Cuando el presidente del jurado leyó el veredicto de 'no culpables' en un tribunal de San Francisco este pasado 6 de junio, Mike Lynch y Stephen Chamberlain se emocionaron. El magnate británico y fundador de Autonomy y su exvicepresidente ponían así fin a 13 años de calvario judicial en Estados Unidos. El último, viviendo obligados en la ciudad californiana.
Por ello, la lectura del veredicto exculpatorio propició que tanto Lynch como Chamberlain se apresuraran a regresar a Reino Unido, tras más de un año sin pisar suelo inglés para un juicio que comenzó en marzo de este año. El destino ha querido que solo hayan disfrutado dos meses de libertad: ambos han fallecido el mismo día, este lunes, separados por 2.842 kilómetros de distancia, la que separa las costas del norte de Sicilia de Cambridge.
Uno, Lynch, ahogado en el naufragio de su superyate; Chamberlain, luego de ser desconectado de la máquina que le mantenía con vida en el hospital. Fue atropellado este sábado pasado por la mañana por un Opel azul, conducido por una mujer de 49 años, mientras corría por una carretera a las afueras de Cambridge. La gravedad del impacto fue tal que fue evacuado en helicóptero hasta el centro hospitalario.
Pero en junio, y sentado en primera fila, Lynch oyó el veredicto y se abrazó a su esposa, Angela Bacares. A continuación, a su abogado en Estados Unidos, Christopher Morvillo, quien había sido además fiscal en Nueva York hasta 2005. Los triunfadores eran los dos ahora inocentes, pero también Morvillo y Gary Lincenberg, el letrado de Chamberlain. Ambos se encargaron de probar su inocencia y de que la Fiscalía no hallase vínculos que probaran los más de 15 cargos que pesaban sobre ellos.
En sala, todos llegaron a emocionarse, sabedores de la enorme batalla judicial que acaban de ganar las 13 años de litigio para defenderse de las acusaciones de fraude, tras la venta de Autonomy al gigante tecnológico HP, en el marco de un escándalo que sacudió los cimientos de Silicon Valley.
Hewlett-Packard había adquirido la compañía británica de Lynch por 11.000 millones de dólares en 2011. En 2012, la empresa norteamericana anunció que la tecnológica británica había falseado las cuentas, que su valor era de 8.800 millones, y procedió a demandar a su presidente, Mike Lynch, a su vicepresidente financiero, Stephen Chamberlain, y al director financiero, Sushovan Hussain. Éste último sí fue considerado culpable en 2019 de haber manipulado las cuentas.
Los dos, por tanto, regresaron en junio a Reino Unido. Chamberlain, a Cambridge. Aficionadísimo al fútbol, colaboraba desinteresadamente con el Cambridge United y también buscaba y asesoraba a empresas unicornio en start ups y emergentes. Gustaba de correr maratones y por ello entrenaba todos los días. Ha sido precisamente corriendo cuando le sorprendió la tragedia. La noticia de su muerte la dio este lunes su abogado, Gary Lincenberg.
Por su parte, Lynch, extraditado en mayo de 2023, vivió el último año vigilado las 24 horas y en arresto domiciliario. Lo primero que hizo al regresar a su país fue ir a respirar aire puro en Loudham Hall, en Suffolk, la impresionante finca en la que el magnate residía desde 2009 y criaba cabezas de ganado y cerdos, una de sus dos aficiones.
Tras ser absuelto, y a sus 59 años, concedió una entrevista al Times. En ella, confesó su temor a morir en prisión si finalmente hubiera sido condenado a los 25 años de cárcel que le pedían. "Si esto hubiera ido por mal camino, habría sido el final de mi vida tal como la he conocido en todos los sentidos".
Vender el yate
La segunda afición de Mike Lynch era su Bayesian, el megayate de lujo que encargó a la naviera italiana Perini Navi en 2008. En su casa de Londres, en Chelsea, tenía una reproducción a escala del navío, así como numerosísimas fotos navegando a bordo. Pero antes de ser absuelto, barajó incluso venderlo.
La sentencia propició que decidiera pasar todo el verano navegando en el Bayesian con su familia, y repensar en otoño su venta. El verano iba a ser una celebración de la victoria judicial, por lo que invitó a todo el equipo que lo apoyó en estos años, y a sus familias. Días antes de embarcar, también reflexionó ante el Times: "Es extraño, pero ahora tienes una segunda vida. La pregunta es: ¿qué quieres hacer con ella?".
En el naufragio han fallecido, además de Lynch, su hija, Hanna; el presidente de Morgan Stanley International, Jonathan Bloomer y su esposa, Judy. También, el cocinero, Recaldo Thomas, quien había pasado largas temporadas de trabajo en Mallorca y era una persona muy querida en la isla. La vinculación de parte de la dotación con España continúa con el capitán de la embarcación, James Cutfield, quien ha sobrevivido y vive habitualmente en Mallorca.
También ha perecido el abogado de Lynch, Christopher Morvillo, y su mujer, Neda. El letrado neoyorquino estrenó su cuenta de LinkedIn hace dos meses. Fue, precisamente, para celebrar la victoria judicial de San Francisco: "Un enorme agradecimiento a mi paciente e increíble esposa, Neda Morvillo, y a mis dos fuertes, brillantes y hermosas hijas, Sabrina y Sophia. Nada de esto hubiera sido posible sin su amor y apoyo. Estoy tan feliz de estar en casa. Y todos vivieron felices para siempre…".
La fatalidad y la enorme coincidencia temporal entre ambas muertes han servido para alimentar cierta teoría de la conspiración, descartada ya por la policía británica en cuento al accidente que ha acabado con la vida de Chamberlain. Sin embargo, Giovanni Costantino, director de The Italian Sea Group, actual propietaria de Perini Navi, la empresa constructora del yate, ha declarado en una entrevista a Sky News que los barcos construidos por su empresa son "los más seguros en el sentido más absoluto".
"Siendo el fabricante de Perini, sé muy bien cómo se han diseñado y construido siempre los barcos. "Y como Perini es un barco de vela... los barcos de vela tienen fama de ser los más seguros que existen". Por la quilla y su estructura son "cuerpos insumergibles"... siempre que no haya fallos humanos, como al parecer ocurrió esa noche en el que el mar engulló al Bayesian, según las primeras investigaciones. Porque el considerado como el barco más seguro del mundo se hundió en un abrir y cerrar de ojos. "Este incidente parece una historia increíble, tanto técnicamente como en términos de hechos", ultimó Constantino.