Los Javis quieren cambiar la televisión española y dar voz a una nueva generación: 'Cardo' es su siguiente paso
Javier Calvo y Javier Ambrossi producen la primera serie como creadoras de Ana Rujas y Claudia Costafreda. Hablamos con todos ellos en la presentación de la serie en San Sebastián.
27 septiembre, 2021 17:46Noticias relacionadas
Los Javis quieren hacer por las nuevas generaciones de creadores lo mismo que el productor Enrique López Lavigne hizo por ellos. El siguiente paso de los creadores de Veneno, Paquita Salas y La llamada para cambiar la fachada del audiovisual en España tiene nombre propio (Cardo) y dos creadoras (la actriz Ana Rujas y la directora Claudia Costafreda, compañeras en las tareas de guion) que están deseando mostrar al mundo la serie que han creado con la intención de retratar la realidad de una generación de forma honesta y desprejuiciada. Los cuatro estuvieron en San Sebastián el pasado fin de semana para presentar la nueva producción de Buendía Estudios para Atresplayer Premium, una dramedia que llegará a la plataforma de streaming antes de que acabe el año.
Cardo es la historia de María, una chica que roza la treintena en el peor momento de su vida: tiene problemas con las drogas, mantiene una relación tóxica con su expareja y no está satisfecha con su aspecto, su carrera o su vida en general. Su trabajo como ayudante de Puri, una mujer de 75 años de un barrio obrero de Madrid que se niega a cerrar su floristería, es su conexión con la realidad en una serie que busca explorar los cánones femeninos de belleza y la sensación de vacío de los millennials.
Estáis en un momento en el que podéis hacer lo que queréis, pero os habéis comprometido a dar esas oportunidades a otros autores como Claudia y Ana. ¿Teníais claro que debía ser así?
Javier Ambrossi: Tú ten en cuenta que vino Enrique Lavigne a sacarnos de vender el merchandising en La llamada para darnos una oportunidad. Teniendo el referente de Enrique, que ha sido tan importante en mi vida, solo quiero parecerme a él y seguir ese camino. Cuando vas conociendo más gente descubres lo bonito que es trabajar más gente que es autora y se deja la piel en lo que hace. El que lo probó, lo sabe. Es como con las actrices de Veneno. Me decían lo valiente que habíamos sido, pero el afortunado era yo. Quien sabe quién es Dios, no le reza a cualquier santo.
Javier Calvo: Al final es lo que hemos querido hacer siempre. Lo vimos con las actrices (con Belen [Cuesta], con Ana [Castillo],…). Ves a alguien que tiene mucho talento y quieres ayudarle a explotarlo. Pasó lo mismo en Operación Triunfo. Es algo que te hace sentir vivo. A mí lo de siempre me aburre.
Ambrossi: Aparte, te hace mejor como persona, como productor, te ayuda a ti mismo a aprender. Rodearte de gente nueva te fuerza a aprender. Hay una parte de mí que lo hace por mí también.
Calvo: Espero que sigamos haciéndolo cuando seamos viejas.
Ambrossi: Sueño con tener una productora que tenga 50 series hechas por gente que está empezando y nuevas voces diversas… Ese es el lugar en el que me gustaría trabajar.
Ana, ¿cómo fue esa representación de La mujer más fea del mundo para que los Javis vieran que hay había una voz con potencial detrás?
Ana Rujas: Supongo que los Javis vieron que me atrevía a exponerme mucho. Ellos siempre me han venido al teatro cada vez que representaba una obra. Siempre me decían que teníamos que hacer algo juntos. Cuando vieron La mujer más fea del mundo se dieron cuenta de que estaba hablando de mi vida y les llamó la atención. Yo les enseñé entonces una parte de mi vida que desconocían y ellos tuvieron la idea de juntarme con Claudia. Ella también tenía una necesidad muy grande de contar algo que le apelara directamente a ella y a nuestra generación. A partir de ahí empezamos juntas el trabajo de Cardo.
Claudia, tú también tienes un pasado con los Javis como guionista de Veneno.
Claudia Costafreda: Yo venía de hacer mis cortos y mis cosas en Barcelona cuando los Javis me llamaron para hacer Veneno. Yo hasta entonces había hecho dirección, no guion. Para mí era algo muy nuevo, pero tuvimos muchísima química. Surgió una amistad y mantuvimos el contacto. Ellos también querían darme la oportunidad de dirigir, que es algo que se estaba quedando en el tintero desde hace tiempo. Y al final no solo he dirigido, hemos creado juntas la serie. Me han dado mucho más de lo que nunca hubiera imaginado.
