"No vamos a ir a los Goya y no queremos que nos inviten". En estos últimos días antes de la fiesta del cine español, desde Vox se cargado duramente contra todo lo que tuviese que ver con los premios de la Academia de Cine. Lo cierto es que ninguno de sus representantes fue invitado a la gala que se celebra en la noche de este sábado en Sevilla y en lugar de quedarse en un segundo plano han aprovechado para declararle la guerra al cine español.
Santiago Abascal, el líder de la formación en el extremo derecho del tablero político, ha aprovechado su intervención este sábado en un mitin en Toledo para continuar con las hostilidades y seguir cargando contra actores y directores. "He leído hace un rato en las redes sociales, y me ha hecho mucha gracia, que parece que hay un evento, los Goya, en Sevilla este año y que parece que no nos han invitado", ha empezado Abascal. "¡Tampoco teníamos ninguna gana de ir!".
El presidente de Vox cree que "una vez mas se demuestra que esa mafia que hay en torno al cine y que persigue a los propios actores y directores que no son afectos a la izquierda o a la extrema izquierda actúa como esperábamos: señalando, apartando y expulsando a una parte de los españoles y vaciando las salas del cine. No puede ser de otra manera".
Siguiendo la línea de la formación ultra, que el viernes recomendó al cine español rodar una película sobre la "gloriosa historia de España", como la de Blas de Lezo, el Almirante Patapalo, Abascal ha vaticinado que el "primer grupo de actores o directores que se dediquen a bucear un poco en las glorias de España y llevarlas al cine, va a conseguir que los españoles vuelvan a las salas".
Pero Abascal quiere que se haga de la forma más patriota posible, narrando las grandes gestas de España, y no como se hizo en Los últimos de Filipinas, "donde nos contaban una leyenda negra y todos nos enteramos antes por las redes sociales y ya no fuimos (a verla)". "Estamos hartos de que nos hablen mal de nuestro país, estamos hartos de que nos hablen mal de nuestra patria, estamos hartos que nos hablen mal de nuestros padres y de nuestros abuelos", ha exclamado el líder de Vox.
Y ha concluido: "Así que ni nos inviten porque no vamos a ir a ningún sitio donde se insulta a todo lo creemos y a todo lo que sentimos. Mientras tanto seguiremos viendo a Mel Gibson, Clint Eastwood o el que haga falta". En la noche de fiesta del cine español, Vox se ha erigido como uno de sus grandes enemigos.