Medallistas olímpicos españoles.

Medallistas olímpicos españoles. Arte EE

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Las 177 ciudades donde nacieron los medallistas españoles de los Juegos Olímpicos: de Tuy a Dakar

Barcelona es la que más deportistas con metal tiene con 71. Le siguen Madrid, con 59, y Terrasa, con 24. 20 atletas nacieron en el extranjero.

27 julio, 2024 02:06
Domingo Díaz Miguel Villacorta José Ramón Pérez

"Preparado para el lanzamiento (de esquina) Ferrer. Ahí está el lanzamiento de Ferrer. No llega Kiko. Luis Enrique... Pelota para Kiko... ¡¡¡¡Gooooool de España!!!! Ha marcado Kiko el 3-2 a los 45 minutos de juego del segundo tiempo...". Corría el año 1992, en Barcelona, cuando Juan Carlos Rivero narraba el tanto del jerezano, tras el córner botado por el barcelonés y el posterior lanzamiento rebotado del asturiano, que daba a España su primera medalla de oro en fútbol en unos Juegos Olímpicos

En total, 177 ciudades han visto nacer a un campeón olímpico español en su seno desde que se consiguiera la primera medalla en el año 1900 en París. Estas localidades están repartidas por todo el territorio nacional, pero también por el extranjero (19).

Barcelona significa mucho para España en los Juegos. Además de ser la primera y única ciudad del territorio nacional que ha acogido estos campeonatos, es el municipio en el que nacieron la mayoría de deportistas que se han colgado una medalla al cuello. En total, 71 barceloneses han logrado estar en el podio o ganar en sus respectivas disciplinas (individuales o por equipos).

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Eso sin contar los medallistas que nacieron en pueblos limítrofes o cercanas a la Ciudad Condal. Sin ir más lejos, antecedida por Madrid, con 59, Terrasa es la tercera ciudad con más medallistas. Un total de 24 deportistas nacieron en esta localidad del Vallés Occidental. 

Pero, ¿por qué es Barcelona la cuna del olimpismo español? ¿Qué deportes han permitido estas cifras? ¿Dónde han nacido todos y cada uno de estos deportistas?

Desde 1900

La historia de las medallas españolas nace en el año 1900, precisamente en París, donde ayer viernes arrancaron oficialmente los Juegos Olímpicos de 2024. Francisco de Villota (Madrid) y José de Amézola y Aspizúa (Izarra, Álava) estrenaban el medallero español con un oro en pelota vasca en el último año del siglo XVIII. 

Para la siguiente medalla habría que esperar cuatro lustros. En Amberes, el fútbol español lograba su primera plata con un equipo mítico que haría nacer 'La Furia' española. Aquella escuadra estaba plagada de estrellas, entre las que destacaban un portero barcelonés de 20 años llamado Ricardo Zamora y un delantero de Bilbao: su nombre era Rafael Moreno Aranzadi, pero todos le conocían como Pichichi. El equipo hacía las delicias de los primeros aficionados del balompié con otros hombres como Pagaza, Arrate o Patricio a los mandos de Paco Bru.

Allí mismo llegaría la tercera: el equipo de Polo compuesto por los hermanos Figueroa, los Fitz-James y Leopoldo Sainz de la Mata —primera medalla olímpica para Andalucía y fuera del eje Madrid-Cataluña-País Vasco— se hacía con otra plata.

Ámsterdam 1928 y Los Ángeles 1932 solo sumarían una medalla cada uno. En el primero de estos campeonatos se lograría un oro en hípica y en el siguiente un bronce en vela.

Llegaría entonces un periodo de guerra y posguerra en España que impediría que hubiera medallas en Berlín 1936, Helsinki 1940 y Londres 1944.

La gloria reaparecería en Londres 1948 con una plata en hípica. 20 años después de hacerse con la medalla de oro, el madrileño José Navarro Morenés lograba hacerse con el metal junto a otros dos compañeros: Jaime García y Marcelino Gavilán.

Los registros no avanzarían tan rápidamente entonces como lo hacen ahora. Ángel León Gozalo lograba una plata en tiro en Helsinki 1952 y otra vez España caería en sequía en Melbourne 1956. El oro de hockey sobre hierba en los Juegos Olímpicos de Roma 1960 darían otra bocanada de aire a los españoles con sexta medalla antes de otro parón.

