Víctor Gutiérrez (Madrid, 6 de marzo de 1991) está acostumbrado a nadar en la piscina. Waterpolista profesional (actualmente jugador del Real Canoe), internacional con España, primer waterpolista español en exponer su homosexualidad públicamente, graduado en Periodismo y Comunicación Audiovidual y máster en Comunicación Corporativa, Eventos y Protocolo y con un MBA realizado en la Universidad Católica de Murcia (UCAM), tampoco es ajeno a los medios de comunicación.
Sin embargo, esta semana, lejos de estar inmerso en el cloro, se ha metido en varios charcos tras lo ocurrido en el 41º Congreso Federal del PSOE. El problema ha sido que las resoluciones votadas por los delegados en Sevilla dijeron una cosa y Gutiérrez, voz oficial del partido, secretario LGTBI socialista, dijo lo contrario al día siguiente ante los medios. Y, en conversación con EL ESPAÑOL, lo mantiene.
Desde su propio partido se le ha atacado a lo largo de la semana. También públicamente.
Cristina Maestre, eurodiputada, vicesecretaria general y portavoz del PSOE Castilla-La Mancha, le escribía a través de Twitter: "Oye, Víctor, ¿hablas en nombre de la ejecutiva federal del PSOE cuando dices (24 horas después del Congreso) que no se va a cumplir el mandato de la comisión de Igualdad, ¿revalidada por mayoría en el plenario? ¿Me puedes contestar sin tacharme de transfobia?".
No hubo respuesta por parte del secretario LGTBI del PSOE. Al menos, no hubo contestación pública personal.
Cuestionado por ello, Gutiérrez apunta: "En todo caso esto es una opinión personal que como deportista de élite he defendido a lo largo de toda mi carrera profesional, y voy a seguir pensando y defendiendo lo mismo. Para que me entienda con un ejemplo similar, el PSOE es el partido más grande de España, y en él conviven distintas realidades sobre cuestiones como la tauromaquia, la religión o la caza. Eso no va a hacer que quienes somos (o sean) antitaurinos dejemos de serlo, somos un partido muy grande y diverso y con una militancia responsable que sabe diferenciar entre la opinión personal y aquello que debemos desarrollar en nuestra acción pública como cargos del partido conforme a lo aprobado en nuestros congresos. Lo que sí puedo asegurar es que voy a continuar poniendo todo mi esfuerzo, mi trabajo y mi determinación en seguir luchando porque el colectivo LGTBI+ continúe conquistando derechos y libertades".
El 'primer' waterpolista gay
Víctor Gutiérrez es, además de secretario LGTBI del PSOE desde hace tres años —revalidó el puesto el pasado fin de semana—, jugador de waterpolo del Real Canoe. Ha sido internacional en más de 70 ocasiones con la Selección Española y en 2016 decidió declarar públicamente su homosexualidad, convirtiéndose en el primer waterpolista de élite en hacerlo.
A lo largo de su trayectoria, se le puede ver involucrado con proyectos políticos desde hace años. De hecho, participó en una campaña de Ciudadanos llamada España Ciudadana en la que contaba su experiencia como deportista, que mostraba como positiva. Además, escribió un libro llamado Balón amarillo; bandera arcoíris: el deporte de élite sale del armario. En él cuenta cómo ha vivido la homosexualidad desde pequeño y explica cómo su orientación sexual le ha marcado a lo largo de sus 33 años de vida.
Gutiérrez es diputado por el PSOE desde hace justo un año. Llegó al Congreso el pasado diciembre. Desde entonces, compatibiliza su labor la Cámara con el deporte en la piscina.
"Mis responsabilidades como diputado y como secretario de políticas LGTBI son mi absoluta prioridad, pero desde que estoy en política he querido guardarme una parcela de mi tiempo para seguir dedicándosela al deporte", dice.
Reconoce que la oportunidad de entrar de lleno en el partido le llegó "en el mejor momento deportivo" de su carrera. Pudo retirarse, pero "sentía que el deporte y yo aún teníamos mucho que darnos".
De entrenamientos de 6 horas diarias ha pasado a ir cuando puede. Eso no le impide competir en la máxima categoría. "Los fines de semana tenemos partidos, aunque hay muchos que mi agenda me impide disputar", apunta.
