Pablo le ha pedido muchas cosas. Una lasaña de rabo de toro con la pasta y el queso hechos desde cero, un picoteo español para la final de la Eurocopa para él y sus amigos, o unos pappardelle con ragout de pato a la naranja con una elaboración de más de tres horas.
Pero Roro cada día se reinventa y, cuando sale de cita con Pablo, se diseña su propio vestido o se fabrica un colorete hecho a base de pétalos de rosa que su chico le ha regalado el día anterior. Y un día decidió grabarlo.
Comenzó a subir vídeos a sus canales de Instagram y TikTok cocinando para Pablo, maquillándose para Pablo, vistiéndose para Pablo... o incluso haciéndole desde cero el libro 'El Príncipe' de Maquiavelo por su cumpleaños. Todos ellos acompañados de una dulce voz aniñada que los narra. Hasta llegar a los 48 millones de visualizaciones.
Rocío Bueno, de 22 años y conocida como Roro, es la influencer más famosa del momento. Todo el mundo habla de ella, tanto para bien como para mal. Las voces más críticas la tachan de 'sumisa' y la acusan de promover el movimiento tradwife, originario de Estados Unidos, que aboga por el retorno de las normas y tradiciones de género mediante la sumisión de las mujeres a sus maridos y a las tareas domésticas.
"Yo no soy una mujer sumisa. Yo cocino porque me gusta y es mi manera de dar amor. A Pablo, por ejemplo, no le gusta tanto. Y como a mí lo que no me gusta limpiar, es Pablo el que lo hace. Así es como nos compaginamos", explica Roro a EL ESPAÑOL.
"Las mujeres pueden hacer lo que quieran"
A primera vista, el canal de Roro puede resultar muy similar al de Nara Smith, una joven modelo estadounidense que se dedica a crear un contenido en redes sociales en el que muestra cómo prepara todo tipo de elaboraciones para su marido y sus tres hijos. Desde platos de alta cocina hasta fabricar ella misma el bronceador.
Roro parece ser su homólogo en España, aunque la influencer madrileña asegura que sólo ha tomado "inspiración del contenido". "Es evidente que nuestros canales son similares. Me he basado en su canal para recrear cierto tipo de vídeos, pero no por ello soy partícipe del movimiento del que me acusan. No puede psicoanalizar mi personalidad ni mi vida sólo en base a vídeos que duran poco más de un minuto", sentencia.
Desde su punto de vista, puede que Nara entre dentro del prototipo de 'mujer tradicional', pero Roro afirma que ese no es su caso. "Yo soy de las que piensa que las mujeres pueden hacer lo que quieran. Si ella quiere ser una mujer tradicional, olé por ella, pero yo no lo soy", expresa.
La analogía entre su contenido y el del movimiento tradwife no sólo se limita a la complejidad de las recetas que estas mujeres preparan a sus novios o maridos. Existe también un componente que ya se califica incluso como 'fetiche', que es nada más y nada menos que la voz.
Es lo que en inglés se conoce como Fundie Baby Voice, que hace referencia a una voz femenina de sonido infantil, dulce, meloso y sumiso, que es originario de las maestras de las escuelas dominicales y las esposas de los pastores.
Sobre este tema, que ha dado incluso para análisis que determinan que esta voz tiene un trasfondo de ideología política ultraconservadora, Roro asegura que no pone ningún tipo de énfasis en su voz, ni busca transmitir ningún mensaje retrógrado.
"Mi voz es aguda. Siempre ha sido así, pero puede parecer que se agudiza más cuando pongo un tono más narrativo. Tengo que hacerlo porque si no la locución de los vídeos quedaría fatal, pero no pretendo que suene infantil ni sumisa", explica.
La influencia de Pablo
"Hoy a Pablo me ha pedido...". Así empieza Roro todos sus vídeos. Desde que empezaran su relación hace ya tres años y medio, ella y Pablo han vivido prácticamente juntos. A la vista está que ella es la que le cocina pero, según Roro, "eso no significa que sea sumisa".
"Él hace sus tareas y yo las mías. Llevamos vidas también independientes. Él sale con sus amigos, yo con mis amigas... y en las tareas de la casa, yo cocino y él es el que limpia", explica.
En cuanto a la coletilla, la influencer explica que es simplemente "un método de introducción que me ha funcionado". "Evidentemente no todo lo que hago es porque Pablo me lo ha pedido. Hay veces que tengo ganas de hacer algo, le pregunto si le apetece y, si me dice que sí, pues lo hago. Pero muchas recetas son porque las quiero hacer yo", cuenta.
