Diego Fernández, campeón mundial de cálculo.

Diego Fernández, campeón mundial de cálculo.

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El récord de Diego, con 7 años campeón mundial de cálculo: en 5 minutos realiza 70 operaciones

Ganó a más de 600 chavales de entre 5 y 13 años de 40 países. “En verano no voy a poder practicar mucho, menos mal que tengo unas fichas de repaso del campeonato y de la escuela, pero yo no me separo del ábaco”, confiesa.

6 agosto, 2024 09:30

Diego Fernández vive en Collado Villalba, tiene 7 años y hace unos días se convirtió en el ganador del campeonato mundial de cálculo que reunió en el Parque de Atracciones de Madrid a más de 600 chavales de entre 5 y 13 años llegados de más de 40 países. Colegial del Gredos San Diego de Guadarrama, Diego se alzó con el primer premio en esta competición auspiciada por Aloha Mental Arithmetics gracias a sus 61 resultados correctos. En ella, los participantes deben realizar 70 operaciones matemáticas en cinco minutos siguiendo el método Aloha.

A pesar de que las matemáticas suelen ser de las asignaturas que más pueden llegar a costar a los chavales, Diego siempre sobresalió en ellas. “Le gustan mucho, y desde pequeñito se ha interesado por el cálculo y los números. Recuerdo que hace tiempo tenía mucha inquietud porque le enseñáramos la suma y la resta”, relata la madre del ganador, Deborah Atance.

Tal era el interés que Diego mostraba por las matemáticas, que sus padres decidieron apuntarle a Aloha, una actividad extraescolar en el Gredos San Diego de Guadarrama basada en la resolución de operaciones matemáticas mediante el aprendizaje de un sistema concreto donde el ábaco japonés es la pieza esencial. “No queríamos que se aburriera en clase y así tenía la oportunidad de seguir avanzando”, comenta al respecto la propia Atance, orgullosa de los resultados de su hijo.

Diego Fernández, campeón mundial de cálculo.

Diego Fernández, campeón mundial de cálculo. Cedido

El año pasado fue el primero que Diego se enfrentó a este sistema de cálculo. Entonces, el colegial tenía 6 años y el campeonato mundial que ahora ha ganado ya se había celebrado en Malasia. “Este año que era en Madrid, no lo dudamos. Se presentó la oportunidad y allá que fuimos, a nuestro primer campeonato de cálculo”, dice su progenitora.

Al fin y al cabo, Aloha es un sistema en el que a través de un ábaco se puede llegar a resolver cualquier tipo de operación matemática. Una vez aprendido el sistema e interiorizado la imagen de los movimientos, los resultados están garantizados. En su caso, Diego eligió enfrentar la competición sin ábaco, decantándose por hacerlo todo de cabeza. “Primero ve la operación que le piden, realiza los movimientos en el ábaco a nivel mental subiendo y bajando fichas, o moviéndolas de un lado a otro, y apunta el resultado”, explica Atance.

El ábaco como objeto imprescindible

No es de extrañar que, preguntado por ello, Diego responda que las matemáticas son su asignatura y actividad extraescolar favoritas. “No tengo ningún problema para aprobarlas. Hay muchos compañeros a los que no les gustan, así que intento ayudarles para que lo hagan bien y se sientan bien”, cuenta el pequeño al teléfono. Hasta el año pasado, Diego no sabía lo que era un ábaco, y ahora casi se ha convertido en su objeto más preciado: “En verano no voy a poder practicar mucho, menos mal que tengo unas fichas de repaso del campeonato y de la escuela, pero yo no me separo del ábaco”.

El pequeño de 7 años está entusiasmado con la llegada del nuevo curso escolar. Él, que siempre ha utilizado un ábaco de madera, pronto podrá usar los de plástico, con fichas de más colores. “Esos nos los dan para poder multiplicar, hacer raíces cuadradas y potencias”, dice contento. Todavía es pronto para determinar qué será de mayor este pequeño cerebrito de las matemáticas. Por lo pronto, no se cierra ninguna puerta: “Puedo ser deportista profesional también, porque voy a piscina, baloncesto, esquí y estoy en un club de bici”, enfatiza sin ningún atisbo de duda.