Rujas: Cardo es como nuestro hijo. Hoy es un día realmente importante para nosotras y estamos muy emocionadas. Hemos estado trabajando un año y medio en el proyecto, pero es que detrás también hay un trabajo de muchos años, por mi lado y por el de Claudia. Como mucha gente en la industria, claro, pero es muy especial que se vea por fin un trabajo del que estás muy orgullosa y que sientes que es lo más honesto que podías contar. Es un día importante.
Ana, has hablado de cómo hubo un momento de tu carrera en que te diste cuenta de que te habías hartado de pegarte con la industria y de qué querías encontrar tu propia voz. ¿Cómo fue ese momento donde todo hace click?
Rujas: No sé si lo expliqué bien. Puede que “dejé de pelearme con la industria” no sea la mejor forma de decirlo…
Ambrossi: Está perfectamente bien dicho, Ana. Cuando una dice un titular, ha dicho un titular.
Rujas: Por primera vez empecé a escuchar lo que realmente sentía y me puse a trabajar en ese camino que era el que quería seguir. Dejé de pelearme porque realmente me dije: “hostias, si estoy trabajando en el teatro con un proyecto mío personal y está funcionando y me siento feliz…”. Todo encajó de golpe y ahí empezó todo, aparecieron los Javis y no dejaron de pasar cosas buenas.
Ambrossi: Es que en realidad somos muy parecidos los cuatro. Todos en algún momento de la vida hemos buscado la validación fuera: que me cojan, que me den la oportunidad, que me señalen. Y luego los cuatro nos dimos cuenta de que no necesitábamos que nadie nos validara o aceptara. No necesitamos a nadie para contar nuestras historias. La interpretación puede ser una profesión brutal. Es muy liberador cuando te das cuenta de lo que realmente quieres y te empiezas a sentir ligero de equipaje.
Después de 'Paquita' nos fuimos a Atresplayer y había gente que no lo entendía, pero fue donde nos dejaban ser libres. Y Atresplayer ha seguido así. Si 'Cardo' estuviera en otro lugar, nos hubieran dado notas infinitas.
Calvo: Al principio crees que tienes que encajar en algo, porque te intentan hacer creer que es así, pero cuando te dices tu verdad y te das cuenta de lo que tú quieres, la gente se da cuenta de que lo que buscaba realmente era lo otro. Yo he estado harto de intentar pasar como un chico hetero para poder ser actor, pero ya vale. Hay que ser uno mismo para que puedan llegar las cosas.
Ambrossi: Creo que la industria avanza cada vez más en esa dirección. Necesitamos historias diversas. Hay que romper esa normatividad. Estamos ya a punto de que todo el mundo pueda contar su verdad. Las escuelas de interpretación están llenas de gente que cada vez es más diferente y diversa en cuanto a físico, género, identidad, experiencias...
Calvo: El cambio hay que hacerlo. Yo recuerdo cómo hace 10 años un representante me dijo que no podía pintarme las uñas y que no podía decir que era gay, porque entonces no me iban a dar trabajo.
Rujas: A mí me han dicho que mi Instagram era demasiado punki. Me pidieron que me lo quitara porque era demasiado punki y no podía tener esa imagen.
¿Hay ahora una mayor búsqueda de autenticidad?
Ambrossi: Yo creo que sí, pero aún estamos encontrando la manera de hacerlo. A la gente se le llena mucho la boca cuando habla de lo nuevo, pero luego se pasan todos los filtros de la industria, la historia ha cambiado y de repente te dices: “oye, esto en algún momento era auténtico y ya no lo es”.
Rujas: Hay que decir que en Buendía y en Atresplayer Premium nos han respetado y dado libertad creativa total.
Ambrossi: Como en Veneno.
Calvo: El otro día pensé sobre esto y se lo decía a Claudia mientras veíamos los tres primeros episodios de la serie para probar la proyección de San Sebastián. Me preguntaba por qué, cuando se supone que es la clase de historia que se busca porque la gente ansía ver este tipo de historias, Cardo es de las primeras o la primera serie española así en España. No he visto una serie tan cruda, tan personal, tan de autor, tan de primera persona…
Ambrossi: En España las series de jóvenes han tenido una estilización muy artificial durante demasiado tiempo. Si tú ves ahora el Instagram de cualquier persona de 20 años verás que es mucho más auténtico e imperfecto del que nos han vendido durante años. Parece un carrusel de fotos que quieren enseñar cuando sales más feo. Vamos hacia una búsqueda real de la naturalidad.
En Cardo destaca la naturalidad de las escenas de sexo, consumo de drogas, relaciones… ¿Fue difícil mostrarse tan abierto con una historia tan personal?
