Madrid ha llegado, por fin, a la fase 1. Aunque todo el mundo esté pensando en las terrazas y en las reuniones con amigos, hay otras muchas actividades económicas que se pueden retomar, entre ellas están los rodajes, algo fundamental para la industria del cine y las series, que necesitan volver a ponerse en marcha. El audiovisual es uno de los sectores que más ha sufrido la crisis del coronavirus, y mientras que los cines presentan muchas más dudas sobre esa ‘nueva normalidad’, las series tienen asegurada su ventana de exhibición: las televisiones. Así que, con el paso de fase ya hay ficciones que se han reactivado para volver a rodar y no dejar a sus seguidores sin contenido.
La primera no podía ser otra que Amar es para siempre, la novela diaria de Diagonal TV para Antena 3 y que durante todo el confinamiento no ha faltado a su cita ningún día. Había miedo a que si la situación se alargara se produjera un parón, pero finalmente no ha sido así y este lunes han vuelto al rodaje. Un regreso para el que están más que preparados, ya que su director general, Jordi Frades, lleva semanas buscando la forma de que la vuelta fuera lo más segura posible.
Tal y como explicaba Frades hace unas semanas a este periódico, “se han tomado muchas medidas, siempre asesorados por la empresa de riesgos laborales”. Junto a ellos han creado un protocolo propio de seguridad “que es un compendio de todos los que circulan, pero más adecuado a nuestras necesidades”. “Hay desinfección de las instalaciones, colocación de mamparas entre asientos y maquillaje, ampliación de salas, de espacios de camerinos. Se han efectuado pruebas de coronavirus a todo el equipo técnico y a todo el reparto para dilucidad si hubiera una persona con la enfermedad retrasar su entrada en el rodaje”. Un regreso que ha sido con pies de plomo. Ha vuelto el personal imprescindible y el resto han trabajado desde casa. Todo entre grandes medidas de seguridad.
Una de las cosas más curiosas de su protocolo es que afecta a las tramas, de donde desaparecen, “de momento, los besos”. “Hay tramas más complejas de solucionar, pero en ese aspecto todos los guionistas han estado por la labor. Es como el tema de la figuración. Nuestra serie, Mercado Central no puede hacerse sin un número de figurantes determinado. La decisión que se ha tomado es que será fija, normalmente cambia cada día, pero ahora será siempre el mismo equipo que estará siempre en la serie y pasará el mismo proceso que los actores. Se les hará test y estarán en camerinos diferentes, antes compartían solo uno”, explica.
Tal y como contaban desde la productora a la agencia EFE, en este regreso “el ritmo de trabajo está previsto que sea menor, con menos horas y menos personal”. Son las nuevas normas, pero Amar es para siempre no ha querido dejar a sus seguidores sin su ración diaria. Cambiarán las tramas, y habrá menos extra y menos despliegue, pero la esencia se mantiene. La ficción se reactiva, y eso es algo muy importante para mostrar una sensación de seguridad al resto de industria.