José Ramón Pérez / ArteEE

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Reportajes

El vacío de la España rural y la Guardia Civil: Castilla-La Mancha, la región con menos agentes por km2

Tiene 4.923 efectivos y, como Extremadura, ha quedado fuera de la 'prueba piloto' por la que se les ha pedido a 1.800 agentes que renuncien, por 1.188 euros, a sus vacaciones para paliar la falta de plantilla.

24 agosto, 2024 01:55

"Si se renuncia a las vacaciones en los meses de verano te pagan 1.188 euros. Brutos. Julio y agosto a pulso. Conmigo que no cuenten". La cita es de un agente de la guardia civil en un grupo de Whatsapp del pasado de abril, al día siguiente de que se difundieran unas novedosas directrices del Mando de Operaciones de la Guardia Civil.  Se ponía así en marcha una "prueba piloto" para la prestación de servicios específicos en verano de 2024, cuando el Instituto Armado ha reforzado por vez primera las unidades con personal, excepto oficiales, dispuesto a posponer el disfrute de sus vacaciones estivales a un periodo fuera del 15 de junio y el 15 de septiembre. 

La medida viene amparada por el artículo 10.2 de la Orden General 1/2016, de 22 de enero, por la que se regulan las vacaciones, permisos y licencias del personal de la Guardia Civil, pero es la primera vez que se aplica. En principio, iban a ser 1682 agentes a repartir entre distintas comandancias, elegidas en función de si eran costeras, de interior con aumento de núcleo poblacional, o con índices de criminalidad. Luego, la directiva se amplió a 1.800 agentes voluntarios, incluyendo ya las USECIC (Unidades de Seguridad Ciudadana). Se buscaba reforzar Castilla y León, Valencia, Murcia, Andalucía, Galicia, Asturias, Cantabria, Aragón, las islas Canarias y Baleares. Desde la AUGC indican a EL ESPAÑOL que la medida "ha sido por las vacaciones, porque no hay agentes para cubrir turnos". 

La medida excepcional de este verano ha dejado fuera del refuerzo a Extremadura o Castilla-La Mancha. Si bien los criterios a la hora de fijar plantillas y reforzarlas para el verano son la delincuencia o el mayor número de población, la España Vaciada cuenta con un factor que no tienen Madrid (7.325 agentes); Murcia (2.028 agentes), o la Comunidad Valenciana (7.247 guardias civiles): los desplazamientos, unidos al tiempo para recorrerlos, son mucho más largos debido a su extensión geográfica. 

En Toledo, los dos trágicos sucesos acaecidos este mes de agosto han puesto de relieve las carencias en materia de personal del Instituto Armado. Fue JUCIL la asociación que criticó "las deficiencias en la capacidad de respuesta" para acudir al escenario del crimen del pequeño Mateo en Mocejón (Toledo) y detener al presunto autor del asesinato. 

"Aunque se activaron dos patrullas, una desde Seseña, a 39 kilómetros de distancia, y otra desde una localidad cercana, junto con el apoyo del Seprona desde Illescas, situado a casi treinta minutos, el tiempo de respuesta fue de cuarenta minutos". Con respecto al segundo, ocurrió en Otero, también en Toledo: una menor de 17 años murió de un tiro en la cabeza a manos de su padrastro. En este caso "la situación fue aún más grave" puesto que "el primer aviso de la discusión se produjo a las siete, y fue media hora después, según los testigos, cuando se escucharon los disparos, sin que ninguna patrulla hubiese llegado en este lapso hasta el lugar donde se produjo la llamada de emergencia".

Castilla-La Mancha, con sus 79.463 kilómetros cuadrados, es la tercera más grande de España y cuenta con 4.923 agentes de la Guardia Civil. Es, según Jucil, la comunidad autónoma con menor número de agentes por kilómetro cuadrado. Tiene 239 cuarteles, muchos de ellos "con solo 2, 3 o 4 guardias civiles, lo que les incapacita para ofrecer un servicio de 24 horas". Y también para montar patrullas, que se instauran con agentes que pertenecen a otros puestos, "teniendo que recorrer enormes distancias".

La Mancha es la más vacía de la España vaciada, puesto que Extremadura, con 41.634 kilómetros cuadrados, tiene 2.721 agentes. Galicia, con 5310 guardias civiles, sí se ha reforzado ante verano con 207 agentes. Pero, como indica Javier Montero, portavoz de Jucil, "hay muchos cuarteles con horarios reducidos, con sólo tres o cinco guardias civiles, que apenas dan abasto para atender las necesidades de su área".

La Guardia civil en el polideportivo municipal donde fue asesinado el pequeño Mateo. Foto: Javier Longobardo.

La Guardia civil en el polideportivo municipal donde fue asesinado el pequeño Mateo. Foto: Javier Longobardo.

"Necesitamos núcleos operativos más grandes, con concentraciones de varios cientos de guardias civiles y que eso permita distribuir patrullas y servicios más eficaces", afirma el representante de Jucil. La asociación estima que en Galicia harían falta unos 500 agentes más para poder cubrir "unos mínimos razonables".

