Peter Farrelly vuelve a las trincheras después de ganar el Oscar con Green Book. El 50% de una pareja de directores -el otro es su hermano Bobby- vinculada durante toda su carrera a la comedia escatológica sorprendió en 2018 pasándose el drama (aunque sin olvidarse nunca del humor) para contar una historia sobre el pasado reciente de Estados Unidos. El cineasta vuelve a hacer lo mismo con Yo me encargo de la cerveza, una increíble pero verdadera mirada a la guerra de Vietnam en la que ha tenido como socio a Zac Efron.
La loca historia detrás de la nueva apuesta de Apple TV+ empieza cuando Chickie Donohue decide hacer algo absolutamente increíble para demostrar su apoyo a sus colegas del barrio que están combatiendo en Vietnam: viajar a la primera línea del frente para llevar a los soldados unas latas de su cerveza estadounidense favorita. Lo que empieza como un viaje repleto de buenas intenciones se convierte rápidamente en una aventura iniciática cuando Chickie se enfrenta a la realidad de esa controvertida guerra y cuando el reencuentro con sus amigos de la infancia le muestra las complejidades y responsabilidades de la vida adulta.
En su salto a la gran pantalla, Farrelly y sus colaboradores decidieron que, por el bien de la película, la peripecia de cuatro meses se entendería mejor si se sintetizara en un peligroso viaje de cuatro días. SERIES & MÁS estuvo en el encuentro internacional con el director y su estrella, un actor que se enfrenta a un reto inédito en su carrera, durante la première mundial de Yo me encargo de la cerveza en el Festival de Toronto.
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Peter Farrelly: Alguien me envió un corto documental de 12 minutos que estaba en YouTube sobre Chickie Donahue, un hombre que había llevado cerveza a sus amigos en Vietnam durante la guerra. Al principio pensé que era la cosa más tonta que jamás había escuchado. Después, según avanzaba la historia descubrí que había estado allí durante la Ofensiva del Tet [una crisis militar en la que perdieron la vida más de 4.000 estadounidenses y que fue fundamental para cambiar la opinión pública durante la guerra]. Al escuchar eso me dije: “tengo que contar esta historia”.
Zac Efron: Al igual que le pasó a Peter, no me podía creer que fuera una historia real. Parecería algo increíble, algo que solo podría hacer alguien joven y estúpido, pero el viaje acaba siendo algo mágico y profundo. En su gesto había mucho amor y compasión.
Zac, este papel es muy diferente a lo que has hecho antes. ¿Qué es lo que te llamó la atención de Chickie?
Zac: Hay muchas cosas que me encantan de Chickie como ser humano y como personaje. Lo que más es cómo le mueve ese puro sentido de amor por sus amigos. No tiene todas las respuestas, pero es lo suficientemente valiente como para lanzarse y seguir adelante con una idea bastante loca que tuvo mientras estaba borracho. Muchas de esas ocurrencias que la gente tiene, se quedan en eso: no las hacen o te das cuenta de que son tontas y no las llevas a cabo. Él decidió seguir adelante y acabó haciendo uno de los viajes más increíbles de la historia.
Me gustaría pensar que en mi mejor día y tal vez un poco más joven, podría hacer algo como lo que hizo Chickie. Me gusta su forma de ver las cosas y era un personaje muy divertido de interpretar. Haciendo esta película aprendí muchas cosas de Vietnam y fue una experiencia reveladora. Esta historia me obligó a abrir los ojos. Yo me encargo de la cerveza tenía una perspectiva única porque el público va a descubrir esta historia a través de los ojos de los civiles. Nadie había hecho una historia de Vietnam como esta.
Peter, ¿qué fue lo que te hizo pensar que Zac era la mejor opción para este personaje?
Peter: Sobre todo había cosas que me hicieron pensar que era perfecto para este personaje. La primera es que lo conocía de antes. Habíamos hablado de otros proyectos y sabía que estaba muy abierto a probar cosas. Cuando estás en el set, haces una toma, hablas con el actor y le das notas. Casi siempre puedo ver cómo siguen encerrados en su propia cabeza. Están pensando en lo que van a hacer. No te están escuchando de verdad. Él hace exactamente lo contrario. Es como entrenar a un atleta, que además es bueno en lo que hace y se divierte en el proceso.
La otra razón fue el propio personaje. Necesitaba a alguien con algo de encanto. Chickie era alguien con defectos, una persona que no acostumbra a tomar las decisiones correctas. No sabe de lo que habla políticamente, pero tiene algo que te hace querer seguirle y ver cómo aprende. En realidad es algo similar a lo que era Viggo Mortensen, en Green Book, donde podías tolerar algunos de sus errores porque había algo en él innatamente agradable.
Zac, ¿qué fue lo que te llamó más la atención del proceso de Peter?
