“¿Es normal que para practicar un tratamiento para el dolor de espalda, el fisioterapeuta tenga que realizar movimientos circulares en los genitales y los pechos de la paciente?”.
Fue una de las preguntas que los Mossos d’Esquadra trasladaron en enero al Colegio de Fisioterapeutas de Catalunya. El motivo es que habían recibido varias denuncias de mujeres que afirmaban haber sufrido abusos de su osteópata.
La policía catalana detuvo el viernes a Sergi Mussons Pifarré, de 44 años y natural de Sant Cugat, como presunto autor de abusos sexuales a trece mujeres en su consulta. Pero podrían ser muchas más. De hecho, en enero ya lo detuvieron por este mismo motivo. Entonces sólo constaban cinco mujeres denunciantes. El juez le tomó declaración y decretó libertad con cargos.
ABUSADAS SIN SABERLO
Tras la publicación de la noticia, otras clientas suyas ataron cabos: habían sufrido abusos sexuales y no los habían percibido como tales, porque el fisioterapeuta les había convencido de que se trataba de un tipo de tratamiento contra el dolor de espalda. Así, ocho más procedieron a denunciar. Una de ellas incluso habría sufrido penetración. Los Mossos detuvieron al osteópata el viernes y, esta vez, el juez ordenó su entrada en prisión.
Mussons tenía consultas de fisioterapia en la Ronda Sant Pere de Barcelona y en la calle Ganduxers de Sant Cugat. Cobraba 50 euros por visita. También ejercía en el Club de Golf de este mismo municipio, en el que también residía. Diplomado en fisioterapia por la Universidad Autónoma de Barcelona, estaba especializado en osteopatía para embarazadas, posparto y osteopatía pediátrica. Muchos de sus pacientes eran bebés.
Los presuntos abusos se habrían producido entre 2014 y 2017. Según Mossos, el osteópata se habría aprovechado de la confianza de sus pacientes para, presuntamente, realizar tratamientos intracavitarios. Esta es una técnica habitual en la osteopatía: introducir los dedos en algunas cavidades corporales para, supuestamente, encajar o ajustar los huesos del paciente.
TOCAMIENTOS EN GENITALES
El fisioterapeuta llevaba a cabo estas ‘terapias’ sin el consentimiento previo de sus pacientes. Tampoco se ponía guantes ni utilizaba ningún tipo de gel lubricante para acometer estas prácticas. Pero además, sus tratamientos iban más allá de los límites de la osteopatía y presuntamente se extralimitaba. Sergi Mussons habría abusado de sus víctimas realizando tocamientos en genitales y senos, según denunciaron las mujeres. Una de ellas incluso sufrió abuso sexual con penetración. Todo ello, camuflado de novedoso método de curación.
Los Mossos recibieron las primeras cinco denuncias en enero. Entonces se pusieron en contacto con el Colegio de Fisioterapeutas de Barcelona, para contrastar los dudosos métodos del osteópata. Desde el colegio colaboraron con la policía y, además de deslegitimar estas técnicas, pidieron personarse como parte durante el juicio.
NO PUEDEN INHABILITARLO
Tras estas comprobaciones, Mussons fue detenido y prestó declaración en el juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona. El magistrado lo dejó en libertad con cargos. El viernes, tras recibir ocho denuncias más, volvió a ser arrestado. El juez lo mandó a la cárcel el sábado. Durante todo este tiempo que ha transcurrido entre ambas detenciones, el presunto abusador ha podido seguir ejerciendo su trabajo.
Desde el Colegio de Fisioterapeutas de Catalunya han explicado que intentaron inhabilitarlo, pero que al tratarse de un caso que está bajo investigación y aún no hay una sentencia judicial, no pueden tomar ninguna medida contra este colegiado. “Existe una especie de situación de bloqueo administrativo mientras el caso no esté resuelto. Lamentamos mucho no poder llevar a cabo la inhabilitación en un caso tan grave. Pero estamos a disposición de la policía y los jueces para lo que sea necesario”, explicaban ayer desde el colegio.
Ahora, el osteópata está en prisión y los Mossos han intervenido material informático de su casa. Quieren comprobar la relación de clientas a las que ha atendido durante estos tres años., para comprobar si hubo más víctimas En enero había sólo cinco. Ahora van por trece, y la policía catalana no descarta que haya más mujeres en Catalunya que sufrieron abusos sexuales creyendo que les estaban curando la espalda.