Fue Enrique Rodríguez (Carreño, Asturias) quien devolvió la esperanza a España, sumida aún en la dictadura franquista, de ganar una medalla en Múnich 1972. El asturiano logró un bronce en boxeo que le permitió ser el abanderado de España cuatro años después en Montreal.

Precisamente en Canadá 1976 comenzaría España a sacar la cabeza. Un oro en vela y otro en Piragüismo darían paso a los Juegos Olímpicos de Moscú en 1980, donde Jordi Llopart lograría el primer metal del atletismo español y David López-Zubero se hacía con el primer bronce para la natación. Piragüismo, Vela y Hockey Hierba engrosaban también el medallero en aquel campeonato histórico con 6 metales.

Llegaba 1984 y la historia del deporte español sumaría otro hito con una medalla en un nuevo deporte: el baloncesto. En Los Ángeles, un equipo comandado por Fernando Martín lograba la plata en una final histórica ante Estados Unidos. Como decía José Ángel de la Casa en TVE nada más concluir el encuentro: "El éxito es incomparable". Además, se lograba un oro en vela, una plata en remo y dos bronces, uno en piragüismo y otro en atletismo.

Seúl 1988 sería la última cita antes de llegar a Barcelona 92. Emilio Sánchez Vicario y Sergio Casal estrenaban el medallero del tenis nacional. Un oro en vela con José Luis Doreste, una plata en natación por parte del barcelonés Sergio López y un bronce en tiro de Jorge Guardiola completaban el último ciclo antes de la explosión del deporte española. Hasta aquí se habían logrado 26 medallas.

La revolución del plan ADO

Fue entonces cuando todo cambió. En 1986, Juan Antonio Samaranch anunció que Barcelona acogería los Juegos Olímpico y España debería estar a la altura. Para ello se creó el conocido como plan ADO (Asociación de Deportes Olímpicos, compuesta por el COE, el CSD y RTVE).

La idea era sencilla: garantizar condiciones económicas dignas y de entrenamiento para los deportistas de élite españoles. Lo primero se consigue a través de una beca económica mensual de distintas cuantías, basada en los resultados obtenidos. Lo segundo se logra contratando personal técnico y posibilitando concentracions y campeonatos. 

Hasta los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, este programa había recibido 357 millones de euros. Esto se ha traducido en 141 medallas en apenas diez ediciones (contándose los Juegos Olímpicos de Invierno de Albertville 1992). 

La revolución de este plan se vio pronto. De hecho, en 1992, Blanca Fernández Ochoa lograba la primera medalla femenina en unos Juegos de Invierno. Un bronce en slalom que estrenaba el casillero de las españolas y sería anticipo de todo lo que vendría.

Récord: Barcelona 1992

Los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 no fueron una competición más. Por primera vez desde 1972 estarían libres de boicots y la geopolítica no era un problema notable. Había caído el muro de Berlín y Alemania, al igual que Yemen, volvía a unirse. Regresaba a la cita Sudáfrica tras la abolición del Apartheid y Estonia, Lituania y Letonia hacían lo propio tras la división de la URSS. El resto de atletas de los países de la ya extinta Unión Soviética participaron como un equipo unificado, pero celebraron sus triunfos con las banderas de sus países. La banda terrorista ETA daba una tregua.

En lo deportivo, lo más llamativo antes de empezar era quizás el dream team enviado por Estados Unidos en Baloncesto. Larry Bird, Magic Johnson y Michael Jordan jugando en un equipo que no decepcionó y se llevó el Oro. 

Miriam Blasco fue la primera mujer española en hacer historia en Barcelona 92. Ante la británica Nicola Fairbrother —quien a la postre se convertiría en su pareja— en el Palau Blaugrana, la vallisoletana se colgó el oro en judo para ser la primera campeona olímpica española en unos Juegos de verano. Era aplaudida por un polideportivo a reventar en el que estaban presentes Juan Carlos I, la Reina Sofía y Alfredo Pérez Rubalcaba, por entonces ministro de Educación y Ciencia. Todos coreaban su nombre.

