Consejos del creador de ‘Breaking Bad’ para escribir una serie de culto
- Vince Gilligan analiza el mundo de las series y cómo lograr que una ficción triunfe como la suya.
- Ahora arrasa con 'Better Call Saul', spin off de 'Breaking Bad'
Noticias relacionadas
En la edad de oro de las series, en la que cada estreno que llega se define como la mejor serie del momento o el fenómeno del año, hace falta algo de tiempo para juzgar con justicia la repercusión real de cada una de ellas. Esa distancia ha puesto a Breaking Bad en su lugar, y ya no hay ninguna duda en que es una de las mejores y más influyentes series de la historia de la televisión.
Vince Gilligan creó un retrato oscuro y sin concesiones sobre la ambición y la cara B del ser humano. La evolución de Walter White, y de los maravillosos secundarios que le rodeaban, está ya enmarcada en los libros de guion televisivo, y su capacidad de sorprender y atinar en cada giro y cambio de dirección han colocado a Gilligan como uno de los popes de la ficción televisiva. Lo ha vuelto a demostrar en Better Call Saul, spin off de Breaking Bad que demuestra quelas series que salen de otra no tienen por qué ser malas.
Ahora ha visitado nuestro país, donde ha importado una master class a los miembros del sindicato de guionistas ALMA, y donde ha hablado con EL ESPAÑOL sobre las claves para crear una serie con mimbres de título de culto, como aquel Expediente X donde se forjó.
No pensar en el éxito
Vince Gilligan asegurá que ojalá pudiera saber la clave para crear una serie de culto, y que siempre piensa que se va a estrellar. “Cuanta más suerte tengo menos entiendo lo que busca la gente. No intento hacerme el gracioso, es verdad. Pensaba que Breaking Bad iba a ser un fracaso, y de repente le gustó a todo el mundo, y con Better Call Saul dijimos ‘vamos a darle una oportunidad, pero esta va a ser con la que nos estrellemos’. Creo que cuanto más pienses en que quieres crear una serie de culto, más probable es que falles”, ha contado a EL ESPAÑOL.
Crear personajes que te importen
Aunque jure y perjure que no sabe las claves, sí que conoce algunos ingredientes para que la serie tenga una base sólida, y uno de ellos, quizás el más importante es el respeto por los personajes. “Un sitio desde el que empezar es crear personajes que a ti, como creador, te importen, para que a los espectadores les importen también. Nosotros hemos creado personajes y hemos cuidado de ellos, y eso hace que para la gente se conviertan en importantes, creo que es un buen sitio desde el que empezar”, ha analizado.
sta edad de oro debería permitir hacer shows para todo el mundo, y espero que se consigan y que no vayan todos al mismo tipo de espectador, porque es una vergüenza
Que vayan al espectador adecuado
En España siempre se ha dicho que el problema de nuestras series hasta hace poco, es que iban dirigidas a un público entre 0 y 99 años. Es decir, que tenían que ser blancas y gustar a todo el mundo, sin apostar por un tipo de humor o de género, y renunciar a cualquier oscuridad. Para Vince Gilligan esto no es algo nuevo, y cree que aunque la edad de oro de la televisión ha corregido esta inercia, “la mayoría de series están destinadas al mismo público”.
“Me imagino que es lo mismo que ocurre en España, pero casi todas las series de EEUU van dirigidas a un público masculino de entre 18 y 34 años. Es un margen muy estrecho y todo se basa en la publicidad, en que la gente salga a comprar esos productos. Y esta edad de oro debería permitir hacer shows para todo el mundo, y espero que se consigan y que no vayan todos al mismo tipo de espectador, porque es una vergüenza”, ha zanjado.
No venderse a las modas
Gilligan tiene claro que los directores quieren estar en las series porque hay más libertad y los guiones son mejores, y porque ahora mismo “la televisión es tan importante como el cine, ya no miran por encima del hombro”. Pero, pese a ello, hay algo que le preocupa: “La televisión es un medio de escritores, y no de directores. Mientras que el cine es el medio de los directores. Hay películas maravillosas, pero al ser un lugar donde mandan los directores y no los guionistas, cada vez me interesan menos películas. Cada vez hay más películas de superhéroes, más de Star Wars y a mí, como adulto, no me interesa. Por eso creo que los directores van a las series. Pero si eso significa que la televisión se puede convertir en algo parecido a la industria del cine, tendremos problemas”.
La televisión tiene que ser el sitio donde las historias adultas puedan ser contadas. Si deja de ser ese refugio de historias para adultos dejará de ser un buen sitio
No repetir los patrones de Hollywood
Sus miedos empiezan a hacerse realidad. Netflix y The CW no paran de producir series de Marvel y DC, y Star Wars ya ha anunciado que su universo llegará a la televisión, el confía en que no se extienda, y también aclara que le gustan las películas de superhéroes, pero que no debe ser lo único que se haga. “Es como si te encanta el helado, pero de repente en todos los restaurantes sólo hubiera helado, y no hubiera pizza, o vino, o pan, o queso… sería horrible. Y ahora son todo grandes producciones y la televisión tiene que ser el sitio donde las historias adultas puedan ser contadas. Si deja de ser ese refugio de historias para adultos, y el cine entra en la pequeña pantalla, dejará de ser un buen sitio”, ha puntualizado.
Defender la importancia del guionista
En EEUU los guionistas tienen poder. Sus sindicatos están organizados, y son capaces hasta de paralizar a la industria, como han demostrado varias veces con sus huelgas. Por ello Vince Gilligan se siente afortunado, porque su generación son “respetados porque muchos otros antes que nosotros, lucharon por tener ese reconocimiento”. “Fue muy duro para ellos, muchos incluso perdieron su trabajo por luchar por lo que consideraban que eran sus derechos”.
Por eso desde España, donde le guionista siempre ha sido considerado una figura menor en la industria, miramos siempre con algo de envidia hacia allí. Gilligan cree que es fundamental para un buen show y para una buena industria defender a sus creadores, y que ese momento está empezando a pasar aquí gracias al trabajo de ALMA: “No hay historia sin los guionistas, y tenemos que luchar por ese respeto”.