La burbuja de las series ha provocado una nueva forma de ver ficción, y también un nuevo diccionario de palabras que la gente no había usado antes. Anglicismos que dejan claro que uno está ‘a la moda’. Ahora uno hace binge watching en vez de meterse un atracón de capítulos; y lo que antes se llamaba ‘arruinar el final’ ahora se ha convertido en un ‘spoiler’.
La fiebre por los spoilers se extiende como una epidemia. Juego de Tronos ha vivido su última temporada intentando que la gente no se enterara de las muertes y giros de cada capítulo antes de que lo pudieran disfrutar en sus casas. En la época de las redes sociales esto significa vivir alejado del mundo unas cuantas horas, ya que todo el mundo comenta y se siente en la posición de poder fastidiar el final sin preguntar si molesta.
Hasta en el Festival de Cannes se ha hablado del tema de los spoilers. Dos directores, el coreano Bong Joon-Ho y Quentin Tarantino, han escrito cartas pidiendo expresamente a los periodistas que no revelen las sorpresas de la trama para que los espectadores puedan llegar vírgenes a su visionado. Esperemos que tengan más suerte que estas cinco obras maestras que se vieron arruinadas por los spoilers incluso antes de que existiera la palabra.
'El planeta de los simios'
En 1968 Hollywood encargaría la adaptación de la novela francesa El planeta de los simios, del escritor Pierre Boulle, y que iniciaría una de las franquicias más exitosas y duraderas de la historia del cine. La primera entrega, dirigida por Franklin Schaffner y protagonizada por Charlton Heston, fue un éxito de crítica y público, y conquistó a todos con su sorprendente final… que estaba contado en el cartel del filme.
En el propio póster se mostraba la última escena de la obra, en la que Heston anda en un caballo intentando escapar y encuentra la estatua de la libertad enterrada en la playa. Se da cuenta entonces de que había estado todo el tiempo en la Tierra y que realmente había viajado en el tiempo hasta un mundo dominado por los monos en un alegato antibélico que acaba con el mítico: “¡Maldigo a las guerras!”. Un final sorprendente y épico que no dudaron en reventar antes incluso de entrar en la sala.
'La semilla del diablo'
Otras veces el spoiler es culpa de los traductores del país donde se estrena la película, sino que se lo digan a Roman Polanski, que dirigió una obra maestra del terror a la que llamó Rosemary’s baby (El bebé de Rosemary). En España debieron pensar que ese nombre era poco atractivo para nuestro público y buscaron otro un poquito más atractivo, con más gancho… Lo que hicieron fue la madre de todos los spoilers, ya que destriparon el sorprendente giro final en el título.
Aquí se llamó La semilla del diablo, y ya no dejaba nada a la imaginación. Efectivamente ese bebé de Rosemary es del demonio y todo el edificio es una secta satánica. Cero sorpresa para el espectador español que debió sentirse estafado.
'El sexto sentido'
El sexto sentido se encargó de mantener su trama en secreto, y enamoró al público. Se convirtió en el éxito sorpresa de la temporada y todo el mundo se aprendió el nombre impronunciable de su director: M. Night Shyamalan. Parte de su efecto estaba en el giro final, que mostraba que Bruce Willis estaba muerto y era uno de los fantasmas que veía aquel chico.
La sorpresa se convirtió en un spoiler viral, ya que la gente se lo contaba a los demás sólo para fastidiarle la experiencia. Peor fue en China, cuyo título para la película fue: ‘Él es un fantasma’. Probablemente los que tradujeron La semilla del diablo en España emigraron para seguir haciendo sus fechorías en otro país.
'Los otros'
Cuentan las malas lenguas que cuando Alejandro Amenábar vio El sexto sentido casi se echa a llorar. La película de Shyamalan llegaba antes de su cuento de terror gótico que tenía el mismo giro final. Nicole Kidman y sus hijos estaban muertos, y eran ellos los que asustaban a los vivos y no al revés. Un punto de vista original que se vio lastrado por llegar tarde.
El problema llegó en el estreno de la película española, ya que mucha gente para hablar de ella, decía: “Me ha gustado, pero es que es igual que El sexto sentido”. Para valorar un filme habían desvelado su sorpresa final comparándola con otra que ya fue objetivo de los spoilers.
'Vértigo (de entre los muertos)'
Hitchcock siempre supo que desvelar la sorpresa final de una película podía suponer arruinar la experiencia. En Psicosis, por ejemplo, ponía una advertencia final para que el público no contara que la madre de Norman estaba muerta y momificada. Con quien no habló antes del estreno de su obra maestra Vértigo fue con los españoles que cambiaron el nombre del filme y añadieron una frase que era un spoiler en toda regla. Aquí se llamó Vértigo (de entre los muertos), desvelando uno de los giros más importantes del filme protagonizado por Kim Novak y James Stewart.