Tras 20 años siendo una de las secundarias más versátiles y fiables de Hollywood, Rose Byrne por fin tiene todos los focos sobre ella en Physical, la comedia negra de Apple TV+ que le ha permitido sacar a pasear su sobresaliente talento para saltar de la comedia al drama sin pestañear.
Prometedora abogada en Daños y perjuicios, la serie de Glenn Close. Supervillana en Espías, la comedia de acción al servicio de Melissa McCarthy. Rival de la protagonista en La boda de mi mejor amiga, la película que lanzó la carrera en el cine de Kristen Wiig. La revolucionaria Gloria Steinem en Mrs. America, el triunfal estreno de Cate Blanchett en la televisión estadounidense. Physical es un vehículo a su servicio, pero es mucho más que eso.
California, años 80. Ronald Regan ya está en el gobierno y la Enmienda de Igualdad de Derechos está a punto de ser derrotada por un movimiento conservador contrario al avance social y económico de la mujer. Ante el mundo, nuestra heroína Sheila es una madre y ama de casa, callada y aparentemente contenta con su vida, que no duda en apoyar a su incorregible marido cuando éste decide presentarse a unas elecciones locales en San Diego, la soleada y tranquila ciudad en la que viven con su hija. Las apariencias engañan.
Cuando está sola, esta desilusionada hija del movimiento jipi de los años 60 y del idealista activismo de los 70 se revela como una criatura en constante sufrimiento. Consumida por su inexistente autoestima (la revelación de su trastorno alimentario y la brutal voz en off de Byrne es una experiencia impactante, especialmente en su primer episodio) y un nivel de exigencia que se aplica tanto a sí misma (se siente un fraude a punto de ser descubierto) como a todos aquellos que la rodean (indignos de su atención), Sheila es una mujer en crisis. Contra pronóstico, el mundo del aeróbic se convertirá en su esperanza de salir de la cárcel mental y económica en la que vive a espaldas del mundo real.
Sea una apuesta deliberada o no (Mrs. America todavía se estaba rodando cuando ofrecieron a Byrne ser la protagonista de Physical), la decisión de contratar a la actriz que interpretaba en la serie de HBO a una las líderes de la frustrada revolución feminista es una idea brillante y metanarrativa que lanza una interesante pregunta a la audiencia. ¿Qué fue de todas esas mujeres que creyeron de verdad que su lugar en la sociedad iba a cambiar hasta descubrir abruptamente que finalmente no iba a ser así? La serie de Apple TV+ va todavía más allá. A partir de las experiencias y demonios personales de su creadora, la comedia negra ofrece una impactante mirada a la psique de una mujer que está atascada en su propia cabeza.
Detrás de los despiadados y empáticos guiones de la serie está Annie Wiesman, una escritora y productora salida de la cantera de Mujeres desesperadas. Desde su extraordinaria temporada inicial, la popular creación de Marc Cherry había iniciado una nueva moda de comedias negras en televisión que se atrevían a retratar a las mujeres de un modo que pocas veces había aparecido en televisión. Imperfectas, reconocibles, ácidas, complejas, contradictorias y profundamente humanas son algunas de las etiquetas que acompañaron durante años a las habitantes de Wisteria Lane y todas las series que, previsiblemente, siguieron su camino durante los siguientes diez años.
Showtime, la mayor rival de HBO en el terreno de pago hasta la llegada de las plataformas de streaming, fue la marca que más y mejor abrazó esta nueva moda de antiheroínas que rompían con las conservadoras y complacientes historias sobre mujer que había contado hasta entonces la televisión. La enfermera drogodependiente de Nurse Jackie, la madre múltiples personalidades de United States of Tara, la errática y fascinante viuda que acaba convertida en un capo de la droga en Weeds y la enferma de cáncer terminal que quiere arreglar todos sus asuntos antes de morir en Con C mayúscula son algunos de los referentes más claros, en tono y conflictos, de la nueva serie de Apple TV+.
La primera vez que nos encontramos con Sheila es con un flashforward de 1986, cuando la mujer ya se ha convertido en una gurú de la gimnasia y el cuidado personal que nos lleva a referentes como Jane Fonda y, más cerca de nosotros, Eva Nasarre. Cinco años antes, en la siguiente escena, vemos al personaje frente a un espejo y con una actitud muy diferente mientras se hace una pregunta en silencio, tan simple como implacable. “¿Crees que engañas a alguien?”. Physical conecta las dos ideas a través de un irregular, pero fascinante viaje de autodescubrimiento que tiene a una carismática y empática Rose Byrne como mejor embajadora posible.
La audaz decisión narrativa de invitar al espectador a la cruel mente de Sheila nos permite entender mejor las contradicciones y pulsiones de una mujer que ansía tener más poder y oportunidades y, al mismo tiempo, es incapaz de soportar el juicio ajeno y, sobre todo, propio. El acceso a su destructiva forma de pensar permite que la audiencia entienda mejor las ocasionalmente terribles acciones, declaraciones y comportamientos de una mujer que quiere ser mejor, incluso cuando parece todo lo contrario.
Su amistad con Greta (el mejor de todos los personajes secundarios, una de las debilidades que la segunda temporada debería trabajar si recibe la renovación de Apple) es la mejor herramienta de Wiesman para dejar claro que los problemas de la protagonista no solo son personales, sino culturales y sociales. Las dos improbables amigas se enfrentan a problemas similares, pero su forma de lidiar con ellos es totalmente opuesta.
El fichaje de Craig Gillespie (Cruella) para dirigir los dos primeros episodios de la producción de Apple TV+ es un acierto incontestable. Su experiencia previa en Yo, Tonya, otra comedia negra de época sobre una mujer que se debate entre lo que quiere hacer con su vida y los fantasmas de su pasado y su entorno que le impiden avanzar, le convierte en el realizador perfecto para presentar el universo de Physical.
Con unos movimientos de cámara y un montaje que vuelve a recordar al cine de Scorsese, el director capta las brutales contradicciones de la protagonista y exprime la ambientación histórica de una época donde lo ambicioso, lo cutre, lo ingenuo y lo inmoral campa a sus anchas en la América de Ronald Reagan. El ejemplar episodio piloto de la serie marca un listón que la propia comedia negra nunca llega a alcanzar en el resto de la temporada, a pesar de un desarrollo impredecible y sugerente y un revelador octavo capítulo que convierte a una serie injustamente valorada por la crítica estadounidense en una joya a descubrir este verano.
Los tres primeros episodios de 'Physical' ya están disponibles en Apple TV+. Los siete capítulos restantes llegarán todos los viernes a la plataforma de streaming.
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