Todos los años se estrena el clásico de Disney. Lo que el público ha interiorizado como una marca comenzó de una forma más artesana. El apellido Disney es sinónimo de calidad, de saber hacer, de una forma de entender la animación que mezcla lo tradicional con lo moderno. Tras unos años en los que la compañía no encontraba su lugar y encadenó fracasos comerciales y de calidad como Chicken Little, ha vuelto a la senda de lo que les hizo mágicos. Enredados, Frozen o Moana han recuperado la magia perdida, la que nació con Mickey Mouse hace casi 90 años.
Ahora se cumplen 50 años de la muerte de la persona que inició todo, que con su imaginación y sus dibujos cambió la historia del cine y de la animación para siempre. Gracias a Walt Disney se han vivido momentos irrepetibles, y su influencia ha sido fundamental en otras compañías como Pixar o Ghibli (y su fundador Hayao Miyazaki). Más allá de las leyendas urbanas sobre si nació en Almería o si su cuerpo está crionizado, nos queda un legado único que fue motivo de 22 premios Oscar y otras cuatro estatuillas honoríficas. Estas son las cinco películas con las que Walt Disney revolucionó el cine.
'Blancanieves y los siete enanitos' (1937)
Con ella empezó todo. El clásico Disney se forja con esta historia que recupera el cuento de los Hermanos Grimm y lo convierte en la primera obra maestra del cine de animación. Las constantes de lo que serían las películas de la productora están presentes en este filme. Sus canciones, los secundarios graciosos, el viaje de la heroína… todo estaba allí.
Nadie pensaba en los años treinta que el cine fuera capaz de dar vida a los dibujos. Un prodigio técnico y artístico que influyó en todo lo que se hizo después.
'Fantasía' (1940)
Con todo el éxito de Blancanieves y Hollywood a sus pies, Walt Disney se arriesgó en su segundo largometraje animado. Lo fácil hubiera sido seguir las bases ya marcadas. Adaptar otro cuento, meter nuevas canciones y listo. Pero Disney giró 180 grados y prefirió una película que fue recibida como un experimento.
El resultado fue Fantasía, otra obra maestra en la que la música clásica se mezcla con la mejor animación. Sin diálogos, dejando la emoción al poder de la música y la imagen. Su aprendiz de brujo es una de las escenas más recordadas de la historia del cine de animación.
'Dumbo' (1941)
La cuarta película de la factoría, aunque la tercera animada, supuso otro salto sin red de Walt Disney. Nada que ver con lo hecho anteriormente. Originalmente concebida para recuperar las pérdidas de Fantasía, se convirtió en un nuevo clásico. Es una de las películas de dibujos más tristes y melancólicas de la historia.
El pobre elefante, basado en el libro para niños homónimo de Helen Aberson e ilustrado por Harold Pearl, emocionó a todos en la película más corta de la productora.
'Alicia en el país de las maravillas' (1951)
¿Era la novela de Lewis Carroll lo más adecuado para una película de dibujos animados? Por un lado tenía todos los elementos fantásticos para crear una bella historia animada, aunque el subtexto de la historia era más propio de los adultos. Pero Disney volvió a arriesgarse y creó uno de esos filmes que han crecido con el tiempo.
Fue uno de los clásicos más criticados en su estreno, pero que se ha reivindicado con el tiempo y ha terminado siendo uno de sus títulos más importantes. La fascinación de Disney con la obra de Carroll viene desde sus inicios, cuando ya realizó una serie de historias cortas basadas en ella.
'Mary Poppins' (1964)
Disney no produjo sólo películas de dibujos, también hizo filmes como Mary Poppins, que incluía alguna escena con animación, pero que era más un musical lleno de fantasía basado en los libros que firmaba P. L. Travers -con la que acabó discutiendo ya que ella desaprobaba varios aspectos de la adaptación-. Fue la primera película de la productora que fue nominada al Oscar al Mejor filme del año, y ganó cinco de sus 13 candidaturas, entre ellas la de Mejor actriz para Julie Andrews por su inolvidable niñera.