La polémica salpicó a Leticia Dolera cuando estaba a punto de acabar su primera serie como creadora, Déjate llevar. Se la acusaba de haber despedido a una actriz embarazada, Aina Clotet, algo que dolió especialmente por el activismo feminista de la directora y escritora del libro Morder la manzana.
Dolera reconoció en una visita al rodaje que esto había ocurrido, pero justificó su decisión de una manera algo confusa que hizo que Aina Clotet mandara un comunicado para dar su visión de lo que había pasado. Clotet confirmaba que no había sido contratada por estar embarazada, y que ella había dado varias opciones para poder continuar en el proyecto (justificar que ella no tenía un cuerpo canónico, cambiar el estilo visual, contratar un doble de cuerpo y otras decisiones), algo que finalmente fue rechazado. La actriz catalana se manifestaba decepcionada porque creía que una serie de marcado carácter feminista tendría que haber logrado que ella compaginara su embarazo y su papel.
Ahora ha sido Dolera, con su rodaje recién concluido, quien ha emitido un comunicado para explicar su decisión de no contratarla “por no encajar en el perfil del personaje protagonista para el que fue seleccionada en un primer momento”. “Me ha dolido especialmente ver como se usaba esta situación para intentar desacreditar al movimiento feminista, tan necesario en nuestra sociedad, o para cuestionar mi compromiso de varios años con el mismo”, comienza en su escrito.
La creadora de la serie explica cómo se enteró antes de empezar a rodar de la situación, y que desde el comienzo “veía muy difícil que pudiera encarnar el personaje de Cristina estando embarazada de cuatro, cinco y seis meses durante el rodaje”, aunque le aseguró que “íbamos a dar todos los pasos para valorar en profundidad si podíamos adaptarlo todo a su nueva situación. Y así lo hicimos durante las dos semanas siguientes”.
Dolera reconoce los problemas con el seguro y la falta de cobertura ante problemas embarazadas, un momento en el que confiesa que buscaron “soluciones al respecto e incluso aunar fuerzas para denunciarlo, pues nos parecía y nos sigue pareciendo, una discriminación” y que finalmente se rechazaron y se concluyó que “Aina no podía encarnar este personaje”.
Una de las razones que explica es por su personaje, que no quiere quedarse embarazada y durante la serie reconecta con su sexualidad y su cuerpo y muestra su cuerpo desnudo en varias ocasiones. “La profesión de intérprete conlleva una relación muy concreta con el cuerpo, es un handicap al que nos enfrentamos todas. No hablo de mostrar cuerpos normativos, evidentemente, sino de que con el cuerpo también construímos nuestros personajes. Hay muchos ejemplos de transformaciones físicas de actores o actrices para interpretar determinados personajes y eso es porque nuestro cuerpo también cuenta la historia. En este caso, un embarazo era algo totalmente opuesto al personaje de Cristina”. El estilo narrativo tampoco podía cambiarse, ya que era “cámara en mano y buscando el realismo, lo que nos impedía utilizar una doble de cuerpo”.
Me ha dolido especialmente ver como se usaba esta situación para intentar desacreditar al movimiento feminista, tan necesario en nuestra sociedad, o para cuestionar mi compromiso con el mismo
Como ya explicó Manuel Burque, también desecharon un “plan de rodaje alternativo”. “Esta serie se rueda en 62 localizaciones naturales, con 94 actrices y actores. Adaptar, mover y encajar el plan de rodaje a las escenas de una actriz no era factible. Malograba el trabajo ya realizado del equipo de arte y producción, que estaba incorporado al proyecto desde hacía meses, pero sobre todo, implicaba la no contratación de 4 actores ya confirmados”. Tampoco podía retrasar una producción, lo que “implicaba que más de cien personas perdieran su empleo”.
Una de las cosas que más polémica suscitó es que se comentaba que el personaje de la propia Dolera estaba embarazada en la serie, algo que reconoce en el comunicado. “Nunca se abrió casting para ese papel. Es un personaje que escribí durante más de tres años pensando en mí. Toca temas que me afectan directamente a nivel emocional. Y como autora quería expresar a través de este personaje mis propios miedos, inquietudes y defectos. De todas formas, tampoco hubiera sido factible que lo hiciera Aina, yo no la veía en ese personaje y los personajes no son intercambiables de manera tan sencilla, hay razones artísticas detrás de cada elección de casting. Además, las escenas de una serie no se ruedan en orden cronológico y mi personaje no aparece embarazada durante la primera mitad de los capítulos”, puntualiza.
Tanto yo como el productor de la serie le pedimos disculpas en su momento, por teléfono y en persona. Aprovecho para volver a hacerlo, esta vez públicamente. Entiendo la tristeza que esta noticia le causó
En su comunicado reconoce un error de comunicación, ya que abrieron un casting en paralelo para buscar a su sustituto antes de comunicárselo a Aina Clotet. “Se le iba a comunicar a Aina enseguida, pero una tercera persona se nos adelantó. Fue una cuestión de horas. Tanto yo como el productor de la serie le pedimos disculpas en su momento, por teléfono y en persona. Aprovecho para volver a hacerlo, esta vez públicamente. Entiendo la tristeza que esta noticia le causó y me hago cargo de su decepción”.
Dolera ha querido remarcar las decisiones feministas de su serie, tanto a nivel temático como técnico. “En este equipo, donde somos una gran mayoría de mujeres, tenemos claro que no se puede discriminar a ninguna mujer por una cuestión de género y/o embarazo. En España se producen muchos despidos por este motivo y es una injusticia social muy grave. En esta producción ha habido cinco mujeres embarazadas. Dos de ellas son actrices que aparecen en la serie estando embarazadas de cinco y ocho meses. Otras dos de estas cinco mujeres fueron contratadas estando su embarazo ya avanzado, sabiendo que tendrían a su bebé en mitad de la producción y asumiendo la contratación de otras dos personas para sustituirlas. El sobrecoste que ello implicaba no fue nunca un problema, faltaría más. Y cuando alguna de ellas lo necesitó puntualmente, cambiamos horarios y nos adaptamos. No pretendo mostrar esto como un acto heroico, lo vivimos en su día con absoluta normalidad, pero lamentablemente no sucede así siempre”, dice la actriz y creadora.
“Por último creo, que podemos ver todo esto como una oportunidad para hacer una reflexión colectiva, constructiva, rigurosa y valiente entre profesionales del sector sobre como la maternidad afecta a todas las mujeres de la industria, no solo a las actrices, que en la mayoría de los casos no tienen contratos fijos y son contratadas de forma temporal y que por lo tanto se encuentran en una situación de vulnerabilidad. También valorando la especificidad de las actrices, donde la vulnerabilidad se agrava dado que nuestro cuerpo es nuestra herramienta de trabajo, así como abrir un diálogo con las aseguradoras respecto a las dificultades de asegurar actrices embarazadas”, zanja.