Era la primera y abrió la puerta, pero no iba a ser la última. Almudena Muñoz le siguió en la misma disciplina. El equipo de hockey hierba se hacía con el oro, como también lo lograron Theresa Zabell y Patricia Guerra en vela. Las platas serían para Natalia Vía Dufresne, igualmente en el mar, Carolina Pascual en gimnasia rítmica y Arantxa Sánchez Vicario y Conchita Martínez en tenis.

El resto de medallas, hasta 22, concluían un récord que daba alas al deporte español.

Barcelona como cuna

Desde entonces, Barcelona se puede denominar como la cuna del olimpismo. Antes de la cita en la Ciudad Condal, tan solo 18 barceloneses se habían hecho con medalla. La mayoría de ellas se las debían al hockey hierba, aunque también algunas eran en fútbol, vela, baloncesto, tenis y natación. Pero Madrid no se quedaba atrás con 17 medallistas.

Sin embargo, después de Barcelona 1992, un total de 55 barceloneses se han colgado una medalla en sus distintas disciplinas. Los madrileños se colgaron 43. 

La importante base del deporte en Cataluña también se puede ver en los resultados obtenidos en las localidades cercanas a la capital catalana. Sobre todo en una amplia base que va mucho más allá del fútbol. Como muestra, el FC Barcelona. El club mantiene grandes instalaciones y tiene equipos en doce displinas deportivas distintas, muchas de ellas en categoría masculina y femenina.

Esta apuesta por el deporte de base ha permitido estos resultados. No en vano, según los datos de 2024, el deporte representa un 2,6% del Producto Interno Bruto (PIB) de Cataluña. Esto significan más de 85.000 empleos directos.

Nacidos en el extranjero

En total, son 178 ciudades las que han visto nacer a un medallista olímpico español. Sin embargo, esto no significa que sean todas españolas: 19 son extranjeras.

El primer deportista en hacerse con una medalla para España sin haber nacido en territorio español fue David López-Zubero Purcell (Jacksonville, Florida, Estados Unidos). El hispano-estadounidense, especialista nadando al estilo mariposa, se colgó un bronce en los Juegos Olímpicos de Moscú 1980.

Cuatro años más tarde, la plata de baloncesto lograda en Los Ángeles también tendría acento americano. Juan Domingo de la Cruz nació en Pasteur (Argentina). 

Ya en Barcelona 92 llegaría un nuevo éxito para Jacksonville. Martín López Zubero, hermano de David, logró el oro olímpico en los 200 metros espalda. 

La primera atleta nacida fuera de España con medalla fue Theresa Zabell (Ipswich, Reino Unido). Zabell logró dos oros consecutivos —Barcelona 92 y Atlanta 96— en la clase 470 de vela. También en Barcelona se la colgó Mariví González (México DF) en hockey hierba.

Talant Dujshebaev (Biskek, Kirguistán) logró un bronce en Balonmano en Atlanta 96 y Sídney 2000. El mítico jugador de balonmano además ha dado paso a una saga de jugadores de época: su hijo, Álex Dujshebaev (Santander), también tiene un bronce en la misma disciplina en Tokio 2020 y participará en los juegos de París 2024 con los hispanos para igualar o superar a su padre. Lo hará, asimismo, acompañado de Daniel Dujshebaev, hermano e hijo de los anteriormente mencionados.

Volviendo a los medallistas españoles nacidos fuera del territorio nacional, Óscar Barrena (Kirchheim unter Teck, Baden-Württemberg, Alemania) logró metal en Atlanta 1996; Andrei Xepkin (Zaporiyia, Ucrania) y Nina Zhivanevskaya (Kúibyshev, Rusia) en Sídney 2000; Matilde Ortiz (Veracruz, México), Mihaela Ciobanu (Bucarest, Rumanía) y Serge Ibaka (Brazzaville, Congo) en Londres 2012; y Marcus Walz (Oxford, Reino Unido), Cristian Toro (La Asunción, Venezuela), Astou Ndour (Dakar, Senegal), Artemi Gavezou (Salónica, Grecia), Nikola Mirotic (Podgorica, Montenegro) y Orlando Ortega (La Habana, Cuba) en Río 2016. 

Ray Zapata (Santo Domingo, República Dominicana), en gimnasia artística, y Damián Quintero (Buenos Aires, Argentina), en kárate, han sido los últimos españoles nacidos en el extranjero que han logrado medalla, en Tokio 2020.