A los Goya no les gustan los extranjeros
Ricardo Darín podría romper la maldición de los actores no españoles: siempre nominados, casi nunca ganadores.
2 febrero, 2016 01:04Noticias relacionadas
Nicole Kidman: un Oscar, tres Globos de Oro, cero Goyas. Rachel Weisz: un Oscar, un Globo de Oro, cero Goyas. Las actrices sedujeron a los académicos de Hollywood, pero no contaban con que los españoles somos un hueso duro de roer. Para ellas fue más fácil triunfar fuera que dentro de nuestras fronteras, pero es que nuestros Académicos lo tienen muy claro, a la hora de dar premios es mejor apostar por el talento patrio que por el extranjero.
Por si acaso sí que les nominan. Siempre queda muy bien una estrella sentada en el patio de butacas poniendo una gran sonrisa de perdedor. Este año las opciones son muy variadas, y una de ellas tiene todas las papeletas para romper la maldición. Ricardo Darín es el gran favorito por su interpretación de un enfermo terminal en Truman.
Darín no ha sido el primer actor de fuera en ser nominado. La lista de 'no españoles' que han optado a un cabezón es inmensa. A los ya mencionados hay que añadir a Naomi Watts, Ewan McGregor, Ryan Reynolds o Sarah Polley. Ninguno subió al escenario.
Premiar a un extranjero es una una deuda pendiente para los Goya, que este año tienen varias oportunidades para redimirse. Entre las cinco nominadas como Mejor actriz se encuentra Juliette Binoche (por Nadie quiere la noche), que también ganó el Oscar por El paciente inglés y que, según todas las apuestas, perderá el próximo sábado. La propia Isabel Coixet reconocía a este periódico que es consciente de que el galardón no caerá del lado de la francesa. “Le perjudicará la veteranía, creo que el premio a mejor actriz será un espaldarazo hacia profesionales más jóvenes”, explicaba la directora.
Excepciones con truco
Otro intérprete con Oscar está nominado como Mejor actor de reparto. Se trata de Tim Robbins, que por su papel de activista en Un día perfecto, de Fernando León de Aranoa, tiene todas las papeletas para caer frente a Javier Cámara. Ambos coincidieron a las órdenes de Coixet en La vida secreta de las palabras. Curiosamente la película ganó el Goya a la Mejor película, dirección y guion. Cámara fue nominado. ¿Y Robbins? Ni siquiera optó al premio.
Juliette Binoche, Tim Robbins y Ricardo Darín optan a un premio que suele caer del lado de actores españoles
Benicio del Toro es la única estrella de Hollywood que se lo llevó. Una excepción con truco, porque el actor tiene nacionalidad española y el papel del Che era hablado en castellano. Y es que el idioma importa mucho a nuestros académicos. Ninguna interpretación que no sea en lengua española ha ganado en estas 30 ediciones. Ni en inglés ni en francés, porque un veterano como Jean Rochefort optó al premio por El artista y la modelo y se fue de vacío.
Hay otros dos actores extranjeros que sí ganaron el Goya, pero lo hicieron por películas españolas y en castellano: el checo Miroslav Táborský, por La niña de tus ojos, y la estadounidense -afincada en España- Geraldine Chaplin por En la ciudad sin límites.
Ni siquiera en las categorías de Actor y Actriz revelación la Academia de Cine ha dado su brazo a torcer. Los jóvenes Tom Holland (Lo imposible), Alakina Mann y James Bentley (Los otros) se llevaron premios en todo el mundo por sus interpretaciones, pero aquí sucumbieron ante alguna revelación patria.
Más simpatía por Latinoamérica
Algo mejor les ha ido a los actores latinoamericanos que han optado al Goya. La lengua en común y las coproducciones (sobre todo entre España y Argentina) han ayudado a que los argentinos Alberto Ammann, por Celda 211, Soledad Villamil, por El secreto de sus ojos, y Cecilia Roth, por Todo sobre mi madre y Martín Hache, levantaran el galardón.
Este año parece que Ricardo Darín está destinado a seguir la senda de sus compatriotas. Con Truman ha ganado todos los premios previos. El Feroz, el Forqué, el Gaudí… y camino al pleno al 15 con el Goya. El actor romperá su mala suerte con nuestros premios, a los que ya ha optado sin éxito en otras tres ocasiones.
Tiene todo a favor: una película española, rodada en español y junto a Cesc Gay, un director al que hay ganas de recompensar. La Academia seguirá teniendo la deuda pendiente de acordarse de una interpretación en otro idioma. El año que viene llegará Juan Antonio Bayona con Un monstruo viene a verme y un reparto de estrellas como Sigourney Weaver y Felicity Jones para romper esa barrera.