Emoción hasta el final. El primer premio de la noche reventaba todas las previsiones y colocaba la incertidumbre entre toda la prensa que cubre los Goya. Acostumbrados a ceremonias donde todos saben lo que va a pasar, esta gala se descubrió como el mejor antídoto contra el aburrimiento, aunque solo fuera por saber cómo acababa la noche.
Carmen y Lola asustó a Campeones y El reino en el primer round al llevarse el premio de Mejor actriz de reparto, que parecía claro que sería para Anna Castillo o Ana Wagener, pero Carolina Yuste dio la campanada y se llevó un Goya que ni ella se creía.
Finalmente no fue más que el último envite de una película tan importante que no podía irse de vacío, pero que sucumbió ante el poder y la emoción de Campeones, que metió un triple en el último segundo y ganó el partido de su vida a llevarse el Goya al Mejor filme. También se llevó el de Mejor canción y el de Mejor actor revelación para Jesús Vidal. La Academia coincidió con el público, que han hecho que el filme de Javier Fesser arrasara con más de 19 millones de euros en la taquilla.
El director habló de cómo su obra había hecho lo más difícil, cambiar la sociedad, que desde que salió la película ha cambiado la forma en la que mira y en cómo se refiere a las personas con "discapacidad intelectual", a los que muchos ya "llaman Campeones". Uno de ellos, Jesús Vidal, hizo llorar a media España con el discurso más bonito y sincero de la noche. El actor ciego puso a todos en pie y dijo las tres primeras palabras que le vino a la cabeza, "inclusión, diversidad y visibilidad" y recordó una de las frases más emotivas del filme y la actualizó para decir: "Queridos padres, a mí sí me gustaría tener un hijo como yo porque tengo unos padres como vosotros".
La victoria de Campeones dejó con un palmo de narices a El reino, que fue arrasando durante toda la gala para perder en la recta final. El filme sobre la corrupción política de Rodrigo Sorogoyen acabó llevándose siete Premios Goya, entre ellos el Mejor dirección, Actor (Antonio de la Torre), Actor de Reparto (Luis Zahera), Guion Original, Música Original, Mejor sonido y Mejor montaje.
Como ya anunciaron en la Alfombra Roja, Vox no existió en la noche del cine español. A pesar de las provocaciones del partido llamando subvencionados y mafia a la industria porque no les habían invitado a la gala. Los actores y directores optaron por la indiferencia, por no dar publicidad a quien “sólo busca el titular”, como decía Alejandro Amenábar.
La única que se acordó de ellos, pero sin decir su nombre fue Arantxa Echevarría. La Mejor directora novel por Carmen y Lola cumplió lo prometido en la fiesta de los nominados, y dedicó "su película, de amor, a los que no permiten amar diferente, a los que no se ponen en la piel de la minoría, del distinto, a aquellos que creen que no hace falta una ley de violencia de género, que no se necesita apoyo a los colectivos LGTBI, a los que no creen que el cambio de sexo tenga que estar en la sanidad pública". A todos ellos les dejó un mensaje: "Id a ver una película de lesbianas, gitanas y mujeres".
Lo que sí tuvo una gran presencia fue la reivindicación feminista. La primera fue Carolina Yuste, que destacó que Carmen y Lola es un proyecto con un 70% de mujeres en puestos de decisión, y que “cuando nos dan voz salen películas como esta, que pueden cambiar conciencias y hacer del mundo un lugar un poco más sano”.
Continúo Eva Llorach, único y merecidísimo premio para Quién te cantará. Ella fue la Mejor Actriz Revelación, y anunció que iba a hacer un Frances McDormand, que pidió a todas las mujeres que se pusieran en pie para dedicarles su Goya. Ella hizo lo mismo con su Goya, y pidió “guionistas, directoras, productoras y actrices para impulsar proyectos, que haya mujeres, personajes femeninos, sobre todo a partir de los 40, porque no somos invisibles, que no estamos en un agujero negro. El cine puede cambiar las cosas, puede reventar los clichés que nos aplastan. Hacer un mundo más igualitario y más justo”.
Como colofón a una ceremonia que tuvo como lema 'Ni una menos', el Goya a la Mejor actriz fue a Susi Sánchez, por La enfermedad del domingo, y el de los Mejores efectos especiales para Laura Pedro, por Superlópez. Ella es una de esas mujeres que conforman el 1% de jefas de equipos en el apartado de FX. Una rareza que demuestra que algo está cambiando en el mundo del cine.
Ese cambio también incluyó hasta a una gala mucho más animada y divertida que en otras ocasiones, y el discurso del presidente, que tendió la mano a la televisión y las plataformas, que "no son el enemigo". Lo hace en un contexto en el que desde hace meses deja entrever la posibilidad de que los Goya incluyan un premio a la Mejor serie.
La igualdad fue un clamor, grande, sin titubeos, que hizo que Sevilla enseñara al mundo que el cine puede cambiar el mundo, enseñar a la gente que "no somos diferentes" sino que "somos campeones", y también somos esas amantes gitanas más necesarias que nunca.
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