Lorenzo Mariana tiene una discapacidad del 80%, pinta con la boca y vende por toda Europa: "No tengo límites"
- El artista padece un síndrome que le impide mover sus articulaciones con fluidez, pero ha conseguido vender cuadros por miles de euros.
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Hay personas a las que la vida no les pone las cosas fáciles o, por lo menos, eso intenta. En un rincón del arte contemporáneo se encuentran las obras de Lorenzo Mariana, un joven pintor que trasciende las barreras físicas y mentales con cada una de las pinceladas que traza. Lorenzo tiene una discapacidad motora del 80% que le impide mover sus articulaciones con fluidez, pero nada le va a impedir convertirse en el próximo Velázquez.
Desde su nacimiento, su vida iba a estar marcada por la artrogriposis múltiple congénita, una minusvalía física que afecta a uno de cada 3.000 nacimientos. Este síndrome se caracteriza por la rigidez y contractura de las articulaciones, por lo que se limita el rango de movimiento de las mismas o su fijación completa; pero esto no es ninguna limitación para este artista.
Mariana ha desarrollado la habilidad para pintar con la boca, ya que "un artista es artista por su capacidad para hacer arte, no por pintar con las manos". A sus cuatro años entró en la Asociación de Pintores Con la Boca y Con El Pie (APBP), convirtiéndose en el becario más joven de toda España y Europa y, 21 años después, ha conseguido vender las copias de sus obras por todo el mundo, y cuadros por valor de 1.000 euros. "No está mal para empezar", dice jocoso.
APBP es una organización internacional que agrupa a artistas con distintas discapacidades. Debido a las limitaciones en sus extremidades, crean arte utilizando su boca o los pies, y la asociación les proporciona apoyo a través de la visibilidad, recursos y promoción de sus obras.
En este sentido, la labor más importante de esta comunidad no es esta exposición de compra, si no que gracias a ella, Lorenzo y cientos de artistas más pueden desmontar los estigmas sociales, pues no solo pintan cuadros, también abren nuevos espacios a la inclusión social, cultural y artística, compartiendo su talento a una audiencia global.
Una discapacidad con mucho arte
Pese a lo que muchas personas pueden pensar, los ceños fruncidos por las calles, las miradas constantes o una falsa compasión, Lorenzo nunca ha tenido problemas con ser discapacitado. "Siempre lo ha llevado bien" por dos razones que se han convertido en los pilares de su vida: el respaldo de su familia y amigos, y la actitud positiva con la que se levanta cada día.
Este conquense tiene muy claro cuáles son sus virtudes. El pintor se define como una persona feliz ante todo, sin miedo a nada, inconformista, echado para adelante, ambicioso, melómano, gracioso, pesado, callejero…, y una larga lista de calificativos que se resumen en 'un joven seguro de sí mismo'. Cuando le preguntan por sus limitaciones la respuesta es más sencilla: no tiene. "Cada uno es como es, solo hay que encontrar las maneras para hacer las cosas o los enfoques para ver la vida".
Cuando en el camino te encuentras piedras tienes varias opciones, tropezar con ella, saltarla o rodearla. Lorenzo cuenta a EL ESPAÑOL que lo primero que hay que hacer cuando "desentonas con la normalidad" es aceptarse a uno mismo, saber quién eres y cómo eres. "Tengo la suerte de haber nacido con esta minusvalía, no sé cómo es la vida sin ella. Yo he nacido así, no sé lo que es conducir o poder utilizar las manos porque nunca lo he hecho, pero no pasa nada", resalta.
El artista sabe lo que es luchar por las cosas, sabe lo cuesta ganarse el respeto de las personas, que le traten por igual o que se le acepte por como es. Lorenzo lleva toda una vida superando los baches que le pone su discapacidad, y la de muchos de sus compañeros. "La vida no es vivir, es sobrevivir. Cuando tienes problemas hay que buscar apoyos, y estos se van a convertir en un refugio. Al final, lo más importante es vivir lo que te toca, jugar con tus barreras y echarle un par de huevos", sentencia.