"El waterpolo es mi mayor pasión y me encanta competir. Además, el deporte me sirve para salir de la burbuja política en la que inevitablemente caemos y como actividad para desestresarme y limpiar mi cabeza. Esta es mi 16ª temporada en la élite, pero estoy con las mismas ganas e ilusión que un debutante. No veo cerca mi retirada, y voy a estirar el chicle todo lo que pueda", apunta.
Una semana complicada
La semana para Gutiérrez no ha sido fácil. Las acusaciones públicas y las decisiones internas en el Congreso federal del pasado fin de semana le ponían en el punto de mira en el que está cualquier disidente.
El primer punto de controversia llegó en un aspecto que Gutiérrez conoce perfectamente: el deporte. El texto de la resolución aprobada por el PSOE explica que en las prácticas deportivas se evitarán "ventajas competitivas que puedan ser contrarias al principio de igualdad, sin que ninguna persona de sexo masculino pueda participar en las categorías destinadas a mujeres". La interpretación de este punto es amplia en el ámbito socialista, pues desde el partido no se aclara quién es mujer.
No obstante, Gutiérrez tenía claro a principios de semana que esto era un "error". ¿Por qué? "Porque en España ninguna persona de sexo masculino compite en categorías femeninas. Es así de sencillo", dice Gutiérrez en una contestación escrita a EL ESPAÑOL.
"No cabe ninguna duda de que para las y los socialistas, las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres. Esto está reconocido no sólo en nuestra normativa, sino también en el espíritu inclusivo que define nuestras políticas", insiste.
Es decir, que no cabe interpretación alguna desde su punto de vista. "La única excepción a esto podría darse en las infancias, ya que la legislación vigente no permite a niños y niñas instar el cambio registral de su sexo. Pero, como deportista de élite, me pregunto: ¿qué ventaja competitiva puede tener un niño o una niña de 6 a 12 años? Yo mismo he competido en categoría mixta, con chicas, hasta los 14 años, como así ocurre en muchas disciplinas. Cuando hablamos de los menores trans, estamos hablando del sector más vulnerable dentro de un colectivo que ya sufre una terrible discriminación estructural".
De hecho, Gutiérrez cree que el deporte es un "derecho fundamental" reconocido en la Ley del Deporte. "Cualquier controversia que aleje a alguien de la práctica deportiva, especialmente a los más vulnerables, es un error que contradice nuestros principios de igualdad y justicia social".
Gutiérrez no duda en volver a insistir en que, por todo lo expuesto, le parece "un error". "Porque contradice la trayectoria histórica del Partido Socialista y unos principios que hacen que esta medida sea difícilmente aplicable", apunta.
Sin embargo, claro está que su partido aprobó lo contrario el pasado fin de semana. "Respeto profundamente nuestras resoluciones políticas, pero en este caso no comparto ese aspecto en concreto. Creo que debemos trabajar para que nuestras políticas sean siempre inclusivas y reflejen el compromiso histórico del PSOE con la igualdad".
Añadir el +
Una de las dos medidas controvertidas que tomó el partido fue la de no añadir + a las siglas LGTBI en las comunicaciones del partido. De esta manera, se dejaba lo queer y nuevas sensibilidades a un lado y se abogaba por un feminismo clásico en el PSOE.
Gutiérrez, sin embargo, disipó cualquier duda el lunes: "No se añade nada que es muy diferente a 'se elimina'". Para él, el + es un "símbolo".
Insiste a EL ESPAÑOL en que la posición que él mismo defendió "no fue añadir la Q, sino avanzar incorporando el + como fórmula más inclusiva, que recoge de manera abierta y plural las realidades del colectivo".
Entiende que ese simple gesto simboliza no dejar "a nadie atrás y que "todas las personas que no encajan en las categorías tradicionales de orientación e identidad sexual o expresión de género tienen un espacio bajo nuestro paraguas político".
Esa misma fórmula es la que utiliza el Gobierno en sus comunicaciones. "Creí conveniente unificarlo también con el partido", arguye.
"Lo verdaderamente importante es que en este Congreso hemos aprobado 36 medidas fundamentales para avanzar en los derechos del colectivo LGTBI+", escribe en sus respuestas Gutiérrez antes de invocar algunos ejemplos.