Aloha, un método 

Ana Isabel Suárez es la profesora de Diego que le ha acompañado todo este tiempo. La docente de Aloha Gredos San Diego Guadarrama cuenta que el campeonato internacional de Aloha Mental Arithmetics se celebra cada dos años en uno de los más de 40 países del mundo en los que están presentes. “El método consiste en aprender a hacer las operaciones con el ábaco físico y luego trasladar los movimientos a la mente”, resume.

Pero Aloha no solo favorece la capacidad de cálculo. Según Suárez, los chavales que utilizan el ábaco mejoran sus habilidades analíticas, de visualización, creatividad, orientación y memoria auditiva. “Ellos mueven el ábaco a la vez que nos escuchan y trabajan mucho la visualización. Aloha no deja de ser una forma de traducir un dibujo, que es la imagen que resulta del ábaco, a un número”, cuenta.

El método Aloha se imparte en todos los Gredos San Diego de la Comunidad de Madrid, al igual que en los demás centros que hay en casi todas las provincias de España, a la par que se imparte en todos los países en los que existe uno de sus centros educativos, y en todos lo realizan de la misma manera. “De esa forma, un niño de Alemania puede venir a Madrid a competir sin ningún tipo de problema, solo cambia el idioma”, concretiza Suárez. En cuanto a los niveles, cada escolar compite en el suyo propio, aunque los resultados sean globales.

Diego Fernández, campeón mundial de cálculo.

Diego Fernández, campeón mundial de cálculo.

En el caso de Diego, acaban de comenzar a enseñar y aprender a dividir. “Lo que más me llama la atención de él es que siempre intenta saber por qué algo se hace de una manera concreta. Es muy fácil desarrollar esa habilidad analítica porque él tiene ese instinto de investigación. En Aloha, todos los movimientos tienen cierta lógica, y Diego la encuentra antes de que se le explique”, se explaya la docente.

Cinco minutos 

El pasado 20 de julio fue el día escogido para mostrar todo el potencial acumulado en estos dos años de práctica. El Parque de Atracciones fue el lugar elegido en el que más de 600 chavales venidos de más de cuatro decenas de países sacaron a relucir todo su talento matemático. “Había que verlos a todos pertrechados con sus camisetas, pero también los padres, y practicando hasta el último momento”, rememora la profesora.

Tras una exposición de banderas y la presentación de los países, en uno de los auditorios del recinto comenzó la prueba. Eran las 10.00 horas de la mañana. Cinco minutos después y con el objetivo de 70 operaciones bien resueltas mediante, la competición había terminado. Mientras los pequeños disfrutaban de las atracciones junto a sus familias, varios profesores se esmeraban en corregir todas y cada una de las pruebas.

Entre ellas apareció la de Diego Fernández, quien había conseguido realizar exitosamente 61 de las 70 operaciones en esos cinco minutos. “Yo siempre digo que el ábaco es una calculadora de hace muchos años que no conocemos ni sabemos utilizar porque no nos han enseñado, pero Diego parece haberlo comprendido muy pronto”, comenta Suárez.

En este sentido, la profesora admite que casi todos los niños que han cursado Aloha finalmente se decantan por alguna carrera de ciencias o ingeniería. “Es un método que realmente mejora las habilidades de los más pequeños en cuento a visualización, capacidad de análisis y, sobre todo, cálculo”, reitera la profesora.

Por su parte, Atance, la madre de Diego, todavía no se ha recuperado de la emoción que ha suscitado ver a su hijo convertido en ganador del campeonato mundial de cálculo: “Cuando salió su nombre en la pantalla fue todo un orgullo y una alegría. Él está muy motivado, así que intentaremos poder ir a los demás campeonatos que se sigan celebrando, aunque sean lejos de casa, porque es una experiencia muy gratificante”, finaliza.