Nadia en una imagen junto a sus padres,  Fernando Blanco y Margarita Garau.

Nadia en una imagen junto a sus padres, Fernando Blanco y Margarita Garau.

Reportajes

Así estafaron los padres de Nadia 402.000 € usando la enfermedad rara de su hija: cronología del caso

Nadia, nacida en Palma en 2005, hoy tiene 19 años. Sus padres consiguieron que multitud de personas y famosos en España les donaran dinero.

1 agosto, 2024 01:52
Nicolás Alba Julio César Ruiz Aguilar

Casi 20 años después del nacimiento de Nadia Nerea Blanco culmina unos de los casos más mediáticos de la historia de España. Sus padres, Fernando Blanco y Margarita Garau, han sido detenidos este miércoles por la Guardia Civil tras ser condenados en 2018 a cinco y tres años y medio de prisión, respectivamente, por estafar 402.000 euros. Obtuvieron el dinero de manera fraudulenta a través de recabar donativos en campañas de solidaridad para lucrarse con la enfermedad rara que sufría su hija.

Una enfermedad que, aunque se considera rara, no puso a la menor en peligro mortal en ningún momento. Los padres lo sabían, pero utilizaron las patologías de la niña para ingresar un monto superior a 400.000 euros. Por ello, fueron condenados. Pero no fue hasta la semana pasada cuando la Guardia Civil de Mallorca recibió la solicitud de detención procedente de la Sección Primera de la Audiencia Provincial de Lleida, que demandaba el cumplimiento de la condena de los padres de Nadia. Una sentencia que fue ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña y el Tribunal Supremo.

Con esta detención, finaliza uno de los procesos judiciales que más se han dilatado en el tiempo. Un caso que llevará a prisión a Fernando Blanco (59 años) y Margarita Garau (52), quienes actualmente tenían fijada su residencia en la isla de Mallorca, de donde es natural la mujer. La historia de Nadia, no obstante, empezó hace 19 años, cuando nació en abril de 2005 en el Hospital Universitario Son Llàtzer, situado en Palma.

Fernando Blanco y Margarita Garau, junto a su hija Nadia.

Fernando Blanco y Margarita Garau, junto a su hija Nadia.

La bebé no llegaba ni al año de edad cuando su madre, Margarita Garau, empezó a orquestar el trampantojo en el que se convertiría su caso a posteriori. Publicaba en Facebook post sobre la “debilidad” de su hija, que fue prematura y nació dos meses antes. Sin embargo, no fue hasta que cumplió tres años cuando Fernando Blanco y Margarita Garau publicaron que la menor padecía tricotiodistrofia. Según la National Organization of Rare Disorders, se trata de “una rara enfermedad genética hereditaria caracterizada por cabello seco, quebradizo o frágil junto con múltiples síntomas que afectan muchos órganos y sistemas del cuerpo”.

Un año después, en 2008, cristalizó la maquinaria de la estafa. Los padres de Nadia levantaron un puesto de venta ambulante en el pueblo de Binissalem, donde comenzaron a vender mercancías de segunda mano para recaudar fondos para la niña.

Ese mismo año, Fernando Blanco y Margarita Garau hicieron el primer evento para obtener donativos para ayudarles, supuestamente, a sufragar los gastos de la enfermedad de su hija. En este momento, empezaron a ser conocidos en la isla y el empujón final, antes de saltar a la esfera mediática, fue un torneo de tenis solidario donde consiguieron sacar unos 500 euros. A partir de ahí, los padres de la niña comenzaron a recibir dinero de colegios, organizaciones y particulares. Y llegaron los medios de comunicación.

Despegue mediático

El verdadero despegue mediático ocurrió en 2010, cuando deportistas como Rafa Nadal, Jorge Lorenzo y Miguel Ángel Moyá donaron objetos para subasta en beneficio de Nadia. La causa atrajo cada vez más atención, y personalidades como el cantante Pau Donés y el diseñador Javier Mariscal se sumaron al apoyo, este último ilustrando el libro Alas de mariposa, basado en la historia de Nadia. Durante este tiempo, los padres nunca ofrecieron explicaciones detalladas sobre la condición de su hija, y la veracidad de su historia no fue cuestionada, lo que facilitó la continua llegada de donativos.

A partir de 2011, Blanco y Garau vivieron sus años de mayor éxito en recaudación. Participaron en programas de televisión de alcance nacional como El Programa de Ana Rosa y lanzaron la página web Nadianerea.org, donde los donativos llegaban a sumar miles de euros. A medida que el dinero fluía, las historias sobre la gravedad de la condición de Nadia se volvían más exageradas. En marzo de 2011, afirmaron que Nadia fue operada en Francia para realizar una mutación genética experimental, pero nunca presentaron pruebas de este viaje.

En 2016, anunciaron que llevarían a Nadia a Houston para una operación, pero más tarde, Fernando Blanco confesó que en realidad buscaron la ayuda de un curandero en Afganistán. En el programa Espejo Público, Blanco admitió: "No fui a Houston, llevé a mi hija a un curandero", y pidió perdón por exagerar partes de la historia de Nadia.

El padre de Nadia logró engañar a multitud de famosos para que apoyasen las campañas con las que recaudaba dinero para su hija.

El padre de Nadia logró engañar a multitud de famosos para que apoyasen las campañas con las que recaudaba dinero para su hija.

Ese mismo año, el juzgado de instrucción número 1 de La Seu d'Urgell en Cataluña abrió una investigación sobre las posibles irregularidades en la recogida de fondos, que en cuatro días recaudó 153.000 euros. Por primera vez, se solicitó el historial médico de Nadia, que los padres habían mantenido en secreto.

Sin credibilidad

A partir de ahí, la credibilidad del caso se desplomó. Periódicos como El País y El Mundo comenzaron a cuestionar las declaraciones de Blanco y Garau. Además, se descubrió que Fernando Blanco había sido condenado por estafa en el año 2000. Margalida Garau, tras ser liberada por los Mossos durante la investigación, declaró: "No me daba explicaciones de los médicos. Yo me fiaba de él".

Nadia, junto a sus padres.

Nadia, junto a sus padres.

El proceso judicial, que se extendió durante tres años, reveló que la abuela de Nadia había pedido un crédito de 72.000 euros para su tratamiento. También se descubrieron 41 fotos de índole sexual de Nadia, lo que sugirió que Blanco podría haber estado involucrado en pornografía infantil. En 2018, un forense concluyó que la vida de Nadia nunca estuvo en peligro, lo que llevó a la ratificación de las condenas en 2019: cinco años de cárcel para Fernando Blanco y tres años para Margarita Garau por estafar un total de 402.000 euros.

Estas condenas no se hicieron efectivas hasta ahora, tras resolver los recursos interpuestos por los padres, poniendo fin a uno de los casos más seguidos y con mayor repercusión en España de la última década.