La fotografía de la alfombra roja de la inauguración de la 71 edición del Festival de Cannes es, desde ya, historia del cine español. Hasta ahora sólo Almodóvar había logrado el honor de abrir la Sección Oficial a concurso. Lo hizo con La mala educación y con una estrella mexicana como protagonista, Gael García Bernal. Ayer era Asghar Farhadi, un director iraní con dos Oscar el que estrenaba filme, pero era una producción realizada con dinero español -Morena Films está detrás- y con un reparto que juntaba a los mejores intérpretes de nuestro país.
A los pies de la escalera que da acceso al Palais donde se proyectaba Todos lo saben, posaban Javier Bardem, Penélope Cruz, Bárbara Lennie, Élvira Minguez, Sara Sálamo, Inma Cuesta, Eduard Fernández, Ricardo Darín y Álvaro Longoria, productor de la película que también compite por la Palma de Oro y que tuvo una buena acogida por parte de la crítica. Una imagen para enmarcar, que muestra a una cinematografía con músculo para convencer a un director como Farhadi para rodar una historia aquí con un equipo técnico lleno de profesionales españoles. Todo un orgullo ante el que las redes sociales se rendían rápidamente.
No todos se rendían ante el poderío de Bardem y Cruz, definidos por el director de Cannes como la pareja de actores más importante fuera de Hollywood. Las autoridades españolas ignoraban por completo este acontecimiento histórico para la cultura de nuestro país. Mariano Rajoy ni siquiera mostró un tuit dando la enhorabuena al equipo, tampoco lo hacía el Ministro de Cultura, Íñigo Méndez de Vigo. Siguen sin hacerlo casi 24 horas después.
Mucho más interesado se ha mostrado siempre el presidente del Gobierno con los actos deportivos. No hay competición o equipo que gane algo al que no felicite. De hecho, al Real Madrid le ha dado la enhorabuena cuando pasó a semifinales… y también a cuartos de final, pero al cine español ni se asoma. Ni va a los Goya, ni desea suerte a Carla Simón en los Oscar, ni celebra el César Honorífico de Penélope Cruz, ni por supuesto muestra su orgullo por la foto de nuestros actores inaugurando el festival más importante del mundo, algo que entroncaría con esa Marca España que tanto se han empeñado en vender desde su partido.
No se espera tampoco que se acuerde (no lo ha hecho ya), de los dos directores españoles que han visto sus películas elegidas en la Quincena de los Realizadores. Arantxa Echevarría y Jaime Rosales son menos importantes que unos cuartos de la Champions para Rajoy.
Una película por encima de banderas
Bardem y Penélope Cruz sí se han encargado de pasear esa Marca España por toda La Croisette. En la rueda de prensa se mostraban encantados de un proyecto que ha permitido al actor volver a rodar en castellano, algo que no hacía desde Mar Adentro, y se ha mostrado partidario de un cine abierto, en el que los idiomas no sean tan importantes como en la vida, y se mostró contento porque "por lo menos en el cine no están las banderas tan presentes" y subrayó la importancia de que un director nacido en irán haya logrado “una película con tanta identidad española”. “Es un honor formar parte de un proyecto con un realizador que ha hecho una de las películas más españolas que se han hecho en España".
Es un honor formar parte de un proyecto con un realizador que ha hecho una de las películas más españolas que se han hecho en España
Tocaba de manera lateral el tema, algo que se intuye en Todos lo saben, que comienza su trama en una boda donde llegan parientes que hablan catalán. Lo volvía a hacer al declarar que "las historias son de las personas y no de las fronteras". Farhadi se unió al debate, y confesó que quería "que el mundo de la película fuera un poco más amplio que el mundo del pequeño pueblo en el que estábamos". El realizador hasta se mojó sobre el independentismo: "Que los catalanes y los españoles son de la misma familia es algo evidente". Bardem zanjó el tema y salvó a Farhadi de meterse en un jardín al concluir que el cine "habla de identidades y la identidad lingüística es la que uno lleva desde el nacimiento. No hay que ser selectivos con el tema de los lenguajes en las películas".
El español ha sonado por todo lo alto en estas dos primeras jornadas de Cannes. Lo seguirá haciendo el jueves con la Petra de Rosales, y la semana siguiente con Carmen y Lola, hasta en la Clausura con El Quijote, pero nada de eso se puede comparar con un buen gol de Cristiano o un punto de Garbiñe Muguruza que conmueva el corazón de nuestro presidente.