Rujas: Nunca hubo conflicto alguno para decidir hasta dónde queríamos llegar. Nunca pensamos: “esto es demasiado”.
Costafreda: Desde el inicio Ana y yo conectamos tanto porque teníamos el mismo nivel de necesidad de contar nuestras historias, y esa necesidad hace que te atrevas con todo. Guste o no esa honestidad, es algo que está en Cardo desde el minuto cero. No solo no nos ha generado ningún problema, es que ha sido a lo que nos hemos agarrado para no perdernos en ningún momento.
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¿Os sentís más cómodas mostrando ese lado más vulnerables cuando sois vosotras quienes decidís los límites de lo que se rueda, lo que se edita…?
Rujas: Yo estaba actuando y confiaba muchísimo en Claudia y Lluís [Sellarés, el otro director de la producción]. En ningún momento me sentí vulnerable. De todas formas, la historia está tratada desde una gran naturalidad. No busca ser burdo, ni iba a serlo con Claudia detrás.
¿Cambia cuando la mirada de la cámara es de un hombre y no de una mujer?
Rujas: No debería ser así, pero pasa todavía.
Hay una conversación muy interesante en el primer episodio, cuando el personaje de Alberto San Juan apela a la meritocracia en una conversación con la protagonista.
Costafreda: No somos neoliberales aquí, respetamos mucho a la clase obrera.
Rujas: Ahí quisimos que el personaje saltara. Le dice que no es así, que eres quien eres y las cosas son de una forma.
Ambrossi: Es un concepto que también está en Veneno, la idea de que no todo el mundo tiene la misma suerte porque no todo el mundo viene del mismo lugar. Apelar a la suerte o la meritocracia es injusto. Sigue habiendo un techo de cristal y estamos ahí aún peleando.
Costafreda: Somos muy conscientes de lo que hemos vivido como generación. Recuerdo el boom inmobiliario cuando éramos pequeñas. Todo el mundo parecía tener dinero. En mi casa, por ejemplo, mis padres se arruinaron de golpe. En esta historia aparecen de fondo esas promesas que están vacías y que son como fantasmas que representan cómo nos sentimos. Si estudias, te irá bien, dijeron.
Rujas: Ahora no es así. No teníamos los referentes que tenemos ahora. Ahora las chicas de 18 años van a ver que Claudia y yo podemos hacer una serie como Cardo… Eso es algo que no hemos vivido nosotras ni nosotros.
Cardo será la segunda serie de estreno creada por mujeres en la televisión española en 2021 [la primera fue Supernormal, de Olatz Arroyo y Marta Sánchez]. ¿Sigue costando abrir las puertas de las productoras en España para vender proyectos?
Ambrossi: Como a mí no me cuesta nada, nuestra productora es justamente eso, la búsqueda de lo que viene. Para mí está en mi ADN que las cosas sean diversas.
Calvo: Hace poco estaba pensando en el paternalismo que yo había sufrido durante años por ser gay, por ser joven y por querer hacer series y películas que no son las típicas que están consideradas como serias. A mí me han mirado por encima del hombro toda mi vida.
Ambrossi: Nosotros hemos hecho carrera con una representante de actores, una adolescente que ve a Dios y la Veneno. Podríamos haber hecho otras elecciones, pero a mí a veces me han intentado cambiar cosas y me he levantado en mitad de una reunión y me he ido. Me di cuenta de que no merecía la pena. Tanto en La llamada, Paquita Salas o Veneno hemos buscado el lugar en el que nos dejaran ser libres, aunque fuera algo más pequeño. Después de Paquita nos fuimos a Atresplayer y había gente que no lo entendía, pero fue donde nos dejaban ser libres. Y Atresplayer ha seguido así. Si Cardo estuviera en otro lugar te hubieran dado notas infinitas.
Costafreda: Creo que la paridad es cada vez mayor porque cada vez hay más mujeres en las escuelas de cine. Yo me formé en una y cada año hay más chicas que se atreven a especializarse en dirección, guion, fotografía… Hace diez años cuando yo hice dirección había cuatro. Ya no es así.
Calvo: Y más que va a ver porque se van a sentir inspiradas por la serie que habéis hecho.
Rujas: El otro día se me acercó una actriz y me dijo: “Eres mi referente”. Fue tan fuerte. Y ha pasado esto porque me he atrevido a dar el paso.
Calvo: Todos nos hemos traicionado mucho, hasta que nos hemos dado cuenta de que no nos queremos traicionar más.
Ambrossi: Estamos hartas de traicionarnos.
Atresplayer Premium estrenará 'Cardo' antes de que acabe el año.
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