Rafa Mir ha hecho las maletas para poner tierra de por medio con el chalé de la Urbanización Torre en Conill de Bétera donde protagonizó una juerga con dos amigos y con dos chicas que le ha salido cara: le investigan por una agresión sexual -con acceso carnal- a una de esas jóvenes a las que conoció en la Discoteca Mya de la capital del Turia.
Durante este precipitado cambio de aires, ocurrido este jueves, a raíz del terremoto mediático que ha despertado el caso, Rafa Mir cargaba las maletas en un coche con la ayuda de su padre, el exfutbolista Magín Mir, y de su madre, Cristina Vicente, maestra de profesión. "Su madre está destrozada por la condena pública", tal y como lamenta un familiar del delantero del Valencia CF. "Ya hay hasta memes". "Es un juicio mediático".
También se está produciendo ese enjuiciamiento en el planeta fútbol: "Profesionalmente está jodido. Públicamente se le está condenando: ¿Y la presunción de inocencia?", según reflexiona esta persona que conoce el caso desde el mismo momento en el que su familiar, el futbolista Rafa Mir, fue conducido a los calabozos del cuartel de la Guardia Civil en Patraix.
"No tiene sentido que haya cometido el acto del que se le acusa porque le supone perjudicar su carrera deportiva". "Rafa es una persona bastante inteligente que sabe perfectamente que es un profesional y sabe lo que se juega: no puede caer en una de estas".
La tempestad judicial –aderezada con la presión de los medios- que amenaza con enterrar el renacer deportivo que buscaba el delantero con su cesión del Sevilla al Valencia, Rafa Mir la afronta con la fuerte personalidad que desarrolló cuando le ficharon los ojeadores del FC Barcelona. Por aquel entonces, se fijaron en un crío de los infantiles de la Escuela Deportiva de El Ranero que era un killer dentro del área. "Es una persona con un carácter fuerte porque se fue de su casa a La Masia con 12 años y eso hay que vivirlo: es un deportista que tuvo que crecer muy rápido".
Aunque es evidente que no ha madurado por no hacer otras consideraciones, a la vista del proceso judicial en el que está inmerso porque una chica, de 21 años, le ha denunciado por dos episodios agravados con introducción de miembros corporales. En concreto, por meterle supuestamente los dedos en la vagina sin su consentimiento, tanto en la piscina del chalé de Rafa Mir en la exclusiva Urbanización Torre en Conill, como en el aseo donde la víctima sostiene que la encerró contra su voluntad.
"Yo adelanto que esto no es ni un caso Alves ni un caso Ponferradina: aquí no hay ni agresión sexual ni penetración ni historias raras. Aquí hay un vete de mi casa y un despecho", ta y como advierte este familiar. Tales palabras van en la línea de lo que ha manifestado Jaime Campaner, abogado defensor de Rafa Mir y socio director del reputado bufete Campaner Law: "Se evidenciará que la imputación no se sostiene".
Este familiar insiste en tildar de "oportunista" la denuncia contra el todavía delantero del Valencia CF: "Lo denuncian por despecho". Esta persona sustenta esa teoría por un dato que se ha filtrado de la declaración prestada por el defensa central de Tercera División: Pablo Jara, amigo personal de Rafa Mir, y segundo investigado en esta causa judicial porque le denunció la otra chica a la que conocieron en la Discoteca Mya.
En concreto, una joven, de 25 años, que asegura que Pablo le tocó varias veces el culo y los senos en la piscina del delantero del Valencia. Además, en su denuncia expone que el defensa le pegó un puñetazo para echarla en bragas del chalé, junto a su amiga, de 21 años. Sin embargo, Pablo niega la agresión sexual y el puñetazo, incluso aseguró en los juzgados de Llíria que echó a las jóvenes de la casa porque presuntamente se pelearon entre ellas por celos por estar con Rafa Mir.
"Sacaron a las muchachas por la fuerza", según admite este familiar. "Pero no es menos verdad que el motivo fue la negativa de ambas a abandonar la vivienda de forma voluntaria: muy bebidas y provocando en todo momento, hasta el punto de amenazar con denunciar". "Ellas se fueron de la casa con la amenaza previa de que iban a denunciar".
EL ESPAÑOL ha confirmado que el futbolista "tenía novia" cuando salió de farra la noche del sábado 31 de agosto, después de invitar "a unos tres o cuatro amigos" de Javalí Nuevo, la pedanía murciana donde pasó su infancia y donde cada año organiza un campus de fútbol, para que asistieran al partido que el Valencia CF disputó en Mestalla ante el Villarreal.
El encuentro acabó en tablas y Rafa Mir se fue a la afamada Discoteca Mya, con el excapitán del Alcantarilla FC, Pablo Jara, y un amigo. En la disco, a eso de las seis de la madrugada cubatas mediantes, Rafa Mir conoció a dos chicas: una de 25 años y otra de 21 años, con la que supuestamente se acabó besando. "Ellos son jóvenes y se han pegado una fiesta", tal y como confirma este familiar del delantero che.
