Toda una vida protegiendo su secreto adolescente: el romance que se coció en los rodajes de Star Wars. La Princesa Leia y Han Solo -Carrie Fisher y Harrison Ford- también se enrolaron en la vida real. La actriz y escritora ha alegado en numerosas ocasiones que no, que por supuesto que no, que ella era una adolescente y Ford tenía 14 años más, que no podían ser más diferentes y que sólo plantear la idea era una tontería. Pero ahora ha escrito La princesa autobiógrafa, en la que regresa a confesiones que escribió en ese momento -en un híbrido doloroso entre el diario y el poema- y ha dejado claro quién era verdaderamente ella y qué sintió.
Aquí aparece una chica de 19 años con complejos, angustias y odios -que estaban ya en tratamiento pero que aún no habían sido diagnosticados como "bipolaridad"- y que fantasea con ser una "mujer de mundo". Se enamora obsesivamente de Ford, que, aunque duerme, feliz, con ella, no parece sentir lo mismo.
Fisher nunca se ha abstenido de escribir sobre sí misma con lacerante honestidad, especialmente en Postales desde el filo, novela de una adicción que después fue llevada al cine por Mike Nichols -y protagonizada por Meryl Streep-. Puso sobre la mesa que tuvo un grave problema con la cocaína durante el rodaje de Star Wars: el Imperio Contraataca (1980) y relató que sobrevivió a una sobredosis. Ahora, con respecto a la vida interior de la niña Carrie, sostiene que ha pasado el tiempo suficiente para poder sacarla afuera. Su historia con Harrison Ford "no era sólo un secreto que mantener para mí", relata, ya que él estaba casado con María Marquardt. Poco después se divorció y se casó con la guionista de ET Melissa Mathison, una amiga cercana de Fisher que murió el año pasado. ¿Fue por respeto a Melissa por lo que ha tardado tanto en escribir sobre su relación? Fisher responde que no. Entonces, ella aún no era su mujer.
Viejos diarios
¿Está haciendo esto por dinero? Ella ríe en su entrevista a The Guardian. "Oh, no hay tanto dinero. Yo ya tenía un acuerdo preestablecido, así que no hay nada de 'te pagaremos un millón de dólares si cuentas algo secreto'. Yo misma me preguntaba si tendría el valor de hacerlo". Fisher se reencontró con sus diarios 40 años más tarde, en unas tablas bajo el suelo, mientras reformaba su casa. "Había olvidado que existían. Lo sentí como un increíble hallazgo arqueológico". En su relectura, dice que se sorprendió por su pasión. Con 19 años se permitía escribir a sí misma de una manera que no volvió a hacer después: clavando el corazón -el órgano, en su sentido más visceral- sobre el papel. Su hija, Billie Lourd, no daba crédito: "Al leerlos, ella descubrió una parte de mí tan emocional... nunca me había visto así. Es lo más personal que he escrito".
La gran pregunta que se repite a lo largo del libro es si Ford tendrá idea de cómo se siente. ¿Qué piensa ahora? "No creo que, hasta ahora, tuviera idea de lo que sentía"
La gran pregunta que se repite a lo largo del libro es si Ford tendrá idea de cómo se siente. ¿Qué piensa ahora? "No creo que, hasta ahora, tuviera idea de lo que sentía". Ella misma dice que lleva tratando de enterrar esas emociones durante años. "Incluso en el diario no me gusta admitirlo, porque es un fracaso". Hace una pausa. "No, no es un fracaso, es el amor no correspondido". Pausa. "Lo que supongo que es un tipo de fracaso". ¿Qué le parecerá al actor, que ahora está casado con Calista Flockhart, la publicación de este libro? No lo sabe. "Le dije que lo estaba escribiendo y que le iba a enviar una copia. Lo hice y no tengo noticias de él".
Sabe que es poco probable que a Ford le guste la idea, porque sí era cierto que son diferentes: Ford es taciturno y ella locuaz, él es intimista y ella es más abierta. "No creo que él quiera que salga a la luz nada de su vida", admite. "Así ha vivido siempre, en consecuencia. Desde luego, no querría avergonzarlo, pero que se sepa cualquier cosa privada suya ya le da vergüenza".
El encuentro emocional con él la pilló por sorpresa. "No me cabía en la cabeza que yo le gustara. Era una niña muy insegura y sólo había tenido un novio". Cuenta en los diarios que él se la llevó fuera en un evento en el que habían bebido. Ante la pregunta de si se aprovechó de ella, responde que "en absoluto". "De hecho, no creo que él pudiera haber sabido que yo era tan inocente, porque le pinté deliberadamente una imagen falsa de mí misma. Él no tenía la verdadera información", sonríe.
Trastorno mental y angustia adolescente
Mientras que Harrison Ford fue la preocupación número 1 en su cabeza durante todo el rodaje, Fisher reconoce que, para él, ella sería "alrededor de la número 15" en su lista de prioridades. ¿Era ella una potencial suicida? "No, nunca me planteé eso. Pero era muy insegura, especialmente cuando estaba rodeada de hombres". Dice que hay una enorme cantidad de dolor en sus textos, pero que parte de ello viene de su angustia adolescente y otra parte de su delicada salud mental. "Yo había empezado a ir a terapia con 15 años, porque me dí cuenta de que algo estaba pasando en mí. Recuerdo que el doctor me dijo: ¿por qué estás aquí?, y yo le dije 'quiero dejar de llorar tan fuerte'".
Yo había empezado a ir a terapia con 15 años, porque me dí cuenta de que algo estaba pasando en mí. Recuerdo que el doctor me dijo: ¿por qué estás aquí?, y yo le dije 'quiero dejar de llorar tan fuerte
Ahora sabe que, en un momento tan sensible para ella, no le ayudó mucho que Ford no le demostrase que le importaba. "Esa situación no me hizo sentir mucho mejor sobre mí misma", relata. "Pero de alguna manera, sí me hizo sentir bien". ¿Por qué? "Porque él me eligió". Reconoce que nunca se peleó con él, ni durante ni después de la relación. "No es un gran hablador", dice, con sequedad. "Ya sabes, no es el señor risitas". Nunca hablaron, en realidad, de lo que pasaba cuando se veían en el set. Sólo era su secreto. "Pero creo que era algo que se reabsorbía. Se puede ver en nuestro lenguaje corporal que estábamos cómodos".
El año pasado se reunieron por primera vez en 30 años para Star Wars: el despertar de al fuerza. ¿Hablaron entonces de ello? "No", dice ella. "En esa película me di cuenta de que dos personas estaban coqueteando y que tenían una gran diferencia de edad, como la que entonces teníamos él y yo, y se lo dije, y él dijo [ella pone voz profunda e inexpresiva] "Bueno, les deseo que les vaya bien". ¿Todavía lo ama? "Sí, lo amo. Siempre voy a sentir algo por él. Me encanta su marca, también, pero me encanta más su marca como un hermano. No se puede pretender algo durante tanto tiempo sin algo de él que se haga realidad".