Zac Efron: Tiene un increíble sentido del ritmo y del diálogo. Cuando está en el set tiene una perspectiva muy clara y no se corta a la hora de decirte las cosas. A veces, esa es la parte más difícil del trabajo con los directores. Quieres orientación, quieres saber lo que el personaje está pensando y experimentando. Pete está muy versado en eso y es muy directo. No se anda con chorradas. Espero que podamos hacer muchas más películas como esta.
Quería que resultara auténtica tanto para el lado estadounidense como para el lado vietnamita. Quiero que los vietnamitas vean la película y digan: “esta historia se ha contado de forma auténtica”
Yo me encargo de la cerveza es una historia muy particular. ¿Cómo fue pasar de ese tono desenfadado y casi intrascendente a retratar los horrores de Vietnam?
Zac: Esa fue una de las razones por las que estaba tan emocionado de hacer esta película. Creo que Peter es la persona que mejor sabe hacer eso en este negocio. Puede que sea el que mejor lo ha hecho nunca. Me interesaba mucho el elemento humano que es capaz de encontrar en algunos de los momentos más oscuros. Hay algo único en su forma de contar estas historias, pocos pueden romper como él un momento de tensión con un chiste, por absurdo que pueda parecer.
Peter: Tonalmente la película comienza ligera, con esa idea tonta de ese joven que intenta llevar una cerveza a sus amigos. En ese momento la audiencia tiene que reírse, o al menos sonreír. Cuando Chickie llega a Vietnam y la realidad le da un bofetón, el tono cambia. Pero es natural. A mí no me requirió mucho esfuerzo. Creo que era más difícil en el caso de Zac porque tenía que convertirse en una persona diferente en el proceso.
Los viaje por carretera son una constante en tu cine. ¿Fue algo que te llamó la atención de esta historia?
Peter: La verdad es que no. Quise hacer esta película porque hablaba de un tipo que decidió entrar en una zona de guerra para llevar cerveza a sus amigos. Me fascinó su figura. La estupidez, la arrogancia y el corazón que hace falta para hacer algo así. La verdad es que si te fijas en mi carrera, casi todas mis películas tienen viajes por carretera. Dos tontos muy tontos es un viaje por carretera. Vaya par de idiotas es un viaje por carretera. Algo pasa con Mary es un viaje por carretera. Los tres chiflados es un viaje por carretera. Green Book es una viaje por carretera. No sé por qué es eso. Viví en la misma casa durante toda mi infancia y adolescencia. Nunca nos mudamos. Nunca fui a ninguna parte. Tal vez sea por eso. Me encantan las road movies, pero conscientemente no pienso en ellas.
En un momento en el que la industria se ha olvidado casi por completo de las películas medianas, ¿cómo fue hacer una película como esta?
Peter Farrelly: Esta fue una película difícil de hacer. Fue mucho más difícil que Dos tontos muy tontos, desde luego. No teníamos un gran presupuesto. Esta no es una de esas películas de 100 millones de dólares. Teníamos 40 millones, que no era poco. Para poder contar una historia como esta necesitaba rodearme de grandes personas. Tim Galvin, el diseñador de producción. Sean Porter, mi director de fotografía. Bao Tranch, la diseñadora de vestuario que hizo todos los vestidos y trajes en Saigón y en todo Vietnam.
Era diferente de lo que esperaba. Cada vez que veía una película de Vietnam, solo me encontraba ropa de campesinos. Pero no fue así. Saigón era el París oriental en esa época. La gente era elegante y vestía con gusto. Quería retratar todo eso. Para mí, esto no es solo una película estadounidense. Esta es una película humana. Quería que Yo me encargo de la cerveza resultara auténtica tanto para el lado estadounidense como para el lado vietnamita. Quiero que los vietnamitas vean la película y digan: “esta historia se ha contado de forma auténtica”.
Peter, esta es una película sobre una guerra. ¿Estás siguiendo de cerca lo que está pasando en Ucrania?
Peter: Estoy radicalmente en contra. Creo que hay una lección en esta película. Vietnam fue una mala guerra, y no lo sabíamos al principio. Los estadounidenses pensaron que era la Segunda Guerra Mundial, pero no fue el caso. Eran animales completamente diferentes. Hicieron falta varios años para que la verdad saliera a la luz. hasta los 70 los estadounidenses no comenzaron a ver la realidad de lo que fue esa guerra: un desastre. No ayudó a nadie. Muchos estadounidenses murieron y muchos más vietnamitas murieron. Fue innecesario. Eso es exactamente lo que está pasando en Ucrania. Rezo todas las noches para que los líderes rusos se den cuenta de esto. Nadie va a ganar aquí. Que paren ya. Ya se ha hecho suficiente daño. Que hablen.