Talento sin fronteras
Una idea, unos esbozos, un lienzo, un pincel, un poco de pintura y mucho talento, estos son los elementos para convertirse en un gran pintor. Al igual que con sus impresionantes cuadros, Mariana ha ido pincelando su personalidad a lo largo de sus 25 años, una tarea que no ha sido fácil; pero si este joven es capaz de crear obras realistas con los técnicos y laboriosos movimientos de su boca, de qué se le va a privar.
"Todos tenemos algo, bueno o malo, y una discapacidad tiene muchas cosas buenas. Gracias a ella he perfilado mi personalidad, sin mi minusvalía no hubiera sido yo. Te hace esforzarte más, yo no pediría que me cogieran un vaso de agua o que me abrieran la puerta si pudiera. Por estas cosas he desarrollado unas habilidades sociales excelentes, las tengo muy avanzada porque las he trabajado para sobrevivir y poder adaptarme a la sociedad", aclara.
Lorenzo lleva vinculado a la pintura desde que tiene recuerdo, pero cuando uno se hace mayor "todo cambia", y comenzó la carrera de derecho. "Siempre me ha gustado el mundo de las leyes, pero cuando empecé a estudiarlo me di cuenta de que quizás no era lo mío, que lo mío era pintar, por lo que dejé el derecho un poco de lado", asegura.
En la escuela infantil a la que iba el conquense, una profesora propuso la actividad de pintar un cuadro, y Lorenzo tenía más talento con su boca que cualquier niño de su edad con las manos, fue entonces cuando entró de cabeza a APBP. Ahora lleva 21 años dedicándose a la pintura y formándose en la escuela Víctor y Damián de Dios, pero no ha sido hasta hace poco cuando se ha enamorado completamente de ella.
"En los últimos años le he dado mucha más importancia, la importancia que se merece. Al arte hay que saber apreciarlo", afirma. Humilde y considerado, el pintor cuenta que sus obras no valen más por haberlas pintado con la boca que la de un artista que pinte con sus manos. A su parecer quien no sabe pintar da igual con qué pinte, él ha entrenado su boca para que se conviertan en sus manos. "Saber pintar no va en la mano, está en el saber, en la pasión, está en el talento".
Actualmente Lorenzo está sumergido en el fascinante mundo del arte realista. "En el arte todo se respeta", pero según cuenta a este diario, el realismo es de los estilos más complicados y, por ello, de los más bonitos. El arte de este joven se traduce en retratos de estilo barroco, con muy pocos colores, y bastante oscuras. Este es su estilo con el que florecen unas obras únicas que embellecen la vista.
"Estamos guay"
La discapacidad que tiene Lorenzo es poco frecuente. Según los datos proporcionados por Orphanet se estima que en Europa la incidencia o prevalencia es de 5,7 de cada 100.000 nacimientos. Sus principales características son los brazos extendidos con flexión de manos y muñecas, los hombros rotados internamente, contracturas variables de otras articulaciones como las rodillas, caderas luxadas, posible afectación pulmonar…, entre otras complicaciones.
Aun así, el joven artista se mantiene con la cabeza alta, positivo y feliz. "A un tío que anda raro se le mira, no se puede evitar, yo miro a gente que está mejor o peor que yo", dice irónico. Mariana ya está acostumbrado a ser "el centro de atención", aunque no es lo mismo en un pueblo, "donde hay más estigma con los minusválidos", que en una gran ciudad, "donde pasan desapercibidos".
"Todavía hay muchas trabas arquitectónicas, pero van mejorando. De hecho, es la mejor época haber nacido discapacitado, si no, no estaríamos aquí", comenta mientras se ríe. "Queda mucho trabajo por hacer a nivel social, pero lo importante es seguir adelante, y estamos yendo. La discapacidad es una navaja de doble filo, hay que saber lidiar con ella, pero creo que vamos guay", finaliza.