Hace tiempo que se reclama que la labor que desarrolla cualquier miembro de la Guardia Civil, de la Policía Nacional o del Servicio de Aduanas, sea catalogada como profesión de riesgo. El Senado aprobó en abril instar al Gobierno a dar ese reconocimiento a los citados cuerpos y la petición está más que justificada. El último ejemplo de que cualquier agente se juega a diario su vida se ha producido en Iznalloz (Granada), cuando un integrante de la Benemérita estaba visitando a sus padres durante sus vacaciones y le metieron fuego a su coche: un Nissan Qashqai.

EL ESPAÑOL ha confirmado que el Instituto Armado ha abierto una investigación para esclarecer un delito de daños por incendio, con grave riesgo para la integridad de las personas. Todo ocurrió la madrugada del viernes 30 de agosto, cuando el agente tuvo que apagar con una manguera el fuego que estaba arrasando su Nissan Qashqai, para evitar que las llamas se propagasen a la casa donde este guardia civil dormía junto a sus padres, su esposa, y su hijo, de 9 años.

El afectado es un guardia civil destinado en Valencia y acumula una buena hoja de servicios desde que ingresó en el Instituto Armado en el año 2007. "Le quemaron de forma intencionada su vehículo particular cuando visitaba a sus padres en Granada", tal y como confirman fuentes de la investigación. "El coche estaba pegado a la casa y podría haberse producido alguna muerte, si el agente no se despierta para sofocar el fuego".

El Instituto Armado trata de dar caza a la persona -o personas- que rociaron con líquido inflamable las ruedas y los parabrisas del vehículo del agente que estaba disfrutando de sus vacaciones, para que los neumáticos hicieran de hilo conductor de las llamas. Estas fuentes de la investigación sostienen que se trata de un ataque "claramente premeditado" contra el agente, "por su condición de guardia civil", debido a que había once vehículos estacionados en la calle donde se produjeron los hechos.

De hecho, las citadas fuentes remarcan que el autor -o autores- pretendía "garantizarse" que ocasionaba "el mayor daño posible" a su objetivo aquella madrugada del 30 de agosto. El Nissan Qashqai estaba aparcado a unos centímetros de la fachada de la casa de Iznalloz donde estaba durmiendo el guardia civil junto a sus familiares. Incluso las llamas podrían haber llegado a afectar a otra vivienda contigua.

Una grúa retirando el vehículo quemado del guardia civil en Iznalloz (Granada).

El motivo por el que se baraja que este ataque se haya producido por "su condición de guardia civil", se debe a que la casa de la familia del agente está próxima "a una innumerable cantidad de viviendas que están dedicadas al cultivo de marihuana". Además, su condición de miembro del Instituto Armado es "conocida" por la mayoría de los vecinos de Iznalloz: un pueblo que atraviesa un preocupante repunte de personas que se dedican a producir marihuana.

Así lo pone de manifiesto que Endesa haya detectado la existencia de 1.600 puntos de luz sin contrato, en un pueblo con apenas 5.200 vecinos. Prueba de ello es que el Instituto Armado desmanteló en mayo, en la 'Operación Far Medieval', un total de 52 viviendas con enganches ilegales, para dar energía a ocho invernaderos con 752 plantas de cannabis sativa.

Ese operativo es solo un botón de muestra del "incremento de la inseguridad" en las zonas rurales de Granada y de las 700 intervenciones contra centros clandestinos de producción de 'maría' que se han producido durante 2023 a lo largo de toda la provincia.

Este guardia civil se jugó el pellejo sofocando las llamas, gracias a que unos perros comenzaron a ladrar sobre las cuatro de la madrugada, alertados por el fuego. El agente corrió por todas las estancias de la casa, despertando a sus familiares, debido a que el humo penetró en la vivienda mientras dormían. Posteriormente, buscó una manguera para sofocar las llamas de su Nissan, evitando que se propagasen a la casa de sus padres, a la de otros vecinos, incluso a otros coches estacionados en esa misma calle.

La aseguradora no responde

"El autor -o autores- de los hechos huyó a pie porque no se escuchó ningún vehículo por la zona". Tan solo las sirenas de los bomberos y de una patrulla de la Benemérita. De momento, la Guardia Civil está recabando las grabaciones de cámaras de seguridad de viviendas y comercios de Iznalloz, para esclarecer la autoría de este delito de daños por incendio, con grave riesgo para la integridad de las personas, que ha afectado a un agente con 17 años de experiencia y que trabaja en un Área de Investigación en un puesto de la Comunidad Valenciana.

El Nissan Qashqai valorado en 12.000 euros ha sufrido daños en las cuatro ruedas, en la puerta del maletero, en los parabrisas, el paragolpes trasero… A pesar de todo, la compañía de seguros le está poniendo pegas al guardia civil, para hacerse cargo del siniestro de un profesional que se juega la vida a diario, para velar por la seguridad de todos -incluidos los trabajadores de la propia aseguradora-.