Durante el verano los miembros de IATSE (Alianza internacional de empleados de teatro, cine y televisión) empezaron a protestar públicamente por las condiciones laborales a las que están expuestos. Sus quejas encontraron eco en los medios de comunicación especializados, y también entre los asociados del sindicato, que decidieron organizarse para reclamar sus derechos. Si finalmente no consiguen llegar a un acuerdo con los estudios, convocarán una huelga que podría paralizar la industria de Hollywood de forma aun más definitiva que cuando se produjo la huelga de guionistas de 2007.
Para entender el origen del conflicto, qué grupos de profesionales están implicados, cuáles son los derechos que reclaman y de qué forma afectaría esta huelga a la producción de series y películas, en este texto vamos a desgranar punto por punto esta nueva crisis que amenaza a la industria audiovisual de Estados Unidos.
Qué es la IATSE y quiénes están afiliados
Es un sindicato que representa a más de 150000 profesionales técnicos del teatro, el cine y la televisión. En el sector audiovisual representan las áreas consideradas "below-the-line" en los presupuestos audiovisuales, es decir, todo el equipo que está, en cuanto a costes, por debajo de los que se conocen como "talents" (actores, guionistas, directores y productores), es decir, el grueso del equipo técnico de las producciones, que incluye operadores de cámara, diseñadores de vestuario, maquilladores, directores de fotografía, directores de arte, músicos, encargados de efectos visuales, asistentes de producción o editores.
La IATSE es una organización paraguas bajo la que se acogen los diferentes sindicatos de cada área profesional de la industria audiovisual de Estados Unidos, y su logo suele aparecer en los títulos de créditos finales de series y películas. Con un 98.7% de votos a favor, sus asociados han firmado para que Matthew D. Loeb, el presidente internacional de la organización, negocie en su nombre con la Alliance of Motion Picture and Television Producers, la asociación de la que forman parte las compañías productoras y los estudios.
Por qué están dispuestos a convocar una huelga nacional
Los miembros de la IATSE reclaman unas condiciones laborales dignas, cuyas peticiones incluyen, además de una subida del salario (el acuerdo vigente fue firmado en 2009, lo explicaremos más adelante), puntos tan básicos como una pausa estipulada a la hora de la comida durante los rodajes, jornadas de trabajo que no superen las 12 horas o disponer de por lo menos 10 horas entre una jornada y otra.
En la cuenta de Instagram @ia_stories, varios trabajadores han estado compartiendo sus experiencias de forma anónima estos últimos meses. Allí pueden leerse varios ejemplos de las situaciones a las que se ven expuestos de forma sistemática al estar a merced de las producciones si quieren mantener sus trabajos.
La huelga afectaría a Netflix y otros servicios de streaming
Las producciones de HBO, Showtime, Starz y otras compañías de cable no se verán afectadas por la huelga, porque tienen un contrato vigente hasta 2022 que por ahora no requiere negociación. El conflicto principal de los trabajadores es con empresas como Netflix o Apple TV+, que aún se acogen a un contrato firmado en 2009. Según este acuerdo, las compañías de New Media que empezaran a realizar producciones originales podían pagar salarios reducidos y contar con la flexibilidad de los sindicatos, porque aún no contaban con la infraestructura de la que disponían los estudios establecidos en el sector.
El panorama ha cambiado mucho desde 2009, momento en el cual nadie habría podido imaginar el poder que tendrían hoy los servicios de streaming, sin embargo, empresas tan poderosas como Netflix, Amazon, Disney+ o Apple TV+ se siguen acogiendo al paraguas de las "New Media" y al acuerdo firmado hace más de una década para abaratar sus costes de producción.
Qué pasa si hay huelga
Si no se llega a un acuerdo, se calcula que unos 60000 miembros de la IATSE (los que no están trabajando para compañías con contratos que no necesitan negociación actualmente) entrarían en huelga hasta que finalicen las negociaciones de forma satisfactoria.
La producción no se paralizaría al 100%, porque los proyectos de HBO y otros canales podrían seguir en marcha, pero actualmente el grueso de los rodajes recae en las compañías de streaming, que son las que más proyectos producen al año. La huelga llegaría, además, en el momento en el que la maquinaria está a su máxima capacidad después del parón por el Covid.
A diferencia de la huelga de guionistas de 2007, la huelga de la IATSE podría tener mayor alcance y repercusión, porque no solo paralizaría los rodajes, tampoco permitiría construir decorados, diseñar vestuarios, buscar localizaciones o avanzar en la fase de posproducción del material rodado previamente. Recordemos que sus miembros son todos los trabajadores que no son directores, guionistas, productores y actores; puede que sean los que cobran menos y aquellos a quienes nadie conoce por su nombre, pero cuando no están, desde luego, que su ausencia se nota.
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