Si el cine es un reflejo de la sociedad del momento, las películas nominadas al Goya de este año nos dicen que hay que ponerse las pilas. La corrupción y los sobres en B vuelan, la homofobia puede acabar con la felicidad de dos jóvenes, y la desigualdad puede hundir una zona de una geografía hasta convertirla en una agujero negro en el que ni el tiempo escapa.
También podemos ver el vaso medio vacío. Hablar del poder integrador de un equipo de baloncesto formado por discapacitados que han dado una lección a más de tres millones de espectadores. O del riesgo de una directora novel que en su primer filme ha contado el amor contra viento y marea de dos gitanas lesbianas. El virtuosisimo de un joven que el mismo año que opta al Goya le canta las cuarenta a la corrupción y, cómo no, el autor que ha encontrado en dos hermanos de San Fernando la forma de radiografiar la España vacía y desolada de la última década. Como puntilla, el thriller de un director con dos Oscar que se mudó a España para captar el sonido y el color de nuestras palabras y rodar un filme con el reparto más lustroso de nuestro cine reciente.
Cinco títulos entre los que se decidirá el Goya a la Mejor película en la gala que se celebrará este sábado en Sevilla, y que llegan con Campeones como gran favorita al triunfo final. El humanismo del equipo de Fesser ha robado el corazón de todo el mundo, también de los académicos, que la han premiado con once candidaturas y tienen en ella una oportunidad única para juntar un filme popular con los premios, que muchas veces parecen dar la espalda a la taquilla.
Campeones ya ganó el premio de los productores, el Forqué, y el Feroz a la Mejor comedia, pero su gran rival, El reino, no se queda atrás. Mejor película para el círculo de escritores cinematográficas y gran triunfadora en los premios Feroz, donde se llevó el galardón al Mejor drama, al Mejor director, Mejor guion, Mejor actor (Antonio de la Torre) y Mejor actor secundario (Luis Zahera).
El duelo está servido, y muchos prevén un escenario en el que el premio al Mejor película y director no coincidan. Con Campeones llevándose el premio gordo y Sorogoyen consagrándose como realizador.
Este escenario tan dividido hace que tome fuerza la opción de una tercera vía, una obra de consenso que se beneficio de la pelea de favoritas. Esa sería, sin duda, Carmen y Lola, el debut de Arantxa Echevarría, que desde su paso por Cannes en la Quincena de los Realizadores ha conquistado a todos. Su historia de amor de dos adolescentes gitanas es un trabajo valiente, por el que se ha partido la cara y que la colocan como esa debutante a seguir que tanto gusta en nuestra industria. Las nominaciones del filme como Mejor película y de todo su reparto casi novato es la prueba de que Carmen y Lola ha gustado mucho.
El cine de autor tiene todas sus esperanzas puestas en Isaki Lacuesta, que con Entre dos aguas ganó la Concha de Oro en San Sebastián y está nominado sólo en dos categorías: Mejor película y Mejor dirección. Sería épico que con sólo dos candidaturas hiciera pleno y diera la campanada. Su caso recordaría al de Jaime Rosales, cuando con La soledad logró una victoria con la que nadie contaba y se llevó sus únicas tres opciones de Goya, entre ellas las más importantes. La opción de que Todos lo saben gané nadie la contempla en estos momentos y supondría un auténtico shock.
En la categoría de interpretación femenina todo puede pasar, pero en estos momentos un duelo entre Susi Sánchez, por La enfermedad del domingo; y Lola Dueñas, en Viaje al cuarto de una madre, parece la opción más lógica. También la más justa, pues las dos están soberbias en dos filmes pequeños y dentro de lo mejor del curso del cine español.
Habrá mucho interés también en las categorías de interpretación revelación, ya que nunca había habido tanta diversidad presente. Tres intérpretes gitanos, uno ciego, una con discapacidad intelectual y mucho talento para llevarse un Goya que puede cambiarles la vida. Jesús Vidal, encantador en Campeones puede beneficiarse del efecto arrastre del filme en una categoría sin favorito, y Eva Llorach debería llevarse su merecido cabezón por su protagonista en Quién te cantará. Una edición en la que todo puede pasar. Hagan sus apuestas.