Sergio Soler nunca pensó que la expresión que escuchó de la boca de un niño de su barrio, "caraanchoa", acabaría por poner fin -al menos de momento- a su carrera de youtuber. Todo empezó el domingo pasado cuando decidió subir a su canal de Youtube un vídeo en el que insultaba a un repartidor de Tourline Express en plena calle. Él soñaba con ser famoso y vivir de internet, pero nunca pensó que la fama le condenaría al ostracismo tan rápido y tan pronto. Su vídeo le ha supuesto un suicidio profesional, una indigestión, un morir de éxito sin que el éxito fuese, realmente, tal.
Sergio, conocido hasta ahora como MrGranBomba, se acercaba al trabajador para preguntarle dónde estaba la calle de las tiendas, en Alicante. Mientras el hombre le explica la ruta, él le interrumpe: "A ver si me aclaro, 'caraanchoa'". El repartidor, cuya identidad se desconoce, se enfadó y respondió con un "¿qué me has llamado?". Al ver sus nervios, Sergio intentó calmarle mintiéndole: "Es para un trabajo de la universidad". Finalmente, el repartidor acabó dándole un bofetada al youtuber. No está claro si el youtuber solo utilizó el insultó en una ocasión o en dos -manipulando el vídeo y eliminando la segunda vez en la que le llama "caraanchoa"-. Él lo ha negado y afirma que enseñará el bruto del vídeo, grabado con cámara oculta como todas su bromas, solo en juicio.
Lo que es innegable es que ha puesto de moda un término que parecía desconocido. Lo único que ha aclarado la Real Academia de la Lengua sobre la palabra es que se puede escribir tanto 'caranchoa' como 'caraanchoa'.
En el vídeo que subió a su canal, Sergio Soler pixeló la cara de la víctima de lo que él considera "una broma". Y es que MrGranBomba hasta ahora se dedicaba a gastar bromas a gente desconocida por la calle. Desde sentarse al lado de una chica en la parada del autobús y acosarla (oliéndole el pelo, tocándoselo e incluso cogiéndola por el hombro) hasta insultar a gente por la calle, pasando por la broma de tirar huevos a un coche recién lavado mientras la conductora intenta que pare. El youtuber ha eliminado todos los vídeos de su canal -excepto dos en los que realiza acciones sociales como darle comida a un 'sin techo', realizadas en colaboración con una ONG-. También ha dado de baja su cuenta de Twitter. "No hay ningún motivo para agredir a alguien por decir 'caraanchoa'. Es flipante que haya tenido la mala suerte de encontrarme a esta individuo. He tenido que tocar con un desequilibrado mental que lo único que hace es tratar así a la gente. Porque ya habéis visto su personalidad: prepotente, estúpido, y con una cara de mala hostia... ¡un delincuente!", se despachaba Soler sobre el repartidor en el vídeo.
El vídeo del "caraanchoa" en cuestión iba acompañado de una denuncia por agresión interpuesta por el youtuber. "Va a ser gracioso cuando le llame el jefe de su empresa para preguntarle qué hace agrediendo a clientes", decía. Sin embargo, en un programa de televisión al que acudió el pasado jueves, Sergio Soler aseguraba que se alegraba de que no hubiesen despedido al trabajador de Tourline Express, que su intención no había sido esa en ningún momento.
Fue durante esa entrevista en televisión cuando Sergio Soler supo que el repartidor también había emprendido acciones legales contra él. "Una persona normal y trabajadora se está viendo desbordada por los acontecimientos y la repercusión mediática que está teniendo esta repentina fama mal pixelada. Las imágenes subidas por youtuber MrGranBomba al célebre portal, que contienen injurias con publicidad, se han traducido en la realidad de ser reconocido y contactado por decenas de personas a diario. Nuestra postura es del todo contraria a la violencia. Anunciamos la interposición de cuantas acciones legales procedan frente al responsable de los perjuicios causados”, podía leerse en los destacados extraídos de la denuncia.
¿Quién es MrGranBomba?
Sergio Soler tiene 20 años y es de Alicante. Es fotógrafo amateur, afición que ha heredado de su padre, Juan Carlos Soler. Su progenitor trabaja como fotógrafo profesional en la delegación alicantina del Diario ABC. Es precisamente en este diario donde, antes de la polémica, le dedicaron varios artículos. Uno de ellos, publicado hace casi dos años, se titula "Cómo conseguir 100.000 suscriptores en Youtube y no morir en el intento". En él, el autor del texto escribe lo siguiente: "Hoy compartimos el caso del youtuber alicantino MrGranBomba que ha tenido la gentileza de contarnos su caso y cómo Youtube y el vídeo marketing se está convirtiendo en un escaparate para posicionar su marca personal". También aporta un par de cifras: en enero de 2015, Sergio Soler contaba con 87.000 suscriptores y 3,6 millones de reproducciones de su canal. Otro de los textos publicados en ABC informa del premio que recibió el youtuber en 2014 al ser ganador del I Maratón Fotográfico de Elche.
También fue el periódico ABC el primero en hacerse eco de lo ocurrido al llamar "caraanchoa" al repartidor. Lo titulaba así: "Agreden a una 'estrella' de Youtube mientras graba uno de sus vídeos".
