El talento tiende a juntarse. A veces hasta es solidario. Sergio G. Sánchez lo sabe bien. A finales de los noventa tenía un guion escrito y cogiendo polvo. Una historia de amigos invisibles, fantasmas y casas encantadas que soñaba con dirigir. Por aquel entonces trabajaba en un bar en Oviedo y en su destino se cruzó otro joven con ganas de triunfar en el cine. Se llamaba Juan Antonio Bayona y su nombre ya había empezado a sonar en el circuito de cortometrajes. Sánchez le ofreció el guion de El orfanato para que fuera su ópera prima, un debut que producirían Guillermo del Toro y Telecino Cinema.
El resto es de sobra conocido. La película arrasó desde su paso por el Festival de Cannes, triunfó en taquilla y hasta rascó en los premios Goya, donde se hizo con el premio al Mejor Guion Original, a pesar de que muchos, como recordó Sergio G. Sánchez -en unas palabras que ahora considera desafortunadas- al recoger el premio, le acusaran de ser “una mala copia de Los otros”. Del Toro puso a Bayona una condición, que cuando se convirtiera en una estrella haría lo mismo, producir el debut de un director. Jota lo tuvo claro, había que devolver el favor a la persona que escribió la historia que le puso en el foco. Así surgió El secreto de Marrowbone, el proyecto con el que Telecinco Cinema quiere arrasar este año y que llega en un año en el que no hay ningún gran proyecto para reventar las arcas.
La productora ha confiado su fecha clave, la primera semana de octubre, para esta película sobre unos niños que se refugiarán en la antigua casa de la familia cuando esta fallezca para poder vivir juntos hasta que el mayor tenga 18 años y nadie pueda separarles, pero una presencia hará acto de presencia. Ya con el montaje acabado la película continúa su posproducción y ha comenzado a grabar su banda sonora, obra de Fernando Velázquez, otro habitual del tándem Bayona-Sánchez y que recuerda a EL ESPAÑOL que esto empezó mucho antes de que llegara Del Toro: “Comienza con un corto de Bayona que se llamaba El hombre esponja, hace 15 años, luego hicimos Temporada Baja y todavía no estaba Guillermo del Toro. Estos dos cortos, como todo lo que hemos hecho después, está hecho con mucho corazón y en aquella ocasión con pocos medios, pero el espíritu y la actitud es la misma”.
Lo que nadie se imaginaba es que aquel filme cambiaría su vida para siempre. “Yo me doy cuenta ahora, diez años después. Creo que estábamos a la altura, pero tuvimos mucha suerte de poder hacer El Orfanato. Hacía falta ese impulso económico y que la gente crea en ti y apueste por ello”, recuerda Velázquez que define a Sergio G. Sánchez como alguien “especial”, que tiene “una magia y una verdad bastante inusual”.
Escritor de taquillazos
Sergio G. Sánchez tiene experiencia en triunfar, pero hasta ahora como guionista. No sólo escribió El orfanato, también Lo imposible o Palmeras en la nieve. En todas ellas hay un elemento común, “son personajes que intentan volver a un hogar que ya no existe”. “Tendré que psicoanalizarme a ver por qué me llama tanto”, cuenta el ahora director a este periódico mientras se prepara para grabar la música con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias. “Cine de género con un componente emocional muy fuerte, como El Orfanato, pero es una criatura completamente distinta”, añade. A cinco semanas de que acabe todo está nervioso “ porque llegamos a un punto de que no hay vuelta atrás, es la hora de la verdad”, aunque ya en el montaje se dio cuenta de que su “hijo tenía la cara y los ojos que había pensado”.
La inocencia con la que hicimos 'El Orfanato' ya no está, sabes que la película se está esperando y es más difícil dar la sorpresa con los antecedentes que tienes
En el cine español siempre se dice que hay que hacer la primera película como si fuera la última, porque nunca se sabe si realmente será la última, pero las ganas de poder saltar a la realización han hecho que Sergio G. Sánchez ni se lo haya planteado. “Llámame inconsciente pero no me ha pasado, porque llevo tanto tiempo deseando dirigir que lo he vivido como el comienzo de una nueva etapa, espero que sea así, y que guste para poder seguir, de hecho ya estoy preparando más cosas”, explica mientras desea que a partir de ahora ya no se le presente como 'El guionista de…', sino 'El director de'.
Asegura no conocer la receta del éxito, aunque siempre lo encuentre, y cree que simplemente es que dirige y escribe lo que le gustaría ver como espectador. Quizás eso haya influido en que El secreto de Marrowbone ya esté vendida a más de 40 países y hace que se enfrente al futuro estreno con más confianza. “La inocencia con la que hicimos El Orfanato ya no está, sabes que se está esperando y es más difícil dar la sorpresa con los antecedentes que tienes”, dice Sánchez que subraya que pese a eso han asumido varios riesgos. “No es una película de fórmula, no es una película prediseñada, toma riesgos muy gordos y eso es lo que necesito, rodar una película que no esté ya hecha”, asegura este realizador que, de momento, no se ve siguiendo los pasos de Bayona para irse a Hollywood.
Con el primer cartel y trailer de la película recién presentado se pone en marcha la maquinaria promocional de Mediaset, artífice de los mayores éxitos del cine español de los últimos años y que confía en que con este debut pasará lo mismo. Si ocurre, Sergio G. Sánchez tiene claro lo que ocurrirá después: “Ojalá yo también pueda apadrinar a alguien después”. La cadena de talento sigue su curso.