Los productores catalanes de cine se independizan del resto del sector. La Federación de Asociaciones de Productores Audiovisuales de España (FAPAE) se enfrenta a un momento crítico después de que uno de sus principales puntales, la rama de productores catalanes, anunciaran ayer su separación de la federación. PROA, la federación de Productores Audiovisuales Federados de Cataluña, anunció ayer su escisión al no sentirse representada por la confederación. Fuentes citadas por Efe explican que uno de los motivos esgrimidos por PROA en esta separación es que en FAPAE “no se reconoce su singularidad como federación”.
Aunque la decisión se hizo pública ayer, se tomó en realidad el pasado jueves, después de una reunión con FAPAE celebrada en Madrid en la que, según explica Efe, no se lograra llegar a un acuerdo satisfactorio sobre el modelo de actuación. Ambas entidades se encontraban en negociaciones desde 2012 para llegar a un punto de acuerdo sobre el modelo territorial que les permitiera defender sus respectivos intereses.
La escisión se suma a la salida, a mediados de 2014, de otro de los pilares de FAPAE, la federación madrileña AMA. Sin madrileños ni catalanes, la federación se enfrenta a un futuro incierto en tanto que entidad representante de los productores españoles.
El texto de la federación catalana señala, en cualquier caso, que “a pesar de la decisión de continuar por caminos separados, PROA es consciente que ambos organismos han de velar por los intereses generales del audiovisual y, por tanto, está dispuesta a seguir colaborando con FAPAE y con cualquier otra asociación que trabaje para el beneficio del sector”.
La federación de los Productores Audiovisuales Catalanes está integrada por las asociaciones Pro-Ficció, Pro-Docs, Pro-TV y Pro-Animats. PROA está presidida actualmente por Raimon Masllorens.