Los medios de comunicación lo calificaron como el robo del siglo. Ahora también se podrá decir que fue el robo perfecto: aunque a finales de 2011 desaparecieron 169 kilos de droga de un depósito oficial en Málaga y luego se detuvo a cinco individuos como sospechosos del atraco, 'nadie' robó aquellos estupefacientes.
La Sección Novena de la Audiencia Provincial de Málaga ha absuelto a los cinco acusados de sustraer 121 kilos de cocaína, 57 de drogas de diseño y uno de heroína de la sede de la Subdelegación del Gobierno en el puerto de la capital malacitana.
El robo se produjo en noviembre de 2011. Cinco años y ocho meses después el tribunal que ha juzgado el caso no ha encontrado pruebas concluyentes para condenarlos.
Uno de los encausados era Francisco Javier Martín, el Niño Sáez, asesinado a tiros el pasado 12 de mayo en el distrito madrileño de Latina. La absolución le llega post mortem.
La sentencia, hecha publica este miércoles, recoge que "no ha quedado debidamente acreditada la perpetración del delito" por parte de los cinco imputados. Se les acusaba de robo con fuerza, tráfico de estupefacientes y pertenencia a organización criminal.
Sólo uno de ellos, Jean Joseph Younes, ha sido condenado, aunque no por el atraco en el depósito de Sanidad Exterior de la Subdelegación del Gobierno, por aquel entonces ubicado en el puerto de Málaga. La pena que le imponen es nueve meses de prisión y una multa de 1.500 euros por llevar un DNI de otra persona el día que lo detuvo la Policía Nacional.
Al fallecido Niño Sáez, líder de la banda, se le imputó también por el mismo delito cuando se le detuvo en Marbella. Pero con su asesinato hace dos meses desapareció cualquier responsabilidad penal en la causa.
LA FISCALÍA PIDIÓ 90 AÑOS DE CÁRCEL
El juicio se celebró el pasado mes de marzo. La Fiscalía, que pidió 90 años de cárcel para los cinco encausados, relató que todos ellos se desplazaron hasta Málaga el 12 de noviembre de 2011, un día antes de que se perpetrara el robo. Buscaban "examinar el lugar" y concretar "todos los movimientos que tenían planificados".
Según el Ministerio Público, la madrugada siguiente "inutilizaron el sistema de vigilancia del perímetro exterior y penetraron en el almacén rompiendo la cerradura principal".
El fiscal los acusó de anular los sistemas de alarma una vez lograron adentrarse en el depósito. Luego consiguieron acceder a la cámara acorazada donde se almacenaba la droga incautada. En total, 169 kilos. Casi tres cuartas partes (121) eran cocaína.
Durante el juicio los procesados negaron ser ellos los autores del robo y dijeron que aquel día no estuvieron en Málaga. Sí admitieron que se conocían entre sí y que habían veraneado varias veces en la provincia andaluza.
El caso recuerda a otro sucedido sólo un año después. En octubre de 2012 tres butroneros protagonizaron un robo aún mayor: 200 kilos de cocaína y 100 de hachís que estaban custodiados en el búnker de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz. Se les detuvo a principios de mayo de 2017. Los yates, el champán y las orgías eran el día a día de los ladrones.
"UNA DUDA RAZONABLE"
Los cinco varones absueltos también negaron haberse acercado a las proximidades del puerto. Sin embargo, la sentencia recoge que la señal de sus teléfonos se ubicó en las inmediaciones de la instalación portuaria entre las cinco y las siete de la tarde del día que se produjo el robo.
El fallo absolutorio recoge, además, que varios de ellos habían sido condenados previamente por delitos similares o que uno de los imputado disponía de las direcciones de varios depósitos de droga españoles, entre ellos el malagueño.
Pero el tribunal admite que no se encontraron restos biológicos de ninguno de los acusados ni en el depósito ni en una furgoneta que los policías encontraron calcinada y con la que habrían transportado la droga. Tampoco "nada" se sabe de los estupefacientes, "nada" de su obtención y no existe "ningún indicio" de su destino.
"Sólo con estos datos -indica la sentencia- la conclusión de que ellos asaltaran el depósito, cogieran la droga y le dieran un destino que no conocemos no es la única posibilidad plausible, ni es una conclusión que pueda llevar al tribunal a la condena más allá de toda duda razonable, aunque pudiera ser una acertada conclusión policial".