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Si una mujer tiene novio se la define como heterosexual, y si tiene novia se dice que es lesbiana. En la sociedad dividimos todo en dos categorías. Solteros y casados; chicos y chicas… y así el binarismo se perpetúa una y otra vez. Cuando alguien intenta romper con esas normas duales la gente se vuelve loca, que se lo digan a la RAE, que con el lenguaje inclusivo ha montado en cólera al cuestionar que el masculino y el femenino podrían estar obsoletos.

En la sexualidad pasa lo mismo, parece que todos estamos destinados a ser gays o heteros, blanco o negro, sin que la grama de grises se extienda en ningún sitio. Mandemos a paseo todos los estudios de Kinsey y su escala de grados entre un sitio y otro. La bisexualidad sigue siendo un tabú, y muchos lo consideran algo parecido a una moda pasajera o el capricho de unos cuantos modernos que quieren experimentar lo mejor de ambos lados.

Es lo que le ocurre a Leila, la protagonista de la excelente serie The Bisexual que ha producido la británica Channel 4 y que ya se puede ver en Filmin. Ella acaba de romper con su novia de toda la vida porque no quiere casarse, y empieza a explorar su sexualidad con hombres. Leila encontrará que no es tan fácil, y se enfrentará a los prejuicios de casi todas sus amigas lesbianas, que creen que esto es una fase porque no supera su ruptura y sabe que se equivocó al tomar el paso. Sólo su nuevo compañero de piso, un cuñado que va de progre mientras se acuesta con una alumna, le apoya mientras rompe con los prejuicios existentes.

Fotograma de la serie.

La serie la ha creado Desiree Akhavan, que ganó el Gran Premio del Jurado en Sundance por ‘The Miseducation Of Cameron Post’, y que se define abiertamente como bisexual. “La bisexualidad se siente como algo que es tabú tanto en el mundo queer como en el hetero. Es desagradable, de mal gusto...”, contaba la creadora al medio británico The Independent sobre lo que la gente suele pensar al respecto sobre esta opción sexual.

La serie juega a reírse de los tópicos que todavía existen en la sociedad, y por parte de ambos lados del espectro de la orientación sexual. Las amigas de la protagonista criticarán abiertamente esta elección, y ya antes de ello, en los primeros capítulos se ríen diciendo que nadie conoce a un bisexual de verdad. “Estoy bastante segura de que la bisexualidad es un mito, fue creada por publicistas para vender vodkas de sabores”, dice una de ellas mientras que otra afirma con seguridad que no existe, que son "turistas sexuales" que quieren probar.

La gente te definen con quién te encuentras en este momento. Si estás con una pareja del mismo sexo, eres gay, pero si estás con una pareja del sexo opuesto, estás viviendo una vida hetero

Akhavan muestra en su serie la cerrazón y cómo nos delimitamos al poner una etiqueta. “La gente te define con quién te encuentras en este momento. Si estás con una pareja del mismo sexo, estás viviendo una vida gay, pero si estás con una pareja del sexo opuesto, estás viviendo una vida hetero”, contaba al medio británico esta creadora que se siente más cómoda con el término queer, y que cree que la homosexualidad también ha avanzado en las últimas décadas, aunque no todos sus miembros estén abiertos a esos cambios, lo que provoca división en el colectivo LGTBQ.

Ella ha criticado acciones como lo ocurrido en el London Pride de 2018, cuando el grupo de lesbianas ‘Get the L Out’ (Saca la L) se dirigieron a la cabeza de la manifestación para protestar contra los derechos de las personas trans. "Son lesbianas separatistas lesbianas. Son personas que están disgustadas con el término queer. Simplemente no entiendo que parezcan alérgicas a la evolución de lo que es ser homosexual. No va a seguir siendo lo mismo, porque el mundo no es el mismo. Sentirte tan marginado, y sentirte tan amenazado por el viaje de alguien más, no es asunto tuyo ", zanjaba con seguridad.

The bisexual se ríe de los estereotipos sobre lesbianas, ellas mismas lo hacen hablando de series como The L World, de la que se ríen pero que todas han visto ya que fue una de las primeras representaciones del colectivo en televisión. También se cachondea de todo lo que dicen los heteros cipotudos sobre ellas, lo hace con el personaje de Gabe, su compañero de piso que irá abriendo su mente y dejando de decir frases como “seré el único blanco hetero en el bar de lesbianas”, “las lesbianas odian a los hombres” o de preguntar cada vez que conoce a una si ha visto La vida de Adele.

Un personaje que se basa en el hermano de la propia protagonista, que dice que aunque muchas veces es ofensivo se esfuerza por entender y tiene buenas intenciones para comprender un mundo que para él sigue siendo extraño. Akhavan no juzga a ninguno de sus personajes, muestra los puntos de vista de cada uno de ellos, y las incongruencias que tenemos respecto a nuestra sexualidad, provocadas por intentar colocar todo en departamentos estancos definidos con una palabra.

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