También en El Mundo le dedicaban un artículo titulado "El bromista oculto que brilla en Youtube", en octubre de 2015. En la entrevista, Sergio Soler declaraba que "en Estados Unidos, los youtubers crean ya grandes contenidos, como películas o documentales". "El patrocinio de las marcas y el ingreso que supone es muy importante para ello, y aquí en España aún no confían demasiado, pero es algo que en unos años cambiará", añadía. En otro vídeo subido por él mismo, y que ya ha borrado, exigía mayor reconocimiento al considerar que se jugaba el pellejo en la calle con sus bromas. Era consciente, según sus declaraciones, de que un día le partirían la cara.
Aficionado al Hércules de Alicante CF y a la fotografía, Sergio Soler cuenta que al ganar un concurso de fotografía organizado por el diario La Verdad (2012) pudo comprarse una cámara profesional con el dinero del premio. Con ella es con la que graba sus vídeos y hace fotos en su tiempo libre. "He acompañado a mi padre a actos y ruedas de prensa, estoy acostumbrado a ir con una cámara. Mi padre me ha enseñado muchas cosas, pero yo también he hecho cursos de fotografía donde he adquirido conocimientos básicos para saber manejar una cámara y ello ha derivado en todo esto", explicaba el youtuber en un diario local alicantino. Y añadía que a "las víctimas de sus travesuras" les diría que "se sigan tomando bien" sus bromas "y tengan paciencia".
Desde Tourline Express, la empresa de mensajería para la que trabajaba el repartidor, aseguran a EL ESPAÑOL que conocen el caso y que entienden que se encontró en una situación anómala y violenta no cubierta por su código de conducta. "No justificamos la violencia en ningún caso, pero los mensajeros están muy expuestos en la calle. Sufren robos, agresiones... Entendemos que se encontró ante una situación excepcional que no teníamos prevista de ninguna de las maneras". Desde SEUR, otra empresa de mensajería, confirman que "el trabajo de repartidor es muy intenso" y que los trabajadores "a veces están expuestos a condiciones adversas en las calles, como atracos". Respecto al tema de la denuncia interpuesta por Tourline Express al youtuber, la empresa no ha querido hacer declaraciones.
El padre del youtuber, Juan Carlos Soler, aseguraba que en los días posteriores a lo ocurrido habían recibido amenazas: "No comprendemos que por culpa de una broma que salió mal se haya reaccionado de esta forma apoyando una agresión física. Recibimos cientos de amenazas por Twitter y, por motivos de seguridad, hemos decidido que lo más oportuno es paralizar toda actividad profesional".
Quienes conocen a Sergio Soler aseguran que nunca quiso molestar a nadie y que solo pretendía hacer reír a la gente. Uno de sus grandes amigos, el youtuber AndrosLB asegura que Sergio Soler "está convencido de que Youtube ha acabado para él". "Entre todos tenemos que darle apoyo para que se dé cuenta de que hay gente que le quiere".
Los otros 'caraanchoas'
Fran Prado tiene 31 años y trabaja como repartidor de mensajería desde hace 10 años. Dice que en la época de Black Friday y Navidad el trabajo se duplica y, por tanto, la tensión también. "Tienes que repartir entre 80 y 90 paquetes al día [en función de la zona que te corresponda], en un tiempo determinado, y sin retrasos porque si no el cliente se queja. Y tienes que vigilar que no te roben la furgoneta o por la calle, porque la gente sabes que llevas paquetes valiosos, de Apple o Amazon, y lo intentan, claro".
Considera que "la violencia nunca es justificable", pero que "hay que ponerse en la piel del trabajador": "Yo no sé cómo habría reaccionado. Estás a tope, trabajando sin parar, de un lado a otro, y de repente te insultan... Gracia no hace, la verdad. Y más cuando estás trabajando en la calle y cualquiera te puede hacer algo".
Es el caso de Jorge Gonzálvez, repartidor también desde hace cuatro años. Fue atracado en plena calle, en Madrid, cuando iba a realizar una entrega. "Te expones mucho al llevar mercancía valiosa e ir por la calle. Intentas que no te pase, cierras la furgoneta, incluso le pides al del bar, que ya lo conoces, que le eche un ojo, pero es que pueden ir directamente a por ti". Él entiende que el repartidor se alterase: "Por un lado estás quemado por las horas que llevas currando. Y, por otro, estás en estado de alerta por si alguien te hace algo, y a veces una broma se puede malinterpretar".
Francisco Aranda, secretario general de UNO, la patronal del sector de Logística y Transporte, es tajante en sus declaraciones: "Cuando vi el vídeo me puse de los nervios. Ahora todo el mundo quiere tener su paquete en casa, y esta demanda está creciendo. Son ellos, nuestros trabajadores, los que consiguen que eso sea así. Ahora mismo están hasta arriba de trabajo, ¿tienen que soportar las bromitas del gracioso este? No, no, no. Transmito mi queja absoluta. Los repartidores merecen todo nuestro respeto, no nuestra burla. Que te insulten cuando estás en plena actividad no es nada gracioso".