Los X-Men se han enfrentado a decenas de villanos. Hombres con la capacidad de manipular los metales, semidioses inmortales, robots gigantescos… pero nunca habían visto un mal como el de ahora, el de un villano de piel naranja y pelo amarillo que amenaza con expulsar a los diferentes y levantar muros para separar a la gente. Un enemigo que con sólo pulsar un botón puede destrozar el mundo. El miedo a Donald Trump ha llegado a los superhéroes, que cada vez despliegan más contenido político en sus historietas.
Los mutantes han sido siempre los que han tenido una trama más social y de denuncia. Entre golpes y mamporros había un discurso en favor de la igualdad y de defensa de los oprimidos. Los X-Men siempre luchaban contra tiranos que querían imponer un pensamiento único y a una especie como superior, así que era cuestión de tiempo que su discurso girara hacia lo político en una época convulsa.
En el cine lo han hecho de forma más clara en Logan, el cierre de la trilogía sobre Lobezno, su personaje más carismático que se despide de la gran pantalla con una película con toques de western crepuscular, con mucha violencia y un mensaje político evidente en forma y fondo. La película se desarrolla en la frontera entre México y EEUU, donde se trafica con mutantes jóvenes que han sido creados como armas y que se rebelan y huyen de su destino. La barrera entre ambos países es el lugar donde el filme sitúa su trama para hacerla avanzar hacia otra frontera, la de EEUU y Canadá, donde los adolescentes huyen para salir de un país que les persigue para matarles o marginarles. Un parecido con la administración Trump nada casual.
Patrick Stewart, que vuelve a interpretar al profesor Xavier, cree que “la ficción y la realidad siempre han estado presentes en esta franquicia y siempre se han solapado”. “Siempre ha habido un contexto político para todo el que haya querido verlo y haya querido responder a él, pero es cierto que es más potente en esta película. Está el tema de las fronteras y vemos cómo se cruza primero la que hay entre EEUU y México. El presidente que ocupa ahora mismo la Casa Blanca y los comentarios que hace respecto a los mexicanos son inaceptables. Hay una lectura política clara en Logan, y si te fijas los buenos, entre los que se encuentran estos niños, tienen un objetivo, que es alcanzar otra frontera, la de Canadá, porque allí estarán seguros, esa es la urgencia, como lo es para miles de personas en todo el mundo que actualmente sienten esa necesidad, llegar a un país para alcanzar esa seguridad”, explica Stewart a EL ESPAÑOL.
Siempre ha habido un contexto político para todo el que haya querido verlo y haya querido responder a él, pero es cierto que es más potente en esta película
Por ello cree que Donald Trump es más que un villano cinematográfico o un enemigo para alguien como Lobezno. Su semblante se pone serio cuando se le pregunta directamente por el republicano y deja clara su opinión: “es un peligro para el mundo”.
Una despedida violenta
Logan tiene algo que la diferencia del resto de películas de la saga, un tono más adulto y sombrío, y una violencia seca y explícita desconocida hasta ahora, pero coherente con el personaje y su estado. Hasta ahora no había sangre en la franquicia, ahora la hay a borbotones, igual que miembros amputados y cabezas cortadas. Stewart comparte que es más violenta, pero cree que tiene una explicación. “Siempre ha habido violencia en las películas de X-Men, y confieso que sí es muy explícita, vemos el daño que sufren los seres humanos y es espeluznante, pero tiene un fin, y es para contrastar con lo que yo creo que es un tema muy sensible y muy delicado que es esa relación entre Logan y Charles y también entre X-23 y Logan, interpretada por una española, Dafne Keen”, explica el actor que también dio vida al mítico capitán Picard de Star Trek.
A pesar de haber salido en casi todas las películas de la franquicia no se declara seguidor de las historias de superhéroes y por ello no es consciente de si existen muchas películas del mismo tipo o si Hollywood está saturando la industria. He escuchado esos comentarios por ahí, y he de confesar que no soy fan del género de superhéroes, no he leído los cómics y hace 17 años cuando me documenté para la primera película fue mi primera experiencia. Me dieron una pila de cómics d X-Men. Dicen que ahora hay una crisis, pero no soy consciente de ello tampoco, confieso que en Logan hay una desviación, hay algo distinto de lo que hemos visto hasta ahora en X-Men y me siento orgulloso por ello”, zanja.
Lo que sí tiene claro es que esta es la última aventura del Profesor Charles Xavier, y por ello se siente orgulloso de que esta película sea el final. “Siento esa sensación de despedida y es muy fuerte. No me pasó cuando leí el guion ni tampoco rodando, y eso que Hugh Jackman ya había dicho que era su adiós a Lobezno. No fue hasta hace un par de semanas cuando la vi por primera vez cuando fui sensible al ver que también era mi despedida, pero creo que es la despedida más elegante,más sensible y hermosa para mí y para la franquicia, no se puede hacer mejor, así que me siento feliz de decir que sí, que es el adiós”.