Los Goya no podían quedarse parados. El movimiento por la igualdad de la mujer y el fin del abuso de poder en una industria que, desde siempre, ha estado dominada por hombres blancos que perpetuaron una serie de conductas machistas. Las consecuencias las hemos visto estos meses, primero con el caso de Harvey Weinstein y Kevin Spacey, cuyos actos fueron encubiertos por una cultura del silencio que ahora toca su fin.
Pero más importante han sido lo que ha venido después. Las mujeres han dado un golpe en la mesa y se han propuesto parar con el desequilibrio en el cine. Primero fue la iniciativa #MeToo, con la que desde redes sociales se unían a aquellas que denunciaban cualquier tipo de acoso, y luego Time’s Up, la organización creada por estrellas de Hollywood para luchar contra todo este sistema patriarcal.
El cine español ha querido unirse a esa lucha, y desde la Asociación de Mujeres Cineastas han anunciado una acción a la que se ha sumado la Academia de Cine y la Unión de Actores. Durante los Goya se verán cientos de abanicos rojos con el lema #MásMujeres inscrito en ellos. La idea es que todo quede inundado por la protesta. Un hashtag propio que aspira también a hacerse viral en redes sociales como ocurrió con el #MeToo.
Con esta medida se busca una industria equitativa que derribe los estereotipos sexistas nocivos que abundan en los contenidos del cine español
Las cineastas quieren visibilizar en la gala el problema y pedir desde allí “#MASMUJERES en guion y dirección, desde donde surgen las historias que luchan contra los estereotipos. #MASMUJERES en los cargos de responsabilidad, equilibrando la estructura de nuestro cine. #MASMUJERES jefas de equipo en los puestos técnicos que rompan definitivamente con el cliché de la especialización. #MASMUJERES que aporten la necesaria mirada femenina al mundo que compartimos. Sólo así se podrá conseguir “una industria equitativa” que “derribe los estereotipos sexistas nocivos que abundan en los contenidos.
Se protesta así por la escasa presencia de la mujer en unos premios que, aunque hayan nominado dos filmes dirigidos por mujeres (Verano 1993 y La librería), siguen estando dominados por el hombre. En esta 32 edición sólo hay un 27% de mujeres nominada, y en ocho categorías no hay ni una sola mujer.
Queda por ver si la acción tiene continuación en los discursos de los ganadores, de la Academia y de los presentadores, que hace unos días dijeron que se iban a “subir al carro del feminismo” en la gala.