Digámoslo ya. Los Globos de Oro ya no son la antesala de los Oscar. Hubo un tiempo en que la famosa etiqueta tenía sentido: salir como el gran vencedor de la gala que organiza la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood era el primer paso para hacerse con el premio más importante de la industria del cine: la estatuilla dorada. La La Land, La red social, 1917, Brokeback Mountain, El renacido o Avatar triunfaron en sus respectivas ediciones. Semanas más tarde fueron derrotadas en los premios de la Academia por Moonlight, El discurso del rey, Parásitos, Crash, Spotlight y En tierra hostil, respectivamente. Que los Globos hayan perdido su olfato para identificar y adelantarse a los gustos de la Academia no impide que la ceremonia que presentarán este domingo Tina Fey y Amy Poehler sea uno de los grandes eventos de la temporada. Si la COVID-19 lo permite, claro.
Por primera vez en su historia, la gala estará conducida desde dos ciudades: Fey estará en Nueva York y Poehler en Los Ángeles. En su regreso al evento después de cinco años de ausencia, las presentadoras estarán acompañadas en sus respectivas sedes por una serie de entregadores que anunciarán quién se lleva el premio desde un escenario al que no se subirán los ganadores. La nueva normalidad también se ha instaurado en la industria cinematográfica y los Globos de Oro seguirán, si no hay sorpresas, el camino marcado por los Emmy el pasado septiembre.
Sin la tradicional barra libre que nos permitía cada año especular con qué estrella dejaría claro en el escenario que ha bebido unas copas de más, este año toda la atención de la ceremonia estará destinada a los premios. A 24 horas de la retransmisión en España veremos en Movistar+, estas son las grandes incógnitas que tenemos sobre una cita que reconoce lo mejor del cine y la televisión de Hollywood en el último año.
¿Quién saldrá de los Globos de Oro con la vitola de favorita al Oscar?
Para sorpresa de absolutamente nadie, Nomadland ha sido la gran triunfadora en los premios de la crítica regional de Estados Unidos. Su directora, Chloé Zhao, ya ha batido el récord de premios a la mejor dirección por una película… incluso antes de que empiecen a repartirse los galardones clave de la carrera. Sobre el papel, el drama protagonizado por Frances McDormand tiene todo para consolidar su posición de favorita en la carrera a pesar de que tanto Mank como El juicio de los 7 de Chicago recibieron más nominaciones que ella. De llevarse el premio a la mejor dirección, Zhao se convertiría en la segunda mujer en 78 años que se lleva el galardón. El único precedente es Barbra Streisand, ganadora por Yentl en 1984.
El drama judicial de Aaron Sorkin parece la gran alternativa de la noche (y en los próximos Oscar), pero nunca ha ganado en los Globos una película de juicios. Tampoco una de Netflix. Casualidades de la vida. Incluso si los académicos son reticentes a premiar una película de streaming, la prensa extranjera es mucho más laxa y despreocupada.
¿Son demasiado favoritos 'The Crown' y 'Schitt's Creek'?
El drama histórico de Netflix y la comedia canadiense que hizo historia en los últimos Emmy arrasaron en las candidaturas, sumando 6 y 5 nominaciones respectivamente. Sobre el papel, son los rivales a batir. Pero a los Globos de Oro les gusta diversificar en las categorías de series. 8 de las últimas 9 ganadoras a la mejor serie de comedia eran temporadas debut, algo que podría beneficiar a una de las grandes sorpresas del 2020: Ted Lasso. Aunque a los votantes no les gusta repetir, la crónica del reinado de Isabel II (ganadora por su primera temporada en 2017) parece imbatible entre las producciones dramáticas.
Solo una producción en 78 años de Globos de Oro ha ganado todos los premios de interpretación: Ángeles en América. Incluso si Schitt’s Creek y The Crown salen finalmente victoriosas, Jason Sudeikis, Jason Bateman, John Boyega o Kaley Cuoco pueden aguarles la fiesta en las categorías de los actores.
¿Qué pasará con los candidatos y producciones afroamericanas en los premios?
Cuando se anunciaron las candidaturas el 3 de febrero los medios de comunicación estadounidenses alzaron la ceja cuando comprobaron que ninguna de las (múltiples) cintas protagonizadas por gente de color había sido nominada en la categoría de mejor película dramática. Las aguas se enturbiaron cuando guionistas y periodistas acusaron a los Globos de Oro de racistas por dejar fuera de las nominaciones televisivas a Podría destruirte, la obra maestra de Michaela Coel que había liderado tantas listas sobre lo mejor de la televisión de 2020.
La revelación esta semana de Los Angeles Times de que ninguno de los casi 100 miembros de la organización es negro agranda la herida de la Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood, que ya había sido duramente criticada al negarse a que Minari, una película estadounidense rodada en coreano e inglés, pudiera competir fuera de la categoría de mejor película de habla no inglesa.
El fallecido Chadwick Boseman parte como gran favorito en la categoría protagonista, pero las ocho derrotas previas de su máximo rival, Anthony Hopkins, podrían decantar la balanza en favor del británico, protagonista de una película (El padre) que sí está nominada como mejor película o mejor guion. Boyega, en la categoría televisiva de reparto, y los secundarios de color nominados en la categoría de cine son las mejores alternativas para no acabar escuchando en 24 horas que los Globos de Oro tienen un problema diversidad. Que lo tienen, por otra parte.
¿Qué tendencia se iniciarán en las categorías de reparto de cine?
Los dos intérpretes más premiados en las categorías de reparto por la crítica estadounidense se quedaron fuera de las nominaciones. Paul Raci (Sound of Metal) y Youn Yuh-jung (Minari) tendrán que ver desde sus casas como los Globos de Oro marcan el camino a seguir por los grandes premios de la carrera (BAFTA, Sindicato de Actores y Oscar) en los próximos meses. En la última década el premio a mejor película del año está más disputado que nunca, pero las categorías de interpretación han sido mucho más homogéneas y repetitivas que antaño.
Si Glenn Close gana por su interpretación en la discutida y discutible Hillbilly, una elegía rural, se iniciará una nueva narrativa mediática para que la actriz gane por fin el Oscar en su octava candidatura (si los académicos la incluyen en sus nominaciones). Si lo consigue, no significará nada necesariamente: ya tiene cuatro en casa. Deberá batir a Amanda Seyfried, que puede resarcirse de su ausencia en los SAG con una de esas típicas victorias de jóvenes estrellas en los Globos de Oro. Kate Hudson, Natalie Portman y Jennifer Lawrence recibieron un impulso de los votantes semanas antes de perder en los premios de la Academia. La más peligrosa, sin embargo, será Olivia Colman. La actriz ya materializó en premio sus tres nominaciones previas.
Sacha Baron Cohen debe ganar el Globo de Oro por su interpretación como Abbie Hoffman si quiere llegar a los Oscar con opciones de victoria. Su mayor rival en la carrera, Daniel Kaluuya, saldría disparado en la carrera si se impone al actor de El juicio de los 7 de Chicago a pesar de estar en una película que solo ha conseguido dos candidaturas. La tercera vía, Leslie Odom Jr., tiene un problema: puede ser recompensado en la categoría de mejor canción original. Además de uno de sus protagonistas, es compositor de la canción Speak Now.
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