Existen un sinfín de leyendas urbanas sobre mitos que fingen su propia muerte para escapar de la fama. Muchos afirman que Marilyn Monroe vive en Matalascañas y que Kennedy maquinó un asesinato falso para huir a Las Bahamas. De todos estos cuentos al menos uno es real. El de Matt Hannon, estrella del cine de serie Z gracias a una de las cimas del cutrerío: Samurai Cop. El actor de esta comedia involuntaria que mezclaba ninjas, policías, pelucas imposibles y violencia gratuita fue dado por muerto durante 20 años, hasta que en 2014 un vídeo en Youtube demostraba que estaba vivito y coleando. Hannon, que cual diva cambió su nombre por el de Matthew Karedas, sorprendía a sus fans anunciando su resurrección y una secuela de la película.
Semejante historia no podía pasar desapercibida para los responsables de la CutreCon, el festival de cine que reúne las mejores joyas trash y que se las ha apañado para celebrar la premiere mundial de Samurai Cop 2: Deadly Vengeance y para traer a Karedas a Madrid para presentarla.
El actor aclara a EL ESPAÑOL que él no planeó su muerte, sino que fue producto del azar. Un carpintero que se llamaba igual que él murió y su esquela salió publicada en muchos medios que dieron por hecho que se trataba del protagonista de Samurai Cop. El propio Mathew Karedas no fue consciente de que los fans le daban por muerto hasta 2010. “Estaba leyendo un artículo en IMDB en el que había muchos comentarios de seguidores lamentando que me hubiera muerto y que no pudiera contestar a sus dudas sobre la película. Entonces me dije: '¡Ostrás!, la gente piensa que estás muerto, a lo mejor debería fingir un poco más de tiempo”, recuerda riendo.
Samurai Cop nunca se estrenó en cines, así que pensé que yo era el único que tenía una copia en VHS en casa
Su cambio de nombre ayudó a que nadie encontrara nada sobre su nueva vida. Fue su hija la que le convenció para que diera la cara e hiciera un canal de Youtube. Allí dio la exclusiva de su vuelta a la vida y del rodaje de una secuela que retomaría las claves que convirtieron al original en un clásico.
Matthew Karedas, que también fue guardaespaldas de Sylvester Stallone, nunca pensó que un filme que el consideraba un “Arma Letal de bajo presupuesto” pudiera convertirse en un fenómeno de culto, pero desde 2004 vio que la gente colgaba fragmentos de la película en internet.
Luchar contra el crimen
“Samurai Cop nunca se estrenó en cines, así que pensé que yo era el único que tenía una copia en VHS en casa, y cuando descubrí el fenómeno fan que había pensé que sería genial que volviera a luchar contra el crimen de nuevo”, dice sorprendido mientras busca una explicación a la legión de seguidores jóvenes que ha descubierto.
Son precisamente las nuevas generaciones de cinéfilos las que más afición han demostrado por la serie B. “Gracias a internet descubren películas que no son las típicas que pueden ver en el cine. Son tesoros. Eran ridículas y divertidas porque eran malas”, añade el actor, que tampoco puede negar que su falsa muerte y posterior resurrección pública han ayudado a que haya un interés mediático que nunca imaginó.
Cuando la gente ve estos filmes se sienten como si fueran actores, creen que ellos podrían hacerlo, actúan tan mal y son tan malas...
Por ello no descarta que la saga se amplíe y que, al menos, se convierta en trilogía. La última palabra la tienen los fans, aunque él tiene claro cómo querría que fuera. Si la primera era cutre, y la segunda se ríe de esa cutrez, la tercera tendría que ser una verdadera película de acción. Quizás podría convencer a Sly para que la coprotagonizara y conseguir que, por fin, Samurai Cop se estrene en cines de forma comercial.
Tampoco importa. La gente quiere seguir disfrutando de este tipo de películas que tienen en sus fallos su principal encanto. El éxito de títulos como Sharknado o toda la colección de la productora Asylum demuestra que hay Serie B para rato. Mathew Karedas tiene claro el por qué: “Cuando la gente ve estos filmes se sienten como si fueran actores, creen que ellos podrían hacerlo, actúan tan mal y son tan malas que los espectadores creen que ellos podrían hacer una película así”. Palabra de Samurai Cop.