La Plaza Mayor de Salamanca ha amanecido cambiada. En su centro, una enorme bandera republicana ha ondeado durante todo el día. El motivo: el rodaje de la película Mientras dure la guerra. La película de Alejandro Amenábar ha echado a andar en la ciudad de Castilla y León, y lo ha hecho envuelta en polémica, ya que trata una historia de un tema que escuece a muchos todavía: la Guerra Civil.
Amenábar, en la que es su primera película en español desde Mar Adentro, cuenta la historia de Miguel Unamuno, cuando en 1936 decide apoyar públicamente la sublevación militar que promete traer orden a la convulsa situación del país, y su cambio de opinión posterior, hasta terminar con aquella mítica discusión entre el escritor y Millán Astray en la Universidad de Salamanca.
Karra Alejalde dará vida a Unamuno, mientras que Eduard Fernández será el encargado de encarnar a Millán Astray. Completa el reparto Nathalie Poza en la que será una de las películas más esperadas de 2019. Los que no han recibido bien la noticia del rodaje del filme son los Veteranos Legionarios de la Plataforma Patriótica Millán Astray, que han emitido un comunicado oficial para que el director “no caiga en la burda propaganda” sobre Millán Astray.
La asociación, que incluso ha llegado a ofrecerse como asesores del filme, emitió un Burofax el pasado 14 de Mayo a MOD Producciones pidiendo que la película “se ciña a la verdad conocida” de lo que ocurrió entre Astray y Unamuno. Por ello le piden que no haya ni rastro de las dos frases míticas que se atribuyen al militar aquel 12 de octubre de 1936 que reproducirá la película: ¡Muera la inteligencia!, ¡viva la muerte!. Entre los Veteranos Legionarios existe la preocupación de que Amenábar persista en los viejos “topicazos” contra el Fundador de La Legión, ya que según ellos han quedado derruidos recientemente por el investigador salmantino Severiano Delgado, que ha acreditado con pruebas incontestables que los gritos que se imputaban al Fundador de La Legión del “¡Viva la Muerte!” y “¡Muera la Inteligencia!” “no son más que una burda propaganda frentepopulista inventada por el periodista exiliado en Londres, Luis Portillo".
La productora ya ha confirmado que no se cambiará ni una coma del guion, y que la película y su rodaje seguirán el plan establecido antes de que los legionarios se cabrearan.