Contaba Pedro Almodóvar en el pasado Festival de Cannes, que Francia no fue el primer país que le adoptó, que en el país vecino le costó ser aceptado, pero que quienes siempre le acogieron y le consideraron un genio fueron los italianos. De hecho, antes de entrar en la Sección Oficial de Cannes, el director español estuvo en la de Venecia, aunque no ganó el León de Oro... hasta ahora.
El festival de cine (el segundo más importante del mundo) ha anunciado en su cuenta de redes sociales que Almodóvar recibirá el León de Oro honorífico por toda su carrera. Lo hace el año en el que ha estrenado Dolor y Gloria, una de sus películas más redondas y con la que se espera que esté en la temporada de premios, tanto en los Goya como en los Oscar.
El director del certamen, Alberto Barbera, ha explicado que “Almodóvar no es el director español más grande e influyente desde Buñuel, sino un cineasta que nos ha ofrecido los retratos más polifacéticos, controvertidos y provocativos de la España post franquista. Los temas de la transgresión, el deseo y la identidad son el terreno elegido para sus películas, que están impregnadas de un humor corrosivo y adornadas con un esplendor visual que confiere un brillo inusual a la estética y al arte pop al que se refiere explícitamente".
"El malestar, la angustia del abandono, las contradicciones del deseo y las laceraciones de la depresión convergen en películas que abarcan el melodrama y su parodia, alcanzando picos de autenticidad emocional que redimen cualquier posible exceso formal. Sin olvidar que Almodóvar sobresale, sobre todo, en la pintura de retratos femeninos increíblemente originales, gracias a una empatía excepcional que le permite representar su poder, su riqueza emocional y sus inevitables debilidades con una autenticidad rara y conmovedora", ha zanjado.