Actualmente, "hay cuarteles como Grixoa, Bande, Covelo o Friol, por señalar algunos en cada una de las provincias gallegas, que permanecen abiertos solo unas horas, o unos días a la semana. Esto provoca que, en ocasiones, los tiempos de respuesta a las demandas de los ciudadanos, a las emergencias, sean mucho mayores de lo que todos queremos".

Con el actual sistema, "en ocasiones las patrullas tienen recorridos de hasta 150 kilómetros de ida y vuelta, lo cual resulta poco operativo y, muchas veces, nada satisfactorio para lo que solicitan los ciudadanos", puntualiza. "Si a eso le unes la especial orografía gallega y el estado de las vías de comunicación, con recorridos de 35 kilómetros que requieren una hora para hacerlos, el resultado es muy deficiente", añade.

El catálogo de plantilla

Según datos oficiales del Ministerio de Interior, en septiembre de 2023 en España había un total de 81.577 agentes de la Guardia Civil. En febrero de este año, 77.875, detalla la AUGC. Según la Asociación Independiente de Guardias Civiles (AIG), los primeros "venían a ser los más altos de la serie histórica, pero la realidad en la institución es que siguen faltando agentes se mire por donde se mire". Sobre todo, "en provincias de interior donde el personal va destinado. Y no es ya por números, porque somos más los agentes en activo o reserva: es por la percepción de los que estamos dentro".  

La creación de nuevos equipos, "como los arroba o grupos Viogen entre muchos otros, ha detraído considerablemente, efectivos de las unidades de seguridad ciudadana (puestos), donde la plantilla ya estaba ajustada al máximo". Por eso, "si desde hace años era difícil para muchas de estas unidades sacar una o dos patrullas al día, ahora se hace imposible. La realidad de las zonas rurales es esta, se pinte como se pinte".

Una ptrulla de la Guardia Civil, en una imagen de archivo.

Una ptrulla de la Guardia Civil, en una imagen de archivo.

En Cádiz, por citar un ejemplo, este verano "se está montando una patrulla de dos agentes de los cuatro puestos de Alcalá de los Gazules, Paterna, Benalup y Medina Sidonia", detalla la AUGC, abarcando 1.042 kilómetros cuadrados de los 1.538 de una comarca a la que pertenecen Conil de la Frontera, Barbate o Vejer. "Y en Cártama, en Málaga, están sin patrulla porque no se puede montar por falta de personal". 

Desde la IGC subrayan que en la actualidad lo de montar patrullas con agentes de distintos puestos "es una práctica habitual y que se produce en todo el territorio nacional", velando por la seguridad ciudadana de varias localidades "distantes entre si a muchos kilómetros de distancia. Lógicamente, esto imposibilita en numerosas ocasiones brindar una respuesta inmediata y rápida ante una incidencia".

Juan Fernández, secretario general de la Asociación Unificada de Guardias Civiles, destaca además que "el problema aquí es que los servicios de emergencia, en general, se han adaptado a las nuevas circunstancias. Tanto Bomberos como los servicios sanitarios. Han agrupado servicios para acortar los tiempos de reacción. El resto de policías también lo ha hecho. La Guardia Civil no. La Guardia Civil tiene pendiente analizar el despliegue territorial para centralizar a los efectivos y acortar así los tiempos de reacción cuando surge una emergencia. Hoy no es operativo este despliegue territorial".   

Nuevas realidades

Si bien las últimas cifras del catálogo de puestos de la Guardia Civil hacen pensar que se han cubierto las necesidades, "hay que tener en cuenta una circunstancia: estaba pensado para la realidad de hace treinta años, donde no había necesidad de crear grupos funcionales para la investigación o tratamiento de ciertos delitos, como ocurre ahora por ejemplo en los telemáticos, así como las medidas contempladas en la Ley de violencia de género, que requieren de una atención especializada, explica IGC a EL ESPAÑOL.

Asimismo, "hace 30 años un guardia civil no tenía los derechos sociolaborales que ahora si tienen como cualquier trabajador, sus dos días de descanso semanales, vacaciones, permisos para la conciliación familiar, días de compensación por festivos y nocturnos... Por lo tanto, habría que ver cual es el modelo policial que se quiere para la Guardia Civil y después ver que necesidades hay".

Lo que está claro es que "si el despliegue es el mismo que hace 30 años, las necesidades de personal son mucho mayores que entonces, cuando la jornada de un agente podía superar las 40 horas semanales, sin días de descanso por superación de jornada, sin derecho a los permisos de conciliación que tenemos hoy en día, como por ejemplo con la natalidad a progenitor distinto de la madre biológica, etcétera".

La Asociación Independiente de Guardias Civiles coincide con los históricos planteamientos de la AUGC y Jucil: la plantilla "está muy envejecida, y como dato significativo, cerca de un tercio de la plantilla supera los 50 años. Además, en los próximos años se producirá el pase a la reserva o jubilación de las grandes promociones de agentes de los años 90".

El secretario general de la AUGC, Juan Fernández, señala que "hay un déficit de plantillas. Siempre se dice que se está cumpliendo con la reposición de plantilla, pero eso no es cierto. Faltan todavía muchísimos guardias civiles. Faltan en el catálogo de puestos de trabajo pero además, faltan agentes por encima de ese catálogo. Estimamos que los catálogos de puestos de trabajo tienen que ampliarse en un 30%".