aérea (drones) que estarían utilizando, más la cobertura por los francotiradores".
Lo que está claro "es que el servicio secreto por algún motivo no estaba controlando los tejados próximos. Debían tener controladas las alturas. 120 metros es una distancia que permite a un tirador poco experimentado con un arma larga hacer blanco fácilmente. No estamos hablando de disparos a 600 metros o 1.500 metros que tiradores de unidades especiales militares y policiales están acostumbrados a realizar con enorme precisión".
Un blanco estático
El AR-15 es un rifle de asalto "pensado para combate cercano. Hacer blanco de precisión con ese rifle es muy difícil, incluso a distancias de 100 metros". A Donald Trump le alcanzó en la oreja, lo que revela "que el tirador era muy bueno y que el fusil estaba muy bien calibrado. Y Trump era un blanco estático, ya que se encontraba parado en el atril. Ha tenido mucha suerte".
Que le rozaba la oreja indica "que le apuntaba a la cabeza. Pero ese calibre de 5,56 del AR-15 no es bueno a esa distancia. No es que no llegara (el proyectil) con fuerza, pero si va con un vuelo que puede variar, y su energía cinética empieza a ser baja, es difícil hacer el blanco deseado". Además, "como es un fusil semi automático y realizó varios disparos, solo con el primero pudo hacer puntería. El resto se perdió alrededor del objetivo". Uno de ellos acabó con la vida de un espectador.
Gran tirador, e inexperto
La teoría que sostienen los expertos consultados es que pese a su puntería, el tirador no estaba bien instruido. No técnicamente, sino en ese tipo de situaciones. Porque a esa distancia y con ese arma, sin mirilla de francotirador, "era más sencillo, para hacer el máximo daño con mayores garantías, disparar al torso que a la cabeza". Todo ello sin olvidar "los nervios y a la mala posición de disparo, porque el tirador estaba expuesto y fue abatido por los francotiradores del equipo de seguridad". Todo ello propició que errara el disparo.
Los fallos, subrayan, "existen y a veces las cosas más simples son las que funcionan o nadie espera, como pueda ser en este caso. Una persona llega y con toda libertad se sube al tejado sin que nadie le dé importancia o lo vea. Pero también es cierto que a veces la seguridad de estos mandatarios deja mucho que desear. Lo sé por experiencia, he trabajado con muchos de seguridad presidencial o en grandes operaciones especiales".
Una vez el equipo de protección protege al expresidente en el suelo, los espectadores también se agachan "pero no se inicia el movimiento hacia las vías de evacuación", precisa otra fuente consultada con amplia experiencia en dispositivos de seguridad en los Estados Unidos. Se quedaron mirando qué ocurría. "Allí se han realizado campañas masivas en los últimos años para difundir el protocolo 'Corre, Ocúltate, Lucha' ante una situación de 'tirador activo' (active shooter). Y se quedaron donde estaban", siendo blancos fáciles. "Pudo haber cientos de muertos y haber sido una gran catástrofe".
¿Por qué? Por el tipo de arma, y por la hipótesis de que el tirador tuviera problemas mentales. "Un cargador de un arma larga semiautomática por lo general tiene capacidad para hasta 30 cartuchos, por lo que es fácil llevar 4-5 cargadores". Cada cargador del fusil un AR-15, tiene cargadores de entre 20 y 25 cartuchos, por lo que "desde 120 metros, y antes de ser abatido, podría haberlos usado contra la multitud, una vez visto que se ha errado el blanco contra el expresidente".
Tras los disparos, llegó el shock. "Por la reacción del equipo de seguridad de Donald Trump se les ve que no estaban muy coordinados". En la evacuación del candidato republicano "entran un poco en pánico y confusión, parece que no tenían muy claro cuál era el protocolo de evacuación".
Esto es algo "que tiene que estar muy coordinado, planificado y alerta, y más en este tipo de situaciones y con el perfil del protegido". Debe ejecutarse "de forma automática, pero es cierto que todo esto depende del perfil de los agentes, de su entrenamiento y de cómo cada uno responda al estrés en esas situaciones".