En la lista de los damnificados por la huelga de guionistas y actores destacan nombres como el de Billy Porter, uno de los miles de profesionales que se han visto afectados a nivel financiero por el parón de la industria de Hollywood. De hecho, el caso Porter sirve como ejemplo de la precariedad en la que viven muchos trabajadores de su gremio.
El intérprete ha llegado a reconocer que incluso se ha visto obligado a vender su casa para hacer frente a esta situación. "Tengo que vender mi casa... Porque estamos en huelga. Y no sé cuándo volveremos [a trabajar]", decía Porter en una entrevista con Evening Standard.
"La vida de un artista, hasta que ganas dinero, que aún no he ganado, sigue funcionando de cheque a cheque. Se suponía que iba a estar en una nueva película y en una nueva serie de televisión a partir de septiembre. Nada de eso está sucediendo", declaró.
El actor siguió quejándose de su situación, haciendo referencia a las declaraciones anónimas de un ejecutivo sobre la huelga: "Para la persona que dijo: 'Vamos a matarlos de hambre hasta que tengan que vender sus casas', yo ya me estoy muriendo de hambre".
Su testimonio llega cuando están a punto de cumplirse los cien días desde que se convocó la huelga de guionistas y los 26 días desde que los actores se unieron al parón, sumiendo a la industria en un apagón generalizado.
Los cambios en la industria
Porter reveló cuál es su situación personal para cuestionar el sentimiento generalizado de algunas personas, que piensan que los actores son simplemente "un grupo de millonarios que intentan ganar más millones", en lugar de pensar que lo que se pretende es consolidar la seguridad financiera de muchos actores que pertenecen a la clase obrera.
El actor lamentó que, aunque la industria trató de hacer algo para "permitir" que sus artistas se ganaran la vida decentemente, esa misma perspectiva ha cambiado radicalmente con el auge del contenido bajo demanda y las plataformas de streaming.
"No hay contrato para esto [el streaming]... Y no tienen que ser transparentes con los números, porque no dependen de las cifras de Nielsen", explicaba Billy Porter. "Las compañías de streaming son muy opacas con sus cifras de audiencia. El negocio ha evolucionado. Así que el contrato tiene que evolucionar y cambiar también, y punto".
Porter también hizo alusión a los comentarios del director ejecutivo de Disney, Bob Iger, que durante la Conferencia de Sun Valley, calificó a los sindicatos de guionistas y actores de ser poco realistas con sus demandas, y destacó que su compromiso ha sido firme con la negociación y también "muy rompedor", teniendo en cuenta que se trata de una industria ya debilitada por el coronavirus.
"¿Escuchar a Bob Iger decir que nuestras demandas de un salario digno no son realistas? ¿Mientras gana 78.000 dólares al día? No tengo palabras, pero diré algo: vete a la mierda", expresó el actor. "Esto no es útil, así que mantengo la boca cerrada. No me he comprometido porque estoy muy enfadado... Cuando vuelva [a los Estados Unidos desde Londres] me uniré a los piquetes".