¿Le gustan las comedias románticas o es más de thriller? ¿detesta la ciencia ficción o disfruta con el terror? Los géneros, tanto literarios como cinematográficos, sirven como guía al espectador. Nada más ver la etiqueta en la que se enmarca cada película ya puede saber su predisposición hacia la misma. Poco puede hacer la calidad de la obra en contra de un lector o un espectador que detesta ese género. Los gustos son impredecibles, o quizás no. Esas decisiones personales dicen mucho de nosotros. Así lo asegura un estudio de Peter J. Rentfrow, Lewis R. Goldberg y Ran Zilca publicado por el Instituto Nacional de la Salud, que asegura que se pueden conocer los rasgos más importantes de la personalidad de una persona sólo con saber sus preferencias respecto a la cultura.
Si la predilección es el terror o la novela erótica, para estos investigadores sería indicativo de un rasgo de 'oscuridad', mientras que si los documentales son la elección, se entraría en la categoría de 'cerebral'. El informe reduce a cinco grandes bloques las preferencias de ocio: Comunitario, Estético, Oscuro, Emocionante y Cerebral. Las personas que una y otra vez eligen un campo determinado muestran comportamientos similares que ayudan a crear un patrón en torno a la personalidad del ser humano.
Rasgos como el liderazgo, la empatía, la ingenuidad o la candidez se ven repetidos constantemente. Cada una de las cinco categorías anteriores incluyen características buenas y malas. Por ejemplo, según este informe, el lector de 50 sombras de Grey tiene muchas probabilidades de ser extrovertido, con un intelecto alto, creativo y algo ingenuo, pero también imprudente, desafiante y nada modesto.
A aquellos que les encante el cine iraní y la poesía les definen como reflexivos, ingenuos y empáticos, aunque densos, abstractos y especialmente calmados. Pros y contras de un estudio que ha involucrado a más de 3.000 personas entre universitarios, usuarios de internet y cuestionarios físicos enviados por correo postal. El propósito de este estudio es el de “examinar la estructura y las correlaciones existentes en torno al género del entretenimiento".
La importancia de este sector en la vida de EEUU es clara y, según explican los autores en el informe, un ciudadano medio pasa de media 38 horas a la semana viendo la televisión y películas, 8 horas leyendo y 18 escuchando música, por lo que más del 55% de su tiempo lo dedican al ocio cultural. Pese a ello casi ningún estudio o artículo publicado se centra en la personalidad o el estudio psicológico de los usuarios. De cerca de 15.000 artículos publicados entre 1932 y 2008 en las revistas más prestigiosas acerca de la formación de la personalidad, sólo 90 de ellos (un 0,6%) hacían referencia al mundo cultural.
Estos tres investigadores intentan abrir un nuevo campo en las teorías de la personalidad y ver sus conexiones en la vida diaria. “Examinando estas uniones ayudaremos a entender el impacto y el papel que juega la personalidad en nuestra rutina cotidiana. Siempre se cree que la música que oímos, las películas que vemos y los libros que leemos tienen más que ver con variables contextuales y el propio ánimo de la persona que con su personalidad”, dice el informe.
Los resultados “muestran un fascinante patrón al analizar los vínculos entre las preferencias de entretenimiento y los rasgos de personalidad”. Así, en la categoría 'Comunitario' se encontrarían los programas como El diario de Patricia, las TV Movies, el cine romántico y la música pop, así como los libros sobre religión o cocina. Las personas que tienden a repetir en estas propuestas de entretenimiento son definidas como tiernos, cálidos, empáticos y amables, pero imperturbables, provocadores y poco creativos.
La segunda etiqueta, la de propuestas estéticas, abarca a la poesía, el blues, la música clásica, las películas antiguas o el cine extranjero, y responde a gente creativa, culta, densa, introspectiva, abstracta y con dotes de liderazgo. La tercera categoría, 'Oscuros', es la que acoge al punk y el heavy, el terror, los programas de late night y la lietartura erótica. Seres intensos, hedonistas y nerviosos. También extrovertidos inteligentes y eficientes.
'Emocionante' es la etiqueta del cuarto factor, que se compone de los géneros de aventuras, el cine de acción y ciencia ficción y los thrillers literarios. En este área no se incluye ningún género musical concreto. Aquí es donde el estudio reconoce no haber encontrado unos patrones de personalidad claros, aunque destaquen la ingenuidad y la rapidez de respuesta. La última división es en la que se encuentran las revistas económicas, los periódicos, los libros sanitarios y el género documental y responde al nombre de 'Cerebral'. Personas de un nivel intelectual elevado, creativos, con aplomo, aunque también poco dados a la colaboración. Prefieren ser sus propios jefes en vez de tener que seguir órdenes.
Los autores reconocen que este estudio es sólo “el primer paso”, pero importante porque establece cinco áreas de acción en torno a los géneros del entretenimiento y sirve como marco para establecer vínculos entre las preferencias de ocio y los rasgos de personalidad más allá de los factores demográficos siempre utilizados y que, aunque, deben ser tenidos en cuenta, no son sólo los únicos que influyen a la hora de preferir Pretty Woman a El árbol de la vida.