"Hemos decidido incluir en el Código Penal la prohibición de las llamadas terapias de conversión, prácticas profundamente dañinas que intentan cambiar la orientación sexual o la identidad de género de una persona, violando sus derechos humanos. Este avance es un paso decisivo para proteger a las personas del colectivo frente a cualquier intento de coacción o abuso".
Además, resta importancia a la decisión tomada. "Aunque las siglas son importantes como símbolo de inclusión, lo esencial es el compromiso del partido con políticas que defiendan y amplíen los derechos de todas las personas del colectivo", aduce.
"LGTBI+ es una fórmula que no limita nuestra capacidad de incluir y, al mismo tiempo, nos permite centrarnos en lo prioritario: garantizar derechos, erradicar la discriminación y avanzar como sociedad", explica.
Sobre lo ocurrido esta semana, apunta que "se ha generado un debate mediático importante y necesario, ya que estamos hablando de la realidad de muchas personas que necesitan verse reconocidas y protegidas en las políticas, pero lo cierto es que ningún partido político tiene oficialmente incorporada la Q en su nomenclatura, ni tan siquiera la mayoría de colectivos y entidades".
"Sin consecuencias"
Gutiérrez tiene claro que, en la práctica, "las consecuencias reales de estas enmiendas serán muy limitadas, principalmente porque lo que plantean son difícilmente aplicable".
"No deja de ser preocupante que estas decisiones transmitan un mensaje que puede ser interpretado como un retroceso en la trayectoria histórica del PSOE en defensa de los derechos del colectivo LGTBI", insiste.
Cree que cualquier debate sobre siglas "no cambia nuestro compromiso político". "Nos seguiremos dedicando a garantizar la igualdad y los derechos de todas las personas, porque eso es lo que define al Partido Socialista, más allá de cómo nos nombremos".
"En resumen, aunque estas enmiendas tengan poco impacto práctico, debemos trabajar para que no se utilicen para generar exclusiones o divisiones dentro del colectivo. Lo esencial es que el PSOE sigue comprometido con una agenda política que avance hacia una igualdad real para todas y todos", apunta.
El mensaje de Gutiérrez se enfoca no solo en el aspecto de competición, sino también en los distintos niveles deportivos. "[El deporte] significa empaparse de una serie de valores asociados a la práctica deportiva, desarrollar sentimiento de pertenencia a un grupo, son los lazos que se estrechan con los demás, es salud física y mental, es esfuerzo, disciplina, son experiencias que te forman como ser humano… Todas esas cosas tan positivas no pueden ser negadas a nadie, y mucho menos a las personas que más discriminación sufren como las LGTBI+".
Sus objetivos como secretario LGTBI pasan por "seguir consolidando al PSOE como el partido de referencia en la defensa de los derechos LGTBI, trabajando en políticas que protejan a las personas más vulnerables, avancen en la implementación de las leyes aprobadas y luchen contra cualquier forma de discriminación o discurso de odio. Además, considero fundamental reforzar el diálogo con los colectivos LGTBI y con nuestra militancia LGTBI dentro del partido".
Es consciente Gutiérrez de que "algunos pueden sentirse desconcertados por ciertas decisiones, y mi intención es patearme las agrupaciones, escuchar a la militancia, hablar con la gente y animarla a seguir trabajando por este proyecto común. El PSOE no sería lo que es hoy sin su militancia comprometida y sin los colectivos que siempre han estado en la primera línea de lucha por la igualdad".
Gutiérrez está preocupado por implementar plenamente la Ley Trans y LGTBI —"que se traduzca en cambios reales en la vida de las personas"—, prestar atención al mundo rural, preocupado por los "discursos de la ultraderecha" —"están provocando que muchos jóvenes sean expulsados de sus casas al manifestar a sus familia su orientación o identidad sexual y su expresión de género"— o "abordar el terrible fenómeno del chemsex (consumo de drogas y patrón de comportamiento sexual concreto, según el Ministerio de Sanidad) desde las instituciones en las que gobernamos".
Pero entre sus objetivos también se encuentra uno que esta semana parecía desmoronarse. "También quiero fortalecer la relación histórica entre el movimiento feminista inclusivo que ha sido siempre el socialista y el colectivo LGTBI. El feminismo de la alegría que unió en la lucha feminista y LGTBI a Carmen Alborch y Pedro Zerolo. Juntos hemos logrado avances que han transformado nuestra sociedad, y estoy convencido de que esa alianza sigue siendo clave para los retos del futuro".