"Es normal que hayan estado de fiesta hasta esas horas porque es gente joven, pero de ahí a los hechos de los que se le acusan no tiene sentido", insiste. "Rafa tiene las mujeres que quiere cuando quiere. Precisamente, ese es uno de los fallos que puede tener porque si quiere tener mujeres las va a tener: es una persona joven, deportista, con dinero y no necesita forzar absolutamente a nadie. De tonto no tiene un pelo. Tiene la cabeza bien amueblada, sabe lo que ha conseguido y a dónde quiere llegar. No se va a jugar su carrera por una noche loca".
Pero lo cierto es que la recta final de la fiesta fue muy alocada. Este diario ha podido reconstruir por filtraciones de la Guardia Civil y fuentes letradas personadas en la causa judicial, que Rafa Mir propuso a las veinteañeras terminar la juerga junto a sus dos amigos en la piscina de su chalé, ubicado en la elitista Urbanización Torre en Conil en Bétera, donde residen grandes empresarios, otros jugadores del Valencia o políticos como el exministro de Transportes, José Luis Ábalos.
El futbolista (Cartagena, 1997) se subió en un taxi con las dos chicas y supuestamente le tocó los genitales a la de 25 años, incluso se besó con ella, delante de su amiga, de 21 años, con la que antes se había enrollado en la discoteca. La situación causó tensión entre las jóvenes porque la de 21 años presuntamente pidió al taxista detener el vehículo para cambiarse al asiento del copiloto. Al llegar a la urbanización, Rafa mantuvo sexo -presuntamente- consentido con la chica, de 25 años, y después apareció por la piscina donde se encontraba la otra joven.
El delantero comenzó a bromear y a tontear con la chica, de 21 años, para rebajar su aparente enfado, incluso la tiró presuntamente a la piscina para lanzarse el propio Rafa Mir detrás de ella. Una vez dentro del agua, se besaron y aquí difieren las versiones. La denunciante afirma que le introdujo los dedos en la vagina sin su consentimiento y el futbolista defiende que todo ocurrió de mutuo acuerdo.
Después acabaron en el aseo y otra vez los relatos son antagónicos. Ella manifiesta que fue obligada a ir al cuarto de baño, incluso que la encerró para volver a introducirle los dedos en la vagina sin su autorización. Y Rafa Mir afirma ante la magistrada Ana Magraner Naya, titular del Juzgado de Instrucción número 8 de Llíria, que todos los tocamientos sexuales fueron consentidos.
De hecho, relata que acabó en una habitación besándose con esta joven, de 21 años, donde irrumpió la chica, de 25 años, iniciando una acalorada discusión para recriminarle a su amiga que tuviese esa actitud con el futbolista sabiendo que antes se acostó con ella. En este punto, aparece en escena Pablo Jara, amigo de Rafa Mir, para echar a las dos chicas del chalé porque están montando un espectáculo. "Estas se pegaron", según concluye este familiar del delantero che. "La Policía Local [de Bétera] fue por un escándalo y tendrá que poner lo que ocurrió [en un atestado]".
El campo de fútbol
De momento, la jueza ha dejado en libertad como investigados tanto a Pablo Jara como a Rafa Mir. El futbolista del Valencia tiene la obligación de comparecer cada semana en los juzgados, se le ha retirado su pasaporte para que no pueda salir de España y tiene una orden de alejamiento de la víctima de 500 metros. Su abogado defensor, Jaime Campaner, se muestra satisfecho: "Se trataba de evitar la prisión preventiva. No me he opuesto a las medidas cautelares".
El familiar del futbolista habla con optimismo sobre el proceso legal: "Es totalmente inocente". Entretanto, en la pedanía murciana de Javalí Nuevo donde Rafa Mir pasó su infancia y todos los veranos acude a celebrar su campus de fútbol para niños, sus vecinos están sorprendidos por la causa judicial en la que está envuelto su paisano. "Esto no cuadra con el Rafa Mir que conocemos", apunta un vecino. "Me he quedado muerto".
Un amigo de los padres del delantero se muestra desolado ante la instrucción judicial: "Estoy consternado porque esto supone un dolor extremo para los que le conocemos". "Un hijo duele mucho para cualquier padre".
También se pronuncian en los mismos términos aquellos que conocieron a Rafa Mir cuando empezó a dar sus primeras patadas a una pelota: "Era un buen chico cuando empezó con el fútbol-sala. Yo le llevaba a los partidos de las escuelas deportivas y llegó a compartir equipo con Pablo Jara. Esto que ha pasado es algo muy gordo. La gente siente más pena que interés en pensar si le van a quitar su nombre al campo de fútbol del pueblo".
Prueba de ello es que una antigua miembro de la Junta Municipal de Javalí Nuevo confirma a este diario que la gente contiene la respiración y ningún partido político se ha pronunciado sobre la posibilidad de cambiar el nombre del campo de fútbol, dedicado a Rafa Mir, como homenaje a la plata que logró con España en las Olimpiadas de Tokio: "Todo el mundo está a la espera del resultado del proceso judicial".