Cannes

El Festival de Cannes lleva desde su inicio rendido a la causa feminista. Mujeres copando el jurado, marchas feministas en la Alfombra Roja, Agnes Varda y su manifiesto por la paridad, un teléfono para denunciar agresiones… todo estaba en su sitio, menos su propia historia. El certamen tiene el mismo pasado machista que Hollywood o cualquier otra industria del mundo. En sus 71 años de historia sólo una mujer ha ganado la Palma de Oro a la Mejor película. Fue Jane Campion por El piano, y de aquello se cumplen ahora 25 años. Tampoco han ido las cosas mejor en el premio a la Mejor dirección, el año pasado Sofía Coppola se convertía en la segunda mujer en lograrlo.

Este año las cosas pueden cambiar. La jornada del lunes trajo la sorpresa más agradable de la Sección Oficial y la que toda la prensa ha considerado como la más seria candidata a la Palma de Oro de un curso con un nivel más que notable. La película se llama Lazzaro felice, y la ha dirigido Alice Rohrwacher, que con su anterior película rozó la proeza al lograr el Premio Especial del Jurado. En esta ocasión lidera las quinielas gracias a un filme que cuenta la historia de Lazzaro, un inocente chaval dentro de una comunidad de trabajadores explotados en la hacienda de una marquesa. Poco más conviene saber de una obra que sorprende y enamora por su apuesta por un neorrealismo mágico que entronca con referentes históricos italianos (como la propia realizadora), con Milagro en Milán como gran referente.

Fotograma de la película.

Rohrwacher describe a la clase obrera con una mirada llena de respeto y cariño, y en su apuesta con toques fantásticos y mágicos entra la crítica política más brutal: el hombre es un lobo para el hombre, y el capitalismo nos ha hecho más salvajes. Dos tiempos históricos y dos sistemas políticos (feudalismo contra neoliberalismo), para acabar con una versión pesimista de la vida y de las personas. En medio un personaje que casi no habla pero encandila por su inocencia y su mirada, llena de humanismo. Un filme que tiene todo para ganar este año: mensaje político, un universo propio, una estética perfecta y el plus de poder romper la maldición machista del festival. Se lo han puesto en bandeja a Cate Blanchett para hacer historia.

La sala de prensa recibió al equipo del filme -entre los que se encuentra Sergi López -con la ovación más grande en lo que llevamos de certamen. Allí la directora reconoció que los directores del neorrealismo italiano están en su subconsciente, como también Ermano Olmi o los hermanos Taviani. "Creo que el cine, al menos el que yo amo y he amado, impregna mi memoria, no son referencias conscientes, están en el área de la inconsciencia que viene de vez en cuando y me doy cuenta solo cuando estoy rodando", añadió.

El ser humano siempre está dispuesto a explotar a otros seres humanos

También confirmó lo que todo el mundo había visto y agradecido, el contundente mensaje político del filme. "El ser humano siempre está dispuesto a explotar a otros seres humanos", señaló la realizadora, que quiso ahondar en esta idea y contar una tragedia pero de manera "ligera y libre". El mismo mensaje es el que ve el actor español, que se ha mostrado enamorado del proyecto y emocionadísimo por la recepción de la prensa. Para él, Lazzaro Felice es un ejemplo de cómo "los humanos siempre cometemos los mismo errores". "Es una lección que no aprendemos nunca", afirmó el actor al señalar que el filme habla de dónde venimos, de cómo la gente es explotada y de que el capitalismo quizás no es un sueño.

Por ello la directora pidió a la gente que, al menos durante sus dos horas de metraje, se convirtieran un poco en su protagonista, y se llenaran de humanidad para “recuperar esa inocencia y ver este filme de manera inocente”. No hay duda de que en Cannes lo ha conseguido. El sábado sabrá si el jurado se transforma en un lobo para la película que se merece esa ansiada Palma de Oro para una mujer.

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