Es precisamente esa muletilla la que ha generado tanta polémica. Aún así, Roro se plantea seguir usándola. "De momento seguiré con ella porque me ha ido bien". Y desde luego que ha sido así. Su vídeo más viral cuenta ya con 48 millones de visitas, y marcas como Benefit o Iberdrola están colaborando con ella.
Pero ya no sólo cocina para Pablo. En uno de sus últimos vídeos, preparó una serie de platos típicos españoles para su novio y todo su grupo de amigos, a los que también consiente "de vez en cuando". "No es algo habitual. Alguna vez les he hecho algo, pero no es lo normal. Por ejemplo, Pablo les llevó una vez un trozo de una tarta que hice y les gustó tanto que salió de mí prepararles una", dice.
Para Roro, la cocina es su manera personal de mostrar amor y, aunque sea una cosa que hace "desde pequeña", su idea no era hacer un canal exclusivamente de recetas. "Al principio, los vídeos que subía eran más de nutrición, ejercicio y estilo de vida, pero se ve que a la gente eso no le llama mucho. De repente grabé la primera receta, que fue una pasta, y las cifras empezaron a subir como la espuma, así que continué haciendo lo mismo".
El lado más personal de Roro
Ha terminado el Grado de traducción e interpretación este mismo año, pero Rocío se dedica en exclusiva a la creación de contenido en redes. No encontraba trabajo de lo suyo, y buscó la manera de fusionar su lado más artístico con una de sus grandes pasiones: la cocina.
Habla 4 idiomas pero, ahora que ha dejado de estudiar, invierte la mayoría de su tiempo en preparar platos "muy elaborados" para ella y para Pablo. El buen comer es algo que ha mamado desde pequeñita, y hace ya varios años que sus regalos de cumpleaños tienen que ver con eso.
"En mi familia siempre se ha disfrutado mucho de la cocina. Mi madre es la que me ha regalado muchos de los aparatos que tengo para elaborar mis recetas, aunque algunos me los he comprado yo con el dinero que he ahorrado", cuenta.
Es autodidacta, y años de práctica y de informarse mucho han hecho de esta joven influencer toda una experta en la cocina. "Me gusta comer sano, saber qué es lo que es bueno y es malo para mi cuerpo, y en parte por eso empecé a hacer alimentos básicos desde cero, como el queso, el pan o la pasta. Creo que es mejor opción que comprarlo en el supermercado", explica.
De media tarda tres días en preparar y grabar un plato, aunque su día a día está muy lejos de eso. "Invierto mucho tiempo en la cocina, pero eso no quiere decir que no compre también platos ya preparados o que no vaya a un supermercado", afirma.
El querer cuidarse, empezar a investigar sobre nutrición y hacer ejercicio todos los días se ha convertido en parte en su trabajo, aunque en su día le fue algo que le pasó factura. "Comencé a obsesionarme mucho con lo que comía. Cantidades, ingredientes, combinarlo con mucho ejercicio... y hubo un momento donde lo pasé mal. Pero por suerte ya he salido de ahí", expresa.
Un futuro "desde cero"
Con el 'boom' que ha vivido su perfil en redes, a Roro le llueven la colaboraciones. Aunque quiere aprovechar este éxito para introducir vídeos sobre vida saludable, manualidades y hábitos de consumo, a pesar de las críticas, no cree que vaya a dejar de subir vídeos cocinando.
"Me han propuesto incluso hacer un libro de recetas. Es algo que me gustaría, pero más a largo plazo. Al final, he empezado hace un mes. Me ofrecen cosas como si fuera una celebrity, pero me parece demasiado pronto", explica.
Su gusto por la moda le ha llevado a cerrar ya varias colaboraciones, pero también le están ofreciendo otros proyectos "muy chulos" que le hacen especial ilusión.
"Me han invitado a una fábrica a enseñarme a hacer cristal desde cero y grabarlo. Y es algo de lo que estoy muy orgullosa. Al final lo que me gusta de lo que hago es enseñar a la gente que todo se puede hacer desde cero, enseñar el proceso creativo de las cosas", comenta.
Hasta que eso pueda verse queda todavía un tiempo. De momento, sus canales siguen ligados a la comida, y todavía le quedan muchas cosas que preparar a Pablo.