Willow en Disney+, Westworld en HBO Max y 1899 en Netflix son algunas series canceladas recientemente que han dejado a sus fans sin una resolución. Según una encuesta publicada esta semana, el creciente número de series que dejan sus tramas abiertas está haciendo que cambien las formas de consumo: cada vez más espectadores prefieren esperar al final de las series antes de empezar a verlas
En 2022 más de 100 títulos llegaron a su fin, a menudo de forma abrupta, lo que ha generado desconcierto tanto entre los creadores de las series como en los espectadores. Netflix es la plataforma que genera más titulares en este sentido, pero ninguna escapa a esta práctica.
Un estudio reciente de YouGov Survey publicado en Variety reveló que casi un tercio de los adultos estadounidenses (31%) que ven series originales en servicios de streaming afirmó que entre una y tres de las series que empezaron a ver desde febrero de 2022 fueron canceladas dejando tramas sin resolver.
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Esto les ha hecho replantearse si merece la pena invertir tiempo a menos sepan que ya han terminado o que van a tener un arco final. Una cuarta parte de los encuestados dicen esperar al final de las series de streaming antes de empezar a verlos, alegando el temor a la posible cancelación del programa con un final no resuelto (27%).
Otros lo hacen simplemente porque no quieren esperar a la siguiente temporada después de un cliffhanger. Casi la mitad (48%) de los participantes dijeron que preferían tenerla completa porque disfrutaban más viéndolas en modo maratón. El grupo de edad de 18 a 34 años es el que más de acuerdo está con esta afirmación, con un 25% que dice que siempre, y un 34% que a veces.
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La paradoja de la cancelación
Aunque no hay una información real y concreta al respecto, en los últimos años es habitual ver a creadores de la plataforma invitando a los fans a ver las temporadas completas en los primeros días de estreno para evitar la cancelación.
Esta impaciente estrategia de valoración del éxito en un período corto y arbitrario de tiempo, en una época en la que hay tanta oferta disponible, y con el miedo de los espectadores a empezar nuevas series para que las tramas queden abiertas, es una paradoja que parece una profecía de cancelación autocumplida.
Lo que está claro es que esto no parece que vaya a cambiar, porque Netflix tiene "poca paciencia con los programas que no funcionan de inmediato", tal como reconoció Bela Bajaria, directora global de la división de televisión Netflix, en una entrevista en New York Times.