Rupert Murdoch fracasa en su intento de alterar las reglas de su sucesión y otorgar todo el poder a su hijo favorito, Lachlan
- El comisionado de Nevada concluye que el patriarca de los medios actuó de "mala fe" en su esfuerzo por enmendar el fideicomiso irrevocable.
- Más información: Rupert Murdoch, el hombre que hizo "mucho bien y mucho daño" al periodismo: el fin de "su batalla por la libertad de expresión"
El comisionado testamentario de Nevada falló en contra del intento de Rupert Murdoch de alterar las reglas de su sucesión para consolidar el control de su imperio mediático en manos de su hijo Lachlan, informó este lunes el New York Times, citando un documento judicial sellado.
Los cuatro hijos del patriarca, y él mismo, se enfrentaban entre sí en una encarnizada batalla legal en un tribunal de Reno, en el estado de Nevada, por culpa de un fideicomiso .
El comisionado de Nevada, Edmund Gorman, concluyó en una decisión presentada el sábado que Rupert Murdoch y Lachlan, que dirige Fox Corp FOXA.O, empresa matriz de Fox News, y News Corp NWSA.O, habían actuado de "mala fe" en su esfuerzo por enmendar el fideicomiso irrevocable, informó el Times.
Las condiciones de ese fideicomiso –el contrato por el que un testador deja su herencia o parte de ella a sus herederos– se establecieron en 1999. Fue el año en el que Rupert Murdoch se divorció de su exmujer Anna Maria Torv tras 32 años de matrimonio. Ella podría haberse hecho con el control de la mitad del patrimonio del magnate si lo hubiese llevado a juicio; en su lugar, decidió asegurar el futuro de sus tres hijos –Elisabeth, Lachlan y James– obligando a Rupert Murdoch a crear dicho fideicomiso para garantizarles un puesto de responsabilidad orgánica en su imperio. Entre las condiciones estaba que sólo ellos tres y Prudence Murdoch, hija del anterior matrimonio de Rupert con Patricia Booker, podían tener voz y voto en el consejo directivo del conglomerado.
Con ese acuerdo, Anna María Torv se libraba de que futuros hijos o hijas del magnate –que ya lleva cinco matrimonios– pudiesen influir en el patrimonio familiar. Así, por ejemplo, las dos descendientes que tuvo con su tercera mujer, Wendi Deng, llamadas Chloe y Grace, tendrán una suculenta herencia cuando Rupert Murdoch muera, pero no podrán gozar de ningún tipo de privilegio en cuanto a toma de decisiones en la empresa se refiere. En cambio, Elisabeth, Lachlan, James y Prudence tendrán un voto cada uno y asumirán, por igual, las responsabilidades del negocio familiar.
La estrategia más reciente del nonagenario Murdoch y la que finalmente ha fracasado consistía en tratar de modificar las condiciones de ese fideicomiso firmado en 1999 para concentrar el poder en el hijo predilecto del magnate: Lachlan Murdoch. Un movimiento que el empresario australiano bautizó con el paradigmático nombre de Project Harmony (Proyecto Armonía), y que añadió un nuevo episodio a la larga lista de polémicas y litigios mediáticos de la familia.
El fideicomiso de la discordia
Lachlan Murdoch es el favorito de Rupert por una sencilla razón: es el más afín a su ideología. No debe olvidarse que la línea editorial de Fox es muy conservadora. Fox, a través del canal de televisión Fox News, ha sido el principal apoyo de figuras como Donald Trump o George Bush en su carrera hacia la Casa Blanca. De sus huestes han salido hasta personajes como el presentador y agitador Tucker Carlson, quien fue despedido en 2023 por haber propagado el bulo del fraude electoral en Estados Unidos.
La ideología de Murdoch es, por tanto, claramente de derechas, y él quería que el sucesor de su imperio también lo sea. Rupert Murdoch quiere a un gestor que apoye la línea ideológica del Partido Republicano con fe ciega y que dé a la masa –en eso todos los medios de Murdoch, desde The Sun hasta The New York Post siempre han sido expertos– lo que esta quiere recibir. Es la única manera de mantener unos buenos datos de audiencia. Todo por el share.
Lachlan Murdoch es un conservador de manual, y Rupert lo quería a él como único gestor al frente de su imperio mediático. El actual copresidente de News Corp y CEO de Fox Corporation, de 53 años, no es abiertamente trumpista, pero tampoco es ningún secreto que "tiene una especie de inclinación filosófica", en palabras del periodista australiano Paddy Manning, biógrafo de Lachlan, hacia figuras como la de Tucker Carlson. Sí, el mismo Tucker que apoya la agenda MAGA de Trump, blanquea los disturbios en el Capitolio, niega el cambio climático, condena el aborto o promueve las teorías de la conspiración del fraude electoral alineadas con la extrema derecha.
Para Rupert Murdoch, tener al frente a Lachlan era la única forma de asegurarse de que la razón de ser, el espíritu originario, el core de Fox News, se mantenga incólume tras su muerte. Era la principal tesis sobre la que se eregía su estrategia de modificar el fideicomiso y el argumento que utilizó en los tribunales para que estos le dieran a Lachlan todo el poder en detrimento de James, Elizabeth y Prudence.
Desavenencias familiares
James y Lachlan trabajaron juntos durante un tiempo, concretamente de 2015 a 2019. Lo hicieron al frente del estudio de producción 21st Century Fox. Sin embargo, en 2019 Disney lo compró y James Murdoch abandonó la dirección. En 2020, también salió del consejo de News Corp., argumentando "diferencias sobre contenidos editoriales" y "otras decisiones estratégicas". No hacían falta demasiados análisis para comprender que se refería a que no estaba cómodo con la lealtad de Fox News con Donald Trump durante su mandato.
De hecho, son varias las fuentes que apuntan a que James Murdoch invirtió mucho dinero en la campaña demócrata de Joe Biden. También son sonadas las diferencias de opinión que tiene respecto a la línea editorial de Fox en materias como el cambio climático –James es muy cercano a Al Gore– o el aborto. El propio Rupert Murdoch tuvo que afirmar ante sus accionistas que "no hay negacionistas del cambio climático" en su compañía y que "se basa en argumentos científicos para limitarlo"; no obstante, en 2015, en su cuenta de Twitter, el magnate de 93 años aseguró que es "un escéptico del cambio climático". La postura, alineada con la de Lachlan, contradice la de James.
"Me sentí cada vez más incómodo con mi posición en la junta directiva y tenía algunos desacuerdos sobre cómo se toman ciertas decisiones", expresó el propio James Murdoch a The Independent. "En realidad no fue una decisión tan difícil. Quería hacer borrón y cuenta nueva". James es la oveja negra de la familia a ojos de su padre, el Kendall de los Roy/Murdoch. Elisabeth y Prudence, por su parte, mantienen una postura mucho más neutral respecto a la disputa familiar.
Prudence, hija de otro matrimonio y figura neutral en la trama, apenas se deja involucrar por las rencillas familiares, aunque, por el momento, apoya a James; Elisabeth, por su parte, está mucho más alineada con los postulados ideológicos de James, aunque entre ambos también ha habido fricciones. Sin embargo, cuando Rupert le dijo que pensaba modificar el fideicomiso para darle todo el poder a Lachlan, sacó las uñas y se negó en rotundo. Al final, los tres hermanos se pusieron en contra de Rupert. Ninguno acudió a su boda con Elena Zhukova, su quinta esposa, el pasado junio.