El 10 de febrero de 2015 la CBS emitía el quinto capítulo de la sexta temporada de The good wife. Diane Lockhart se ha unido al nuevo bufete de abogados creado por Alicia Florrick y Cary Agos, existe una lucha descarnada con la competencia por atraer clientes. Y, de pronto, Diane recibe un correo supuestamente enviado por Alicia pero que en realidad contiene un virus que bloquea los ordenadores de la empresa y les pide un rescate de 50.000 dólares (que deben pagar en bitcoins) si quieren recuperar sus archivos. Tienen un plazo de 72 horas. En caso contrario, todos los datos almacenados se borrarán. Exactamente lo mismo que le acaba de ocurrir a Telefónica.
The good wife ya advertía hace dos años de la existencia de los ransomware (algo así como rescate de bienes) y hoy en España todo el mundo sabe lo que es y no gracias a Alicia y compañía. Telefónica lo ha sufrido este viernes en sus propias carnes (o mejor dicho, en sus propias redes). La serie se anticipaba a lo que ocurriría años después, pero la realidad ha superado a la ficción con creces.
En la serie de la CBS la firma Florrick-Agos se plantea desde en un primer momento cómo actuar. Se disparan todas las alarmas. ¿Se lo comunican a sus clientes? Demostrarían debilidad cuando el proyecto acaba de empezar a rodar. ¿Lo mantienen en secreto? ¿Deben pagar el rescate que les exigen? Ellos cuentan con su infalible investigadora Kalinda Sharma, que se pone manos a la obra para saber de dónde viene el ataque e intentar solucionar el problema.
Mientras tanto, el bufete debe seguir trabajando para sus clientes. Así que deciden que lo mejor es no hacerlo público. No pueden permitirse el lujo de perder cuentas millonarias y tener que cerrar las oficinas. No pueden permitirse el lujo de fracasar.
Telefónica, sin embargo, no es una empresa de ficción. Tampoco es una empresa que acabe de empezar. Se trata de la mayor empresa de telecomunicaciones de nuestro país, un gigante que compite con otras grandes firmas en todo el mundo y que cuenta con una gran presencia en Latinoamérica. Pero claro, el mundo real nunca es exactamente igual a la ficción por mucho que existan extremos en los que lleguen a tocarse.
Telefónica no ha conseguido mantener el ataque en secreto y tampoco cuenta en sus filas con una investigadora como Kalinda Sharma. La noticia ha resonado en todos los medios de comunicación. Dicen que se trata de "un simple virus" que únicamente ha afectado a "cientos de ordenadores" de la red corporativa.
Pero lo cierto es que si no pagan el rescate en bitcoins los ordenadores de la compañía se formatearán y toda la información que contienen se perderá para siempre. Exactamente igual que en The good wife, sólo que aquí el daño es real. No son buenas noticias para Álvarez-Pallete. ¿Quién pudiera contar con Kalinda para solucionar semejante